Saturday, June 7, 2008

Los Dominicanos de NY ya lo Sabemos!

En el 1999 ya estaba decidido que me iba a mudar a Estados Unidos. Antes de quedarme de manera definitiva hice dos viajes cortos con el propósito de irme aclimatando a lo que sería mi nueva residencia.
Si se vive en un país del tercer mundo existen miles de razones por las cuales uno quisiera irse a vivir a otro lugar, pero estamos equivocados y somos ilusos si creemos que esa es una solución simple. Adaptarse a otra cultura, a otros ambientes, un nuevo idioma, nuevos amigos, nuevas reglas es todo una proeza. La mayoría de la gente se enfrenta a ello así sin más, sin ningún tipo de preparación.
Poder hacerlo de manera diferente es casi un privilegio. El no tener fuertes compromisos, excepto los que se tienen consigo mismo, permite hacer uno que otro experimento. Eso fue lo que yo hice conmigo. Con la decisión tomada fue fácil descubrir qué era lo que iba a extrañar. Me dediqué durante casi un año a analizar y romper todas las rutinas a las que estaba acostumbrado. Por ejemplo: me encantaba almorzar en la cafetería de La Universal de Seguros (ahora Seguros Universal), con la esperanza de socializar con las muchachas de informática (eran las más bonitas y estaban más buenas); y con dolor de mi alma dejé de hacerlo casi por completo. Pude constatar que no era tan malo, que de repente el mundo se abría y el descubrimiento de nuevos lugares llenos de atractivos fue maravilloso.
De ese modo y practicando los cambios que se avecinaban, la transición entre un mundo y el otro no fue tan traumática para mí como lo es para muchas personas. Ayuda mucho tambien el emigrar con los papeles en regla y no sentirse que las puertas están cerradas en caso de inconvenientes imprevistos.
Recientemente no he podido reprimir las emociones de dolor y desconsuelo que me han producido encontrarme con varios casos de personas que han emigrado hacia esta ciudad desconociendo las reacciones que iban a tener al vivir en un ambiente al que no estaban acostumbrados. Se une a ese dolor tambien la sensación de desesperanza e impotencia que se apodera de uno cuando uno carece de las herramientas que podrían ayudar a estas personas a sobrellevar sus sufrimientos. El salir de su país hacia otro extraño, por más que se esté entre su propia gente, es siempre un gran desafío que si no se comprende a tiempo lo pagamos muy caro con sentimientos de culpa, soledad, depresión entre otros. La situación es todavía más grave cuando las personas fruto de una situación migratoria anormal se quedan prisioneras dentro del otro país y los años pasan agravando esos síntomas que por tradición y educación las personas desconocen e inicialmente no le prestan la debida atención.

Hago toda esta reflexión a consecuencia de la reseña que hace The Situationist de un artículo publicado por Lara Farrar en Cnn.com. Con la no tan remota posibilidad en el futuro de hacer un viaje a Marte, ella analiza el intenso stress psicológico, la soledad y la probable humildad que experimentarían los astronautas que hicieran esos viajes.

Traduzco algunos párrafos.
"Aunque tomará probablemente por lo menos otros 20 años antes que Zubrin -o cualquier otro para esos fines- pueda pisar la superficie marciana, La NASA y otras agencias espaciales ya están elaborando planes para un viaje que presenta retos a los astronautas no sólo del orden físico sino tambien psicológico de un tipo que los seres humanos nunca se hubieran enfrentado antes"......."La Agencia Espacial Europea y el Instituto Ruso de Problemas Biomédicos tienen programado ejecutar un programa conjunto de una expedición simulada a Marte que duraría 520 días, con el propósito de estudiar los efectos del aislamiento extremo y el confinamiento en 12 voluntarios".
"El número de hombres y mujeres, sus edades y hasta sus influencias culturales tienen que ser cuidadosamente calculadas para prevenir lo que podrían ser potencialmente devastadoras riñas cósmicas: Tu no puedes salir a pasear y escaparte de alguien, dijo Kanas".
"Si alguien se enferma -física o mentalmente- la tripulación tiene que estar lista para arreglárselas tambien: si alguien tiene ideas suicidas, tienes que hacerte cargo de ello a bordo, Kanas agregó. La misión de control podría tambien tener que hacer algunas llamadas difíciles como si decirle a un astronauta acerca de la muerte de un familiar en la familia o informarle de otras tragedias ocurridas en casa".

La verdad es que no hay que ser tan drástico como imaginarse un viaje a Marte para pensar lo que le pasa a las personas cuando se les priva de aquello que sin saberlo estaban acostumbrados. Tal vez la Nasa y las otras agencias espaciales lo único que tendrían que hacer es preguntarle a los miles de dominicanos y personas de otros países que están aquí en USA o se van a otras tierras sin poder regresar, si quieren saber lo que les pasa cuándo se desconectan de sus raíces. Y tal vez y así se ahorrarían muchísimo dinero.

5 comments:

Anonymous said...

Yo pregunto: Si te vas, no es mejor desconectarte lo mas posible?

Antes, cuando alguien se marchaba la separacion era mas limpia, mas cruda si se quiere, pero eso ayudaba al que se iba. Cartas? si acaso mensuales; llamadas? muy pocas.

El deseo y la esperanza de volver (o irnos) son fatales y si no existieran, no seriamos totalmente diferentes?

La certeza de que pronto nos iremos cambia nuestra manera de ser radicalmente. Yo tengo 4 anos viviendo en un apartamento en el que no he colgado unos cuadros porque siento que dentro de poco me ire de alli. Y ya voy para 5.

Anonymous said...

Fernand, que metódico eres, que organizado, a mi no me gusta la rutina, pero lo que me gusta lo consumo hasta el fondo, cuando no lo tenga, pues simplemente lo recuerdo, pero lo disfruté.

Fabuloso e inteligente es prepararse para no sufrir.

Carolin Guzmán said...

Pues la verdad es que no tengo la experiencia de vivir en otro país que no es el mío, pero es cierto no es tan fácil olvidar sus raíces y acostumbrarse a otra cultura, lo digo por mi hermana que vive en México, los primeros meses fueron difíciles para ella, sin embargo he admirado su adaptación y con casi dos años ya, ella se siente hasta mexicana. Si creo que ha tenido una gran fuerza de voluntad para salir adelante y no caer en la depresión ni en la soledad.

Fernando said...

Los que pueden irse no tienen siempre la misma suerte. No todo el mundo puede desconectarse o puede trabajar y practicar la desconexion, el alejamiento de manera tan facil, por no decir, que es casi imposible.
Los que tienen esposos-as, hijos-as descubren la falta que ellos-as les hacen luego que se van. Descubrimos lo que tenemos cuando lo perdemos cuando ya no lo tenemos, lo cual tambien es una manera de descubrirnos a nosotros mismos.

Baakanit said...

"Me dediqué durante casi un año a analizar y romper todas las rutinas a las que estaba acostumbrado."

Pareces personaje de ficción. Yo creo que ese año que te pasaste sin 'hangear' no lo hiciste para experimentar la falta, sino para ahorrarte lo del pasaje.

Bueno, fuera de relajo, después que se vive aquí es que realmente uno sabe, ya que practicando a desaparecer, aún sigues sobre el mismo suelo, bajo el mismo cielo y clima. Considero que la mejor preparación que alguien puede tener antes de venir es aprender el idioma. Si lo aprendes te resultará más fácil aclimatarte.

Saludos

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