Friday, May 2, 2008

Peripecias del Camino

Dicen por ahí que el planeta se está calentando y supuestamente la culpa es de todos por el efecto invernadero que estamos creando con la emisión incontrolable de gases carbónicos. No recuerdo el nombre del general que en medio o al final de una batalla le llevaron el único vaso de agua que pudieron encontrar, a él y sólo a él, a pesar de que todo el mundo en el campo de batalla estaba tan sediento o más que el comandante. Se dice que el general no se la quiso tomar y la arrojó al suelo en solidaridad con sus soldados. Pues yo no he querido quedarme atrás y pensando como el general aquél he pensado que si nos vamos a freír tarde o temprano por culpa de unos más que de otros, pues sería injusto dejarle sólo el trabajo a los chinos y los americanos.
He querido poner mi granito de arena en el calentamiento de la tierra y por esa razón en mi reciente viaje a la isla me gasté más de tres tanques de gasolina en alrededor de tres días. Nada mal. Entré por Puerto Plata, anduve por Santiago, La Cueva de Cevicos o de Cotuí (depende del cuevano, pero es la misma cueva), Las Capitales (ahora son tantas), San Francisco de Macorís, Valverde Mao y regresé por Santiago.
En algún post anterior había dicho que me encantaba manejar en la lluvia o en la nieve por la emoción que significaba el tener todos los sentidos alertas en el acto de manejar. Pues me quedé corto. Nada se compara con manejar en Las Capitales. Hay que realmente confesarse con el demonio para salir vivo de la experiencia. Por suerte hay unos cuantos expresos que le ahorran a uno un poco la tortura al atravesar la ciudad, pero una vez se sale de esas vías, tener que enfrentarse con el tráfico local es de malabaristas o mejor, hay que estar bien santiguado para salir bien parado. Haber sido capitaleño por muchos años me pareció que era suficiente para bandeármelas en cualquier situación de manejo presente y futura.
Manejar algunas veces es un trabajo de intimidación hacia el contrario y saberlo hacer bien me ha funcionado contra los taxistas de NY (que como todos los choferes de taxis y carros públicos, son unos abusadores). Y yo aprendí bastante de ese estilo cuando vivía en Santo Domingo. Pero parece que tengo que actualizarme un poquito.
En altas horas de la noche y en algunos semáforos se oferta una que otra mercancía. La expectación del turista se confunde por interés en lo que se ofrece. Y el ofertante que quiere parecer y se viste de ella, insiste. Tuve que preguntarle: ¿qué ofreces? El o ella me contestó: mi cuerpo.
En ese instante me sonreí y le dije que lo sentía mucho pero que yo era "a pussy man (eso se lo dije en español)".
Como por arte de magia 'la tipa' se desapareció de mi vista.
Un buen driver debe conocer sus limitaciones y el sueño es una de las más importantes. Es el enemigo #1 en lo que he podido observar.
La carretera es traicionera cuando se combina con el sonido rítmico de los pistones del motor, el aire acondicionado del vehículo y el cansancio del día anterior. Por eso en dos ocasiones me salí de ella para dormir de 5 a 10 minutos que fueron suficientes para mantenerme en alerta, vivo y ready para la próxima aventura.
¿Alguien se anima a acompañarme?

7 comments:

Carolin Guzmán said...

Bueno te acompaño si no te detienes a hablar con un travesti y si me juras que en verdad no te duermes en el camino.

Por lo visto paseaste por muchos pueblos...
En cuanto al transito en la ciudad sin dudas es una tortura, y no me imagino yo manejando. Soy insoportablemente impaciente.

Te siento muy orgulloso de tu aporte al calentamiento global... ¿estas feliz?

Anonymous said...

Me imagino que chévere fue tu paseo por la isla. A mi me encanta también recorrer el país, especialmente si hay playas.

Te ofrezco una compañía que incluye copiloto, así mientras uno descansa el otro conduce. Dónde se llena la ficha de inscripción y cuáles son los requisitos?

Fernando said...

Por el contrario Carolin, estoy trayendo un poco de conciencia sobre el calentamiento del globo a la manera como a veces las cosas se entienden mejor: con un poco de ironía. Es un poco de psicología a la reversa.
Y no te preocupes, si estás libre y me acompañas en algunas de las próximas correrías, prometo comportarme....

Laured, las puertas están abiertas y estoy tentado a abrirlas un poco más (ya lo hice). Soy muy débil y se me hace difícil resistir a tan generosa oferta.
El entusiasmo y el sentido del humor que transpiran en tus comentarios habla muy bien de ti y lo que sería tu compañía y talvez ello de por sí sea suficiente y baste para que no hayan más requisitos y sea innecesaria esa ficha de inscripción de la que hablas...

Anonymous said...

Fernand, Gracias por abrir las puertas (aunque durante el viaje no diste señal de eso), pero como quiera lo agradezco y también el pase privilegiado, wao!!

Hoy estuve en la playa y al regreso venía casi sola, de noche, y por un momento me sentí tan casada, que pensé hacer como hiciste tu, pero mi pensamiento comenzó a volar y a recordar cosas que se me olvidó que estaba cansada y llegué bien a mi casita.

Trataré de frecuentar más seguido la esquina para enterarme cuando será el próximo y procurar estar entre los(as) primeros(as) de la fila.

Sería un gusto que me daría, aunque otro lo pague.

Carolin Guzmán said...

Sé que lo dijiste con un poco de ironía...

Bueno Fer ya no será necesaria mi compañía, tienes una mejor propuesta jejeje
Yo solo te acompañaría para fastidiarte y cherchar un poco...

Fernando said...

Pues mire usted señorita Carolin, no venga a echarse para atrás...lo que se promete se cumple. Se va a dejar intimidar ahora.
¿Quién te dijo que no me gusta la chercha? y si intentas fastidiarme sólo estarás abriendo las puertas para que yo te fastidie de vuelta...Acepto el reto, ¿lo aceptas tu tambien?

Carolin Guzmán said...

Bueno ya que insistes esta bien, acepto el reto. Y puedes estar seguro que no me dejo intimidar por nadie, es que a veces me gusta ayudar a otros jajaja.

Powered By Blogger