Monday, January 21, 2008

Real Price of Things

Voy a seguir la recomendación que me hace Sonia y en esta oportunidad vamos a ser un poquito más serios. Como cuando en una ocasión yo utilizé las coronas de unas piñas que había traído mi hermano de una finca en la que él trabajaba para sembrarlas en el patio de la casa de mi mamá. Para el que no lo sabe, la parte verde superior de cada piña es en realidad una plantita, un hijuelo en el lenguaje de los técnicos. Si uno lo siembra y tiene un poco de suerte, la matita se convertirá en una piña. Fueron como 8 ó 10 plantitas que comenzaron a crecer en el patio y lograron llamar la atención de mucha gente pues estaban en medio de las rosas que mi mamá nunca ha dejado de cultivar.Esas piñas eran de una variedad rara en esos tiempos y un amigo de la casa (Agrónomo) y que tenía sembradíos de ellas, me ofreció a los dos meses de sembradas, doblarme en frutas la cantidad que yo tenia en matitas, con tal de él reproducirlas e implementar esa variedad en sus cultivos. El que esa persona me hiciera esa propuesta realmente me molestó. A mi mamá tampoco le gustó la oferta. Parece que ella se había acostumbrado a las piñitas en medio de sus rosas. Mi respuesta no se hizo esperar y rechacé la proposición diciéndole al fulano ése que la razón por la que yo las había sembrado no tenía ningún valor económico ni material sino más bien estético, emocional y sentimental y que ese valor era más importante para mi que cualquier otro que el me pudiera proporcionar.
Y es algo que siempre me ha llamado muchísimo la atención en las personas. La mayoría de nosotros no tomamos en cuenta valores intangibles, sentimentales, pero no menos básicos, a la hora de sopesar nuestras más importantes decisiones. Realmente no todo es dinero, no todo es material. Aunque es necesario, la satisfacción que podemos encontrar en algunas cosas no materiales, es tan primordial para nuestro bienestar como tener techo, agua y comida.
Lamentablemente yo vengo de una sociedad donde acarraerse la satisfacción de esas necesidades tan elementales consumen tanto tiempo a la gente que el espacio para hacer reflexiones de este tipo nunca existe. Pero aun aquí en América las cosas no son muy distintas y la lucha por la vida y la persecusión de objetivos frívolos nos domina por completo y hemos dejado nuestra parte interior relegada, desprovista de ese cuidado que necesitamos para hacernos seres más completos.

5 comments:

Baakanit said...

Tal y como dices los intangibles son bien importantes al momento de tomar decisiones. Es difícil percibirlos al menos que uno se meta dentro de los zapatos del otro.

Y el agrónomo, siguió yendo a tu casa en su DT después de eso?

Saludos

Fernando said...

B., este no era muy pobre. Tenia una camioneta (pick up truck). Veo que te trae recuerdos. En uno de esos DT por poco y me mato. Una curva no se quiso enderezar y por suerte termine en la zanja, lleno de lodo en vez de estrellarme contra el pavimento o la patana que venia en la otra direccion.. Fue de pelicula!

Baakanit said...

Lo agrónomos siempre me traen recuerdos.

Baakanit said...

Por suerte estás aquí para contarlo.

Carolin Guzmán said...

Dos cosas: a la humanidad nos falta humildad y disposición para apreciar aquellas cosas sencillas pero que a la vez son invaluables.

Excelente post.

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