Saturday, March 3, 2012

La libertad

La libertad es algo difícil de definir. Pero es una de esas cosas que uno sabe que nos hace falta a partir del momento en que no la tenemos. O que uno siente que no tiene cuando quiere hacer cosas y por alguna razón no puede. Podríamos decir que es algo que no sabemos exactamente lo que es pero aún así, podemos identificar y señalar cuando de inmediato la percibimos o en cambio podemos descubrir su ausencia cuando por algún motivo nos sentimos asfixiados de todo aquello que nos circunda (debe ser como el aire).

En otras palabras, uno sabe, sin entrar en detalles, cuando se tiene libertad y cuando no, aunque no se pueda explicar claramente el porqué. Sabemos cuando no somos libres, aún cuando sólo podamos contar con la inefable y frustrante sensación del sentimiento; aún cuando no exista ningún atajo de palabras que nos guíe y nos haga más fácil descifrar la ruta por la que podamos llegar al preciso lugar que lo describe.


Y no nos referimos precisamente a ese tipo de libertad que por razones físicas y biológicas se nos ha negado y que no podremos nunca alcanzar de manera directa, motivos que nos impiden realizar muchas cosas que quisiéramos hacer. Volar como los aviones o las aves, nadar como los peces, respirar bajo el agua son ideas que se me ocurren en el momento y así como esas hay miles de ellas.

Para mí ser libre es algo muy precioso y preciado y quizás hasta imprescindible como lo es respirar. Pero no significa lo mismo para todos. Existe en grados y parece que cometemos el error de dar por sentado que para todo el mundo es igual y que todos la vemos o la comprendemos de la misma manera. El que no todo el mundo la aprecie en la misma proporción o que las personas no la vean tan clara como otros puede hacernos aparecer en algunas circunstancias, talvez, como difíciles de entender y hasta inseguros de las cosas que queremos.

Nada más lejos de la realidad. Quizás no nos gusta que influyan en nuestras decisiones. Nos gusta elegir, formarnos nuestra propio juicio de las cosas, tratamos de ser independientes. Pero por lo mismo creemos que todo el mundo tiene el mismo derecho y por tanto no debemos influenciar las decisiones que deben tomar nuestros semejantes y en consecuencia nos guardamos de opinar sobre asuntos en los que aunque tengamos un idea clara ya formada no creemos debemos intervenir.

En mi caso particular respeto tanto la libertad de decidir, escoger y opinar de las personas sin que se ejerza ningún tipo de presión que llego hasta cohibirme en muchos casos de expresar algunos sentires y deseos míos si estos llegan a estar en conflicto con el de mis interlocutores. Me disgusta sentirme coartado, me parece un método inadecuado de imponer nuestras ideas y  a veces me excedo tratando de ser lo más cuidadoso posible en el sentido de no coartar el derecho de los demás a ser y expresarse. Es una decisión difícil de tomar a veces para no parecer demasiado complaciente, pero creo que va más en la dirección de hacer lo que se cree más correcto y racional. Hasta hace poco no había pensado que pudiera estar cometiendo un error.

Y en muchos casos las consecuencias no son muy buenas. No en todas las ocasiones se debe tratar de ser imparcial, sobretodo con asuntos que nos conciernen directamente. Por el contrario debemos ser parciales y expresar nuestras ideas y opiniones aunque con ello corramos el riesgo de entrar en contradicción con terceros. Es la única manera también de ser un agente de cambio y de tratar de llegar hacia un destino: hay que mover el timón del barco para llegar a algún lugar o sacarlo de uno. Para alcanzar una meta, un objetivo, hasta para conseguir un trabajo no se puede ser totalmente neutral. El barco no puede ir exclusivamente en la dirección que el viento quiera llevarlo. Hay que tratar de moverlo en alguna dirección o en contra de alguna.

El temor de quitarle la libertad de decidir a un tercero y el miedo de atentar hacia su derecho de ser totalmente libre, no debe llegar hasta el extremo de que parezca el que no se tengan sus propias preferencias y de que en consecuencia se corra el riesgo de que las mismas pasen totalmente inadvertidas. Independientemente del conflicto de intereses que pudiera crearse, una vez el mismo se ha presentado es prácticamente imposible no tomar algún partido y en una situación así es mejor subir a cubierta y empuñar el timón o abandonar el barco para que otros puedan dirigirlo.

Si alguien ha comprendido lo que he escrito por favor que me lo explique... No estoy seguro de qué se trata todo esto. Yo mismo no me entiendo y mucho menos pretendo que alguien me pueda entender....

2 comments:

Carol, Lur, o llámame algo bonito xD said...

Con ejemplos lo entendería mejor, (en conversaciones suelo pedirlos para hacerme una idea más aproximada), pero creo que intuitivamente pillo un poco lo que quieres decir.
La verdad es que te honra y mucho esa sensibilidad para estar atento con aquello que puede molestar, o en este caso "limitar" a los demás. Y el difícil equilibrio con dar opiniones e implicarte de modo que demuestres interés o que te afecta (de afecto)y que tienes tus preferencias y tu punto de vista...

Un beso!!

P.D. Y ya que estamos sentaditos en el café de Fernando, en el que también se sirve algún pinchito...a vé, quiero, quiero... un poquito de ese rico paté de almendras y pimiento con un picatoste para untar, con un mostito. ((Un día de estos ;-) )

Fernando said...

Creo Carol que deberíamos tener esa conversación. En realidad hace mucho que no tenemos una y las ganas deben estarse acumulando y no es bueno dejar toda esa energía retenida: podría explotar...

Muchas gracias: lo que te honra a ti a mí también!

Y sí, el paté ya es un proyecto que está en su fase de ejecución. Debo conseguir los ingredientes lo más rápido posible y estoy estudiando algunas alternativas: probablemente necesite una ayudita...

Y te mando una docena de besos libertarios!

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