Sunday, November 8, 2009

Encuentro

Hacía alrededor de 3 meses que no la veía y la vio el jueves por la tarde al hacer su visita de rutina al local en dónde ella trabaja por las noches. Fue como si no hubieran pasado esos meses o quizás sí pasaron por el entusiasmo recargado, la alegría y la sorpresa magnificadas que se reflejaron en ambos rostros inmediatamente se percataron de la presencia mutua.

Ella dio la vuelta al mostrador para encontrarlo y los dos se abrazaron. Pegaron sus mejillas el uno a la otra y el anduvo por su cuello husmeando, aspirando el olor a perfume impregnado en su piel y depositando uno que otro beso en su carne así expuesta. Él mucho más alto que ella la levantó y la elevó un poco por sobre sus pies lo que fue aprovechado momentáneamente por ella para subir y entrelazar sus piernas por detrás con las de él justo debajo de sus rodillas.

De repente se acordó cómo le gusta a ella acariciar sus nalgas, apretarlas, tratando de cogerlas en un puño en un ritual que se inicia en los hombros, recorre lentamente su espalda e invita a hacer lo mismo en ella, con las suyas: suaves, redondas, voluptuosas.

¡Qué espectáculo!

Pero a esa hora de la tarde había pocos parroquianos o mejor dicho casi ninguno. La recesión limita el consumo conspicuo y a todas horas. Unas personas trajinaban en la colocación de unas cámaras y se oía a dos empleadas que conversaban entretenidas sobre sus asuntos en particular.

Ellos, sin embargo, le hacían poco caso a lo que pasaba a su alrededor. Estaban en otra dimensión. Fueron instantes, segundos los que se sucedieron realmente pero la noción del tiempo no existe allí. Es otra realidad, muy distinta a la habitual; son los segundos de la eternidad dónde todo transcurre lentamente o Cronos descansa y el tiempo se detiene por completo...

¡Y se detuvo!

5 comments:

Sheila said...

A cualquiera se le detiene el tiempo en un momento asi, y quisiera detenerlo por siempre. Muy sugerente tu relato del encuentro. Casi lo vivi. Ja ja.

Fernando said...

Exactamente Sheila. Fuiste directa al punto: el tiempo es relativo dependiendo de lo que estemos haciendo.
Qué mejor manera de tratar un tema como la percepción del tiempo que ponerlo dentro de un contexto como el de ése encuentro... (tu comentario me motiva a seguir escribiendo cosas parecidas).
Besos!!!!

Maribel said...

Me ha gustado el relato. Es un buen intento.

(personalmente yo haría algunos cambios con los personajes para que el relato fuera más intenso en sensaciones).

Espero que el tiempo no se detenga en este relato y que sigan más como este.

Fernando said...

Si el relato fuera más intenso en sensaciones entonces correría el riesgo de no ser apto para todo público.

Es agradable, eso sí, contar con un apoyo entusiasta como el tuyo Maribel.

Maribel said...

El relato podría ser más intenso en sensaciones, por ejemplo, si él o ella no hubieran estado nunca en el local (en este caso tendría que ser él, puesto que ella trabaja allí). Me refiero que para uno de los dos fuera la primera vez que está en ese local y que ocurriera lo mismo que tú has contado.

Y sigue siendo para todo el público.

Qué pensabas ?

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