Tuesday, April 1, 2008

No Rush

Me alegro bastante que los compañeros se hayan divertido mucho. No sé de qué se están quejando o para qué querían más público. Tal vez si hubiera habido más gente las cosas no se hubieran disfrutado tanto. Uno nunca sabe. Tampoco hay porqué desanimarse. Yo me pasé meses tratando de que una señorita me diera una cita. La invité al parque de pelota, a tomarnos un café, me dejó esperando en un bote y en Diciembre 24 la silla que habíamos guardado para ella se quedó toda la noche vacía porque ella no apareció ni dijo donde había. Sin embargo luego que los astros se re-alinearon las cosas han sido totalmente diferentes. Esa chica es chulísima y divertida; no es presumida como parecía en un principio, ni tampoco es intimidante como a simple vista uno podría juzgar. Si viviera por mi casa iría todas las noches a hablar de todo con ella e intercambiaría de manera más frecuente impresiones de las cosas que pasan en el mundo (eso sí, como a ella le gusta dormir bastante trataría de irme temprano para no estropearle el día siguiente).
Así que si quieren apresurarse a hacer juicios, allá ustedes, pero no se les recomiendo. Mientras tanto este personaje tiene que lidiar con cierta clase de problemas.
La semana pasada la bartender de un bar jamaiquino me puso contra la pared. Ella siempre flirtea conmigo y yo no me quedo atrás. Es interesante observar que ella tiene un cuerpo precioso, bien simétrico y muchas curvas, sin embargo para los estándares de los jamaiquinos ella se quejaba de que no tenía suficientes pechos, ni muchas nalgas. Lo cual a mí me conviene y me pone en una situación de ventaja pues presumo que de mí ella recibe más halagos y elogios que de todos los jamaiquinos juntos.
Pues bien, el otro día esta chica me dijo que si yo la amaba debería comprarle un carro. E insistía una y otra vez que le probara cuánto yo la amaba comprándole el carro. Ese día no me valió ningún argumento y todo revolvió alrededor de esa idea. Obviamente que este era un relajo entre nosotros pero la verdad es que en este tipo de razonamientos no hay maneras de que yo gane. Suponiendo que yo no le compraba el carro entonces ella podia decir (como de hecho lo dijo) que no la amaba lo suficiente, pero si yo se lo compraba entonces ella no me ama a mí sino al carro. O me ama por el carro. Lo cual me hace dudar de su verdadero amor...
Un verdadero rompecabezas...algo de verdad en todo eso y algo de mentira. Hacer pasar una verdad en medio de un juego inocente. Y pensar que la realidad no es muy distinta a todo esto!

3 comments:

Baakanit said...

Hay gente que se sienten intimidados ante mujeres inteligentes, a mi en cambio me fascina ese ambiente. No rush, actitud de estrellas, bueno, algún día será, a mi me dijeron que tú te acuestas a las 7 a la misma hora de las gallinas, que por eso no fuiste.

"Pues bien, el otro día esta chica me dijo que si yo la amaba debería comprarle un carro"

Ella tiene que tener el brazo de Bartolo Colón, te la tiró dura, te rompió todas las muelas.

Eso me recuerda a una rusa bonitísima que trabajaba conmigo, una tarde salimos del trabajo a la misma hora y nos montamos juntos en el tren. Entre conversaciones y relajos me dijo: "A mí me gustan los hombres ricos y con cuartos, yo no me veo trabajando toda la vida." Después de esas palabras dirigí mi bote para otro lado. Esa es una manera indirecta de decirle a uno, usted no tiene chance.

Saludos

Fernando said...

Ustedes lo que son es unos chismosos. y mi actitud es anti-estrella por si acaso (ja Ja).

Carolin Guzmán said...

Bueno hay muchas mujeres materialistas. Y para que una persona -hablando en mi caso- me demuestre su amor no tiene que ser comprándome cosas (para eso trabajo)hay algo más que eso, el amor no se compra y el respeto tampoco.

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