Saturday, June 5, 2010

Sobre el amor y sus secuelas

Hablando con una amiga surgió el tema del amor. Es tanto lo que se dice y habla de la grandiosidad del sentimiento y las emociones que se experimentan bajo su influjo que muchas veces pasamos por alto lo apáticos y desinteresados que podemos llegar a ser con los individuos que antes amábamos hasta la muerte o la locura, una vez desaparece el interés y dejamos de estar bajo la invisible influencia de su poder.

Tienen razón los que dicen que es uno de los sentimientos más excelsos y que somos capaces de los mayores sacrificios por las personas amadas. Sin embargo este no es un sentimiento altruísta. En la mayoría de los casos las personas quieren y exigen reciprocidad en las mismas cantidades y proporciones de como se dan.

Cuando no ocurre de la manera como lo queremos el sentimiento puede muy bien metamorfosearse y convertirse en otra cosa mucho más parecida a su contrario y en vez de constructivo puede volverse -en el peor de los casos- muy destructivo y hasta extremadamente peligroso.

Me surgen preguntas que como en el buen estilo socrático ni yo mismo conozco las respuestas.
¿Podría existir algún sentimiento superior al amor que no sea egoísta, no exija reciprocidad y que no quiera si y sólo si se quiere de vuelta? ¿Puede llamarse amor a ese sentimiento de entrega que se da sin esperar nada a cambio, no pone condiciones y encuentra en la entrega su propia recompensa? ¿Si eso no es amor o es otra clase de amor, cómo podríamos llamarle a eso de tal manera que no nos confundiéramos con el otro en el que hay una mezcla de sentimientos de posesión física de la cosa amada con experiencias de transformación casi mística y espiritual? ¿Podría el uno transformarse en el otro y viceversa?

4 comments:

Maribel said...

"El amor es demasiado cruel para que tenga la ternura de la amistad"

Montserrat Roig

Fernando said...

Tampoco hay que llegar a extremos. El amor es cruel sólo cuando no es correspondido. Única y exclusivamente... En los casos en que se da de ambas partes es la cosa más maravillosa que pudiera existir, me parece a mí.

Raymunde said...

La respuesta a tus primeras tres preguntas, Fernando, es - según la doctrina cristiana - el amor divino: el único que se da sin condiciones y sin esperar nada a cambio y que es totalmente altruísta.
Y sí, yo creo que al amar uno se convierte en el otro, en cierta medida. El amor opera una transformación en el amante, que se va pareciendo (voluntariamente, las más de las veces) al ser amado. Seguimos siendo nosotros mismos, pero llegamos a ser más porque hemos adquirido lo mejor (en la mejor de las situaciones, claro) del ser amado.

Fernando said...

Wow, sabes sintetizar muy bien, extraer la idea principal. Yo no sé, y quizá aquí haya que ir un poco más allá de los sentimientos y se necesite utilizar un poco de la razón, aunque esas cosas generalmente andan separadas, cada una por su lado. No obstante, es una forma de amor esa también de querer lo mejor para el otro...
Por ejemplo: si ella es feliz yo soy feliz. Ella es feliz con otro y no conmigo. Estando con otro es la única manera que yo puedo ser feliz...
Hipotetizando de la otra manera: Soy feliz si ella es feliz. Conmigo ella es infeliz, por lo tanto yo soy infeliz también estando con ella. yo seré más feliz cuando ella no esté conmigo.

De lo cual se desprende que mi felicidad depende de mi sacrificio, ¿no? Es la única manera como ella y yo podemos ser felices...

Me gustó el ejemplo en la mejor de las situaciones. Nada que objetar: acuerdo unánime.

Quiero que oigas esta canción de J.M. Serrat:
http://www.youtube.com/watch?v=iPiYdkYNMvI

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