Wednesday, March 17, 2010

Marina and the Diamonds

Esto ocurrió hace dos días. Eran las 7:00 de la noche y el ánimo estaba cortado, igual que el cuerpo o peor que el día, nublado y bajo una ligera llovizna. Podía ser el efecto del exceso de cafeína de los días anteriores unido al cambio de hora que nos impidió dormir una hora más el Domingo y la secuela que se queda por varios días. Quizás fue coincidencia pero de la misma manera se le acabó también la energía a los dos teléfonos con los que ando y me dejaron hablando en la mitad de una conversación.

Es en estos momentos que hay que traicionar a nuestro vecino más cercano. No dejarse llevar por él y hacer todo lo contrario de lo que dice que hagamos. Las lluvias torrenciales del fin de semana dejaron paraguas o lo que quedó de ellos regados por toda la ciudad. Restos con sus varillas salientes y puntiagudas, algunas dobladas y otras erectas, casi amenazantes por doquier y los zafacones repletos de ellas como si fueran pequeños cementerios a donde iban a parar luego que le resultaran inútiles a sus dueños.

Esas lluvias nos hicieron cancelar un par de actividades que habíamos planeado con anticipación para el fin de semana. New York es una ciudad que tiene fama de no paralizarse por nada, pero tampoco había que ser héroe y lluvia más viento significaba que te ibas a mojar quisieras o no para donde quiera que fueras. Así de sencillo. Y por lo tanto decidimos no ir a ninguna parte. Y nada cansa más que no hacer nada.

Y así fue como decidiendo traicionar al cuerpo dimos un primer paso que nos llevó al siguiente y fuímos a parar a "Le Poisson Rouge" donde se iba a presentar Marina and the Diamonds. Son de las cosas que uno hace más por evitación que por las recompensas que se perciben a la vista. Los seres vivos tenemos a veces formas raras para hacer las cosas. Los motivos son extraños. En este caso proviene del dolor que da el pensar que se ha dejado de hacer algo y ello es lo que motiva a hacerlo sin importar el valor o la recompensa que debería ser intrínseca y suficiente cuando realizamos algo. Uno que otro sexo que se hace por ahí corresponde quizás a esta categoría.

Pero en este caso la presentación fue realmente energizante. La mejor descripción que puedo hacer fue una voz femenina que se alzó por encima de todos aprovechando una ligera pausa entre canciones para gritar a viva voz: "Marina, you're hot". Ella que en esos momentos estaba de espaldas al público no pudo evitar sonreir ante la atinada ocurrencia...

7 comments:

Carol, Lur, o llámame algo bonito xD said...

Una crónica muy entretenida y bien ambientada. Casi me hizo sacar el paraguas :-)
Becho, hoy soleado por acá.

Fernando said...

Un paraguas para dos nunca es una mala idea: llueva o no, querida Carolina.

Te deseo lo mismo. Un beso y le agrego una flor natural que se parezca a la que lleva la Marina en su hombro derecho... :))

huelladeperro said...

Y yo te agradezco infinito hacerme descubrir este grupo

Fernando said...

De nada y se te quedas lo suficiente podría ser que tu presencia me motive (chantaje abierto) a la introducción de las otras agrupaciones que despiertan todo mi interés y entusiasmo.

OddBu said...

Ooooh! Qué canción taaaaaaan bonita, Fernando!! Hmmmm... Cuando vuelva dentro de un rato, escucharé más canciones suyas :)

Gracias por el enlace :D

Fernando said...

Para servirle a Usted y con mucho placer señorita. :)))

La verdad que dentro del blog no hay tantísimas canciones pues en este café la gente habla más que lo que escucha música..., y las interpretaciones están bastante separadas unas de otras.

But let's make a deal! De ahora en adelante por cada post que tu hagas yo te pongo un link como parte de un comentario e independientemente de este. Te parece?

OddBu said...

Me parece!
No había visto este comentario hasta ahora :) De hecho me parece una excelente idea :P

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