Saturday, February 25, 2012

El verdadero precio de las cosas

Al iniciar el 2012 o finalizar el año anterior les anunciaba que iba a dejar mi trabajo y de hecho el 16 de Enero pasado fue mi último día en la compañía en la que he pasado los últimos 6 años y casi 8 meses. Parecería que después de trabajar por tanto tiempo en una empresa, la decisión de dejarla hubiera sido muy difícil y de hecho lo fue pero por razones muy distintas a las que tendrían que ver con el amor que se le pudiera profesar al proveedor de empleo.

Parece hasta mentira que cuando comencé a trabajar en la empresa, mi interés era solamente durar 3 meses. Sin embargo estando allí quedó vacante una posición para cubrir los clubes, bares, restaurantes y como ese sector me atraía bastante pedí el puesto y me lo dieron. Eso hizo que en vez de tres meses pasara cuatro años ahí pues aunque no ganara mucho dinero, el trabajo era muy fácil. Todavía así me lo recuerda una amiga de vez en cuando. Además, inicialmente tenía un estatus de Manager o de Supervisor que luego se quedaría sólo en el nombre por reajustes internos dentro la compañía relacionados con el descalabro económico en el 2008.

Luego vinieron otros cambios y nuestro suplidor decidió darle a otra compañía la porción del negocio que nosotros hacíamos. Y para no quedar sin trabajo, no me quedó de otra que volver a hacer lo que hacía cuando entré a trabajar: vender a bodegas, estaciones de gasolina, supermercados, farmacias, etc..Y no saben hasta qué punto he odiado tener que hacer todo eso. Ha sido un verdadero suplicio estos últimos meses haberme mantenido trabajando.

Fue toda una lucha en contra de mi voluntad el tener que levantarme muy temprano en la mañana. Todavía es algo que me parece inhumano y saber que lo que me esperaba era visitar una cantidad enorme de clientes me quitaba toda la energía desde el comienzo del día, y al atardecer cuando lograba regresar a la casa lo que realmente quería era acostarme a dormir o no hacer nada. Y todo porque en medio de una crisis como la que hemos vivido recientemente era arriesgadísimo dejar el trabajo para irse a aventurar en conseguir otro. Y eso último lo he venido haciendo entonces desde agosto del 2010 hasta el 16 de Enero de este año.

Con todo, no puedo decir que el trabajo fuera complicado. En el fondo era fácil pero no tanto para mí. Porque hacer la misma cosa una y otra vez todos los días es algo que cansa, fastidia, me aburre. La rutina no es lo que me atrae de la vida, más bien es lo desafiante, lo novedoso, lo interesante y hasta cierto punto lo desconocido.

No obstante, por todas las cosas se paga un precio... Por tener un trabajo fácil he dejado de ganar mucho dinero. Y por miedo a no encontrar otro trabajo debido a las dificultades económicas que hemos estado atravesando también he perdido dinero.

Sin embargo, de todos los precios, el peor que me he visto obligado a pagar por tratar de mantener un trabajo fácil y de poca exigencia, ha sido el tener que aguantar y soportar a gente en posición de autoridad que te falten el respeto ... Y que esa gente tenga menos méritos y que esté menos preparada que tu... Y que lo haga con muy malos modales!!!

Pero ya no más....Dejé ese trabajo y luego de un mes de tribulaciones y búsqueda incesante, acabo de conseguirme otro. Un trabajo mejor, mucho mejor. Pues sí, ayer recibí la buena noticia de que tengo una oferta, una que he decidido aceptar y que me hará olvidar todos los sinsabores por los que he pasado estos últimos años.

4 comments:

Argénida Romero said...

Felicidades por tu nuevo trabajo.

Lo que cuentas me hace replantearme algunas cosas hoy.

Abrazos.

Fernando said...

Gracias Argénida! Aprecio de todo corazón tus palabras y me anima mucho el pensar que las mías te pueden servir de algo... :D

OddBu said...

Enhorabuena! Lo he leído antes pero no he podido comentar :) Ahora ya me he enterado de toda la historia!

Fernando said...

Es un honor contar con Bu como interlocutora. Su presencia desde que llegó aquí le da chispa y colorido a este blog! xD

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