Saturday, January 31, 2009

Just don't get it

Para darle un sentido de cierre a las controversias en las que probablemente nunca nos vamos a poner de acuerdo, no está demás agregar algunas palabras de lo que dice Deborah Tannen en su libro: Talking from 9 to 5. Women and Men in the workplace: Language, Sex and Power (Conversando de 9 a 5. Las mujeres y los hombres en el lugar de trabajo: Lenguaje, Sexo y Poder).
Ojalá y esta muestra me permita ilustrar un poco de lo que he venido hablando y es lamentable que solamente sea una muestra.
Dice ella por ejemplo que: "maneras de hablar que son perturbadoras, hasta traumatizantes para algunos-as, no son ofensivas para otros-as y ninguna de las formas de ver las cosas es la "correcta"....

Luego hablando sobre las implicaciones sexuales de la comunicación entre los hombres y las mujeres ella comenta:

"Sabiendo qué tan agudamente los estilos conversacionales difieren, yo siempre me muestro renuente a aconsejar. Desconozco todos los elementos envueltos en situaciones específicas y una manera de hablar que trabaja bien con una persona podría probar ser desastrosa para otra. Pero si me presionan para sugerir algo que puede hacerse para resolver los intratables problemas que yo he discutido aquí, exhortaría a las mujeres y a los hombres a apreciar los miedos profundos pero diferentes que engendra en el otro el fenómeno conocido como "acoso sexual". Los hombres deben tratar de entender el miedo permanente de las mujeres a la violencia masculina y su renuencia a ofender al expresar que algo las hace sentir incómodas. Esto, yo pienso, es lo que yace bajo el refrán familiar de que algunos hombres simplemente no lo entienden (just don't get it). Pero las mujeres, por su parte, deberían tratar de entender el miedo de los hombres de ser acusados falsamente, de tener una mujer hacia la que ellos se sienten con el deber de proteger que se vuelva en contra de ellos y los destruya. Esta es una manera en la que algunas mujeres simplemente no lo entienden (just don't get it). Lo más difícil acerca de estos esfuerzos paralelos es el insulto implícito en ambas imágenes: los hombres se sienten tan ofendidos por la imagen del hombre-como-bestia-predatoria, al igual como las mujeres se sienten por la imagen de la mujer-como-hechicera: una seductora e impostora que atrae solo para destruir".

Debo decir que la razón por la que Ms Tannen se ha ganado mi aprecio es por su imparcialidad. Y eso es algo que parece no todos estamos dispuestos a considerar en favor de una unilateralidad que lo que hace es radicalizar las partes en conflicto.

En cuanto a estar a la defensiva, he oído decir que en la carretera si todos manejáramos así los accidentes de tránsito se reducirían a un mínimo. ¿Se podrá extrapolar eso a otros aspectos de la vida?

9 comments:

Carol, Lur, o llámame algo bonito xD said...

Bué, en realidad me dejé en el tintero algún comentario más cuando empezaste este tema varias entradas más abajo... pero como ya ví que el sector femenino estaba en ello y cada cual a su modo, me abstuve por el momento ;P ya que prometías seguir con el tema.

Una cosa que me llama la atención es que digas que "probablemente nunca nos vamos a poner de acuerdo" y entonces se me ocurre contestarte que...
depende desde qué nivel nos situemos no?. Es decir que Deborah, y Wilber (al que ahora ya tienes el gusto de conocer una miajita más) digan que en cierto nivel no nos entendamos y describan qué ocurre, eso no quiere decir que no vayamos a entendernos, precisamente trascendiendo (incluyendo y viendo todos estos fenómenos que se dan con cierta distancia -desde dentro pero también desde fuera-), a ver por qué no vamos a llegar a entendernos!

Para ello me remito a una entrada de una amiga(psicóloga), muy humorosa pero también esperanzadora:

-Casualmente nombra precisamente a D.Tannen-

http://www.naceira.com/?s=Tannen

Carol, Lur, o llámame algo bonito xD said...

Otra cosa que me llamó la atención:

"Juego y hablo de manera totalmente distinto con un niño que con una niña y mi trato es adaptable totalmente dependiendo de la predominancia hormonal que existe en mi interlocutor-a. Y funciona y lo sabes!"

Los niñ@s, como los bitxinos, son más list@s que el hambre y se adaptan también vaya que sí! me pregunto si no será en parte por eso que funcionar... funciona. No lo sé.

Qué resbaladizo el tema de cuándo y cuánto nos afectan las hormonas de niños, no?
¿No sería un buen momento para abrir el abanico de posibilidades -moduladas tanto por el sustrato biológico como por el cultural- para pequeños y mayores?

Experiencia personal:

Durante unos cuántos años encontré que los juegos a los que se dedicaban las niñas -grupos concretos de ellas con las que me relacionaba por entonces- ¡me aburrían mortalmente por momentos -ojo, por momentos- un güevo de pato!
y me iba con los niños (también había alguna niña más) a divertirme sobremanera.

Espero que la curiosidad y la exploración ganen a los supuestos determinismos inamovibles ;) .

((Por cierto, ¿tiene el señor Daniel algún blog? Lo abrirá próximamente?.
Queremossaber! ;P ))


Un beso oxitocínico (que no cínico), Fer :-))

Sonia Tejada said...

Hola, Carolina gracias por tu comentario, a ti sí te entiendo :P. Excelentes ambos comentarios.

Patricia Báez Martínez said...

Ja, ja, ja, se está poniendo esto muy bueno. Carol, también me aburrian los "juegos de niñas", mi preferido era el baseball, que alternaba con bodegas y concursos de talentos. Tenía muñecas y hubo un tiempo en que les hacía vestidos, de ahí que a mis 9 años tenía un negocio de venta de ropa de muñecas que las madres de mis amigas me encargaban. Pero seguí en mis asuntos de macho: carritos de caja de bola, yo-yo. Hasta que entradita en la adolescencia -los 14- me dió nostalgia por las muñecas y estuve un año jugando con ellas. Tal vez una forma de despedida o como forma de complacer en lo que de mí se esperaba como mujer, aunque fuese al final.

De dónde y como vienen las influencias? de muchas partes y maneras. Nos queda revertir lo que ya no queremos. Por qué seguir con un equipaje que no nos gusta o nos pesa un tanto. O vivir en la ambivalencia de una "feminidad postmoderna".

Fernando said...

Genial, sin desperdicio la entrada de la amiga psicóloga. ¿Para qué decir más si ella lo dijo todo? Pero merece la pena subrayar la partecita esa de que no es necesario entender sino respetar y al respetar se entiende, se comprende..Waooo!.
Pero esta otra fracesita está mejor: No olvidemos que es la comprensión la que lleva a la empatía, y no viceversa....,
Y una más: Si Dios es mujer el diablo tambien lo es... ja ja ja.

Ya no puedo seguir pues me van a acusar de plagio. De todos modos me suscribo a todo lo dicho por la Naceira. Le envío mis felicitaciones que espero le lleguen a través de la intermediaria. Que creo no le queda mal el papel y debería nombrarla mi traductora oficial pues a ella si la entienden y ya veo que abrió el confesionario..por lo pronto no he visto nada pecaminoso en los reportes..,ahora entiendo la foto esa con el paracaidas y sobretodo aquella en la cabina del avión en frente de los controles... ¡Qué niña y que dolor de cabeza para sus padres!

Y acepto el beso. Eso nunca se rechaza, despues nos ocuparemos de averiguar lo que significa acompañado de tan extraño adjetivo... Lo recibo y los devuelvo multiplicados por 2 y por 3 (me estoy aprendiendo la tabla de..).

Patricia Báez Martínez said...

En sociología, respetar no necesariamente implica entender y/o comprender. Aplica para la psicología?

Carol, Lur, o llámame algo bonito xD said...

Fenando, que también puedes hacerle comentarios en su blog y sobre esa entrada si quieres eh?.

En cuanto a las fotos a las que hacías alusión, la primera es en parapente no en paracaidas (me he dado cuenta que no lo puse y lo mismo no se capta bien; entre otras cosas implica menos adrenalida salir volando y planear, que tirarte para abajo en paracaidas). En ambas fotos, era ya mayor de edad y no creo que les haya dado tantos dolores de cabeza... pero tu comentario me hizo pensar y rememorar y... reconozco que "me han tenido muuuucha pacieeencia" sí ;)

Sobre la oxitocina, te invito a buscar dentro del librito wilberiano lo que explica sobre ello-oye! ;P

La pregunta de Patricia, supongo que va dirigida para Fernando, me atrevo a contestar mi opinión -por contertuliear :)- de que: creo que sí. También estaría la cosa en discernir entre tolerancia/respeto necesario con tolerar "aspectos intolerables"? Algunos nos pueden resultar evidentes, pero no siempre no?.

Por citar a Terry Pratchett a ver si se me entiende(es una cita irónica):

"Él era consciente de que un hombre sabio siempre debería respetar las costumbres de los demás, por utilizar la feliz frase de Zanahoria, pero Vimes a menudo encontraba dificultades con esta idea. Por ejemplo, había gente en el mundo cuyas costumbres consistían en destripar a otra gente como si fueran moluscos, y ése no era un procedimiento que pudiera reclamar, en Vimes, ninguna clase de respeto en absoluto."
-- Terry Pratchett, The Fifth Elephant

Umma1 said...

Condicionan las hormonas o la cultura?

Si el hombre es un animal simbólico, las hormonas no estarán regidas por procesos más complejos que los del resto de los animales?

Las formas de acercamientos entre los sexos, no dependeran de herencias culturales, donde entra, entre otras determinantes, a jugar lo económico?

El deseo? ese deseo que nos lleva de la nariz y sobre el que edificamos o destruimos nuestra existencia... dónde queda?

Una vez a Lacan le preguntaron que papel ocuparía el psicoanálisis, frente al desarrollo de la neurobiología. Respondió que aunque ésta explicara todas las patologías psíquicas desde las relaciaones entre neurotrasmisores, el hombre siempre iba a necesitar ser escuchado.

Encuentro la postura de esta mujer extremadamente reduccionista.

Anonymous said...

Independientemente de las hormonas, el acercamiento de los sexos siempre va a estar condicionado culturalmente. Si asi no fuera, ¿cómo nos explicamos la homosexualidad masculina generalizada en la Grecia antigua? ¿Tenían todos los griegos una deficiencia de testosterona?

Powered By Blogger