Sunday, December 7, 2008

Lo que necesita el mundo

Puedo sonar un poco cursi pero cada vez estoy más convencido de que el mundo lo que necesita es más amor. Sí, amor del bueno. Amor incondicional de ese que no pone restricciones ni condiciones para expresarse.

Ocurre sin embargo que quien más necesita de amor es quien menos lo recibe. Contradictorio en apariencia pero no tan difícil de explicar. Para recibir amor hay que de alguna manera darlo o haberlo dado: a sí mismo o a los demás. Y por efecto de la ley de reciprocidad el amor dado vuelve a su origen. En otras palabras, yo tengo que tener amor para dar y no tengo que preocuparme de que me quedo sin él porque de alguna manera vuelve y retorna a mí recargando la fuente de la que lo extraje.
Por el contrario quien necesita del amor porque carece de él nunca lo recibe porque al faltarle, al estar escaso de él, no se atreve a ofrecerlo ni a darlo y por ende recibe a cambio cualquier cosa menos lo que es llamado amor.

¿De qué manera podemos asegurarnos entonces de que todo el mundo reciba el amor que como ser humano le corresponde y se es merecedor, sobretodo que lo reciban aquellos quiénes más lo necesitan?

Aparentemente hay que romper el ciclo y la respuesta bien pudo haber sido sugerida en las escrituras cuando alguien dijo: amemos a nuestro enemigos. ¿Qué mérito tiene amar a los que ya nos aman?

Muchas gracias a Argamenón, Adelaida, la Anónima (que no lo es tanto), Carolninja, Carolin, Sheila y Umma por sus comentarios en los posts anteriores. Con la aportación de cada uno de ustedes se hizo mucho más interesante la charla y la lectura de las entregas originales.

4 comments:

Sheila said...

A veces vamos por la vida ensimismados en nuestros problemas, esos que tiene todo el mundo en su diario vivir, unos más grandes, otros más pequeños. En ese trajinar nos olvidamos de dar ese afecto que a veces alguien nos pide a gritos. Y lo ignoramos, no nos percatamos de que hay alguien necesitado a nuestro alrededor, cerquita. Es como dices, Fernando: el día que eres más afectuoso, el día que haces un gesto de amor, a quien sea, ese día te sientes en paz, y te sientes feliz, aunque el mundo se te esté derrumbando. Ese amor que brindaste volvió a ti en forma de paz.

Fernando said...

Hay comentarios que son tan buenos o mejores que el post que pretenden comentar.
Me parece Sheila que este es un caso de esos. Es asi como dices y se me acaban de engrifar los pelos al leerlo.

Anonymous said...

Hay quienes, augurando un diagnóstico de medias tintas, se creen en el derecho a recetar.

Sheila said...

Fernando, ese anónimo como que ta celoso.

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