Irrational and Proud

De que somos seres irracionales no hay duda. Y peor es admitirlo y seguir comportándose de manera ilógica e irracional, pudiendo escoger otras alternativas. ¿Quién en su sano juicio apostaría 25 centavos en contra de $35.00? Pues todos los que como yo sentimos un placer inmenso y especial en no alimentar los parquímetros con el propósito de ganarle a los agentes de la policía que se encargan de multar a todos aquéllos que olvidan cumplir con sus responsabilidades.
No siempre quiero jugar el juego. A veces no estoy con el ánimo de mantenerme totalmente alerta escudriñando en todas las direcciones por si viene la policía y para más tranquilidad me decido por alimentar generosamente esos aparaticos. Pero no sé porqué últimamente me ha dado con arriesgarme más y más y ganar la apuesta se ha convertido en una fuente de satisfacción insospechada.
¿Será la adrenalina que corre por mi cuerpo la responsable de los latidos apresurados de mi corazón? ¿O será la liberación de endorfinas en el cerebro la que me produce esa sensación de alegría y euforia cuando logro no ser atrapado?
Racionalizar lo irracional se convierte entonces en una tarea primordial, pues pienso que eso mismo pasa con el amor. Cuando nos enamoramos olvidamos toda la lógica, nos arriesgamos mucho más, pero si las cosas salen bien entonces parece que nos sentimos tan bien que esas emociones y sentimientos de alguna manera justifican los riesgos que nos atrevemos a correr.
La conclusión que puedo sacar de todo esto es que si estoy preparado para correr riesgos y me gusta, tambien podría estar preparado para.... ¿Lo estoy?

Gracias a Patricia de Souza quien nos introdujo con Amadou & Mariam: Je Pense à Toi