Saturday, November 15, 2008

Dice Joan Manuel Serrat en una de sus canciones que sólo vale la pena vivir para vivir.
Pues ni modo. Vamos a llevarnos de eso y vamos a ser un poco indulgentes con nosotros mismos y vamos a embriagarnos un poco.
No nos queda de otra. Llueve por toda la región del nordeste y es más seguro quedarse en la casa que salir a aventurarse en la carretera. Sobretodo si estoy en un pueblito de Pennsylvania alejado una hora y media de New York.
De todos modos allá iría a hacer lo mismo pues con las ganas que tengo de romper la casi autoabstinencia de las últimas semanas... Pero mejor me aventuro un poco con la introspección. Ese mirar hacia adentro en vez de hacia afuera. El Vino y el Vodka ayudan a eso.
Filosofar es saludable para el espíritu cuando hay interrogantes e incertidumbres que uno no entiende. Muchas variables que no se pueden controlar. En un tiempo pensaba que el saber era una gran ventaja. Lo es, pero relativo. Saber cosas es siempre un arma de dos filos. Y algunos de esos filos pueden cortar y herir, sin nadie haberlo estado esperando.
Igual de cruel es la impotencia. No me refiero a aquélla aunque debe ser igual de cruel. La que mata es la de no poder hacer nada para alterar los resultados en la dirección que se quiere... o la de no saber que hacer para alterar esos resultados.
Oooh el vino produce efectos maravillosos. Son tan buenos que no entiendo el porque no lo han prohibido.
Esta conversación llega a un punto que necesita un interlocutor. Yo solo no puedo continuar: O necesitaré de más vodka? Creo que mejor me voy a dormir...con Joan Manuel Serrat, como en los viejos tiempos.

1 comment:

Carolin Guzmán said...

Uhmmmm muy bueno ir a dormir después de unas copas de vino, claro también luego de una buena conversación, creo que fue lo que te faltó. Sin dudas más días y mejores vendrán.

Pd: No ligues la Vodka con el Vino es perjudicial para la salud jejejeeje

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