Wednesday, April 13, 2011

Descubrimiento

Puede decirse que acabo de confirmar un descubrimiento asombroso. Bueno, talvez estoy exagerando un poco, no es del todo tan fuera de serie pero para mí es como si hubiera descubierto la fórmula del agua. No que el hecho de que sepamos que el agua está hecha de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno la haga más o menos mojada.... Algo parecido pasa con mi descubrimiento. El mundo no se hace más o menos infeliz de lo que es porque yo haya descubierto algo semejante pero sí me produce mucha satisfacción el saber que no es lo mismo escuchar una música en mi casa que escuchar la misma música en el carro o en cualquier otro lugar.

Pues sí, ese es mi maravilloso hallazgo. Nada del otro mundo. Me ha extrañado el cómo es posible que la misma música pueda producirme efectos totalmente distintos dependiendo de dónde la estoy escuchando. ¿Porqué cuando voy en un vehículo siento como si anduviera en el aire escuchando una música como ésta y no siento lo mismo cuando intento reproducirla en la casa?.... ¡Oh no! He escogido un mal ejemplo: esta me gusta en cualquier parte... Pero el otro día estaba escuchando el concierto para violin de Beethoven "in D major op 61" (no es que sea un experto en música, es que si algo me gusta sé la hora en la que la tocaron y busco el título de la interpretación en el listado de canciones de la emisora; muy fácil todo), al momento en que lo escuchaba me pareció genial, maravilloso algo excepcional. Grande fue mi desilusión cuando al llegar a la casa e intentar reproducirlo no sentí lo mismo, no pude conseguir el mismo resultado que había experimentado unos momentos antes.

Deben saber que mi aproximación a la música es la misma que a la pintura tal y como probablemente yo lo adapté y robé de un curso de Francés que tomaba hace mucho tiempo. El método o el curso se llamaba "Le Français et la Vie" y en una de las lecciones el maestro trataba de explicar como debía interpretarse la pintura abstracta al estilo de Picasso: La peinture c'est comme la musique, tu l'aimes ou tu ne l'aimes pas". Haciendo la conversión para la música, mi actitud es siempre tratar de evitar el prejuicio (excepto si es Ricardo Arjona) y no me importa quién canta una canción o de qué se trata. Sencillamente la oigo, si me gusta me gusta, si no me gusta no me gusta y ya está.

                  Al fondo el Yankee Stadium que es como decir estar en mi casa, mi territorio

2 comments:

Unknown said...

completamente de acuerdo!!! aunque es como el encanto del instante en el que ves y hablas por primera vez con una persona y luego al volver a verla y hablar con ella la sensación no es la misma... en fin, me he desviado de tema mientras escribía ¬¬'', lo que quería poner al princpio era que -en mi caso- el humor tiene muchísimo que ver también.

Fernando said...

Qué va, no te alejas para nada, estás en tópico. Eso que dices es un excelente ejemplo. Quizás las hormonas (adrenalina, el nivel de azúcar y de alcohol en la sangre) y el humor del momento como dices también tengan que ver con las diferentes percepciones.

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