Sunday, March 25, 2012

Una pequeña crisis

Conocen la expresión esa que dice "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde".

No, ¡alto ahí! No vayan a adelantarse y pensar que acabo de perder algo y recién me vine a dar cuenta de lo mucho que me importaba. Por suerte todavía eso no ha acontecido. Me ha pasado, como a todos, pero no es el caso ahora. No obstante pudo serlo y sentí como si así hubiera ocurrido recientemente luego de un mes sin trabajo. La ansiedad se apoderó de mí por momentos, luego de ver que nada estaba pasando a unas escasas semanas de haber dejado mi otro trabajo, haber ido a varias entrevistas y ver que no me llamaban de manera definitiva a seguidas de ninguna.

La situación llegó a su punto más crítico cuando al comienzo de la tercera semana de Febrero descubrí con horror que no había más ofertas de trabajo para el sector que yo estaba interesado y en donde había estado enviando solicitudes desde comienzos de ese mes. Y la razón se debía a que para asegurar un puesto yo debí haber comenzado a solicitar a comienzos de año pero yo no podía en ese entonces porque puse mi renuncia el 2 de Enero y le di 2 semanas de aviso, lo que quiere decir que salí efectivamente el 16 de ese mes. Además necesitaba sacar una licencia de seguros (Accidente, Vida y Salud) que era crucial para los fines del sector en el que deseaba emplearme.

Me pasé casi una semana en una aula estudiando como un loco para conseguir esa licencia que era un requísito obligatorio y tuve que pasar dos exámenes que poca gente pasa en su primera oportunidad (dicho por los administradores del examen). El 30 de Enero lo conseguí todo por fin y entonces pensé que por tener la dichosa licencia iba a ser como pan comido ... todo muy fácil y con ello trabajo la semana siguiente.

No tan rápido. Aunque tenía experiencia trabajando en el área de la salud, específicamente en Ventas y Marketing yo estaba en desventaja porque había estado fuera de ese sector por más de 6 años. Y el área de interés era realmente nueva y mucho más delicada por el tipo de población a la que se dirige (personas retiradas en su mayoría).

Para no cansarlos, realmente conseguí emplearme no a través de los sitios de internet especializados en publicar ofertas de trabajo de las compañías sino por la referencia que me hizo una amiga de una compañía nueva en el mercado y que ni siquiera tenía anuncios en ninguna parte.... Me las ingenié para enviarles un resumé y lo demás es historia. Luego de una entrevista me enviaron un email el 24 de Febrero en donde me hicieron la oferta para comenzar el 28, la cual acepté sin titubear (seguro lo seguro) aún faltando asistir a otra entrevista con otra compañía.

Y la razón de todo el estrés inicial vino porque realmente durante mucho tiempo no me había puesto a pensar en serio en las cosas que iba a perder o debía renunciar una vez el dinero con que contaba se hubiera acabado. El pensar en las alternativas que tenía por delante y las vicisitudes que se avecinaban me hicieron realmente tambalear... Por lo menos durante un par de días. Recuerdo que la calma vino luego que comencé a aceptar cuál iba a ser mi nueva realidad y el llamado a la humildad comenzó a imponerse dentro de mi cabeza.

Y luego de esa pequeña crisis no hay día que no haya dejado de pensar en lo cómoda que ha sido mi vida estos últimos años y lo agradecido que debería estar de vivir en mis términos dando por sentado o haciendo cosas que realmente no todo el mundo puede darse el lujo de disfrutar...

Saturday, March 3, 2012

La libertad

La libertad es algo difícil de definir. Pero es una de esas cosas que uno sabe que nos hace falta a partir del momento en que no la tenemos. O que uno siente que no tiene cuando quiere hacer cosas y por alguna razón no puede. Podríamos decir que es algo que no sabemos exactamente lo que es pero aún así, podemos identificar y señalar cuando de inmediato la percibimos o en cambio podemos descubrir su ausencia cuando por algún motivo nos sentimos asfixiados de todo aquello que nos circunda (debe ser como el aire).

En otras palabras, uno sabe, sin entrar en detalles, cuando se tiene libertad y cuando no, aunque no se pueda explicar claramente el porqué. Sabemos cuando no somos libres, aún cuando sólo podamos contar con la inefable y frustrante sensación del sentimiento; aún cuando no exista ningún atajo de palabras que nos guíe y nos haga más fácil descifrar la ruta por la que podamos llegar al preciso lugar que lo describe.


Y no nos referimos precisamente a ese tipo de libertad que por razones físicas y biológicas se nos ha negado y que no podremos nunca alcanzar de manera directa, motivos que nos impiden realizar muchas cosas que quisiéramos hacer. Volar como los aviones o las aves, nadar como los peces, respirar bajo el agua son ideas que se me ocurren en el momento y así como esas hay miles de ellas.

Para mí ser libre es algo muy precioso y preciado y quizás hasta imprescindible como lo es respirar. Pero no significa lo mismo para todos. Existe en grados y parece que cometemos el error de dar por sentado que para todo el mundo es igual y que todos la vemos o la comprendemos de la misma manera. El que no todo el mundo la aprecie en la misma proporción o que las personas no la vean tan clara como otros puede hacernos aparecer en algunas circunstancias, talvez, como difíciles de entender y hasta inseguros de las cosas que queremos.

Nada más lejos de la realidad. Quizás no nos gusta que influyan en nuestras decisiones. Nos gusta elegir, formarnos nuestra propio juicio de las cosas, tratamos de ser independientes. Pero por lo mismo creemos que todo el mundo tiene el mismo derecho y por tanto no debemos influenciar las decisiones que deben tomar nuestros semejantes y en consecuencia nos guardamos de opinar sobre asuntos en los que aunque tengamos un idea clara ya formada no creemos debemos intervenir.

En mi caso particular respeto tanto la libertad de decidir, escoger y opinar de las personas sin que se ejerza ningún tipo de presión que llego hasta cohibirme en muchos casos de expresar algunos sentires y deseos míos si estos llegan a estar en conflicto con el de mis interlocutores. Me disgusta sentirme coartado, me parece un método inadecuado de imponer nuestras ideas y  a veces me excedo tratando de ser lo más cuidadoso posible en el sentido de no coartar el derecho de los demás a ser y expresarse. Es una decisión difícil de tomar a veces para no parecer demasiado complaciente, pero creo que va más en la dirección de hacer lo que se cree más correcto y racional. Hasta hace poco no había pensado que pudiera estar cometiendo un error.

Y en muchos casos las consecuencias no son muy buenas. No en todas las ocasiones se debe tratar de ser imparcial, sobretodo con asuntos que nos conciernen directamente. Por el contrario debemos ser parciales y expresar nuestras ideas y opiniones aunque con ello corramos el riesgo de entrar en contradicción con terceros. Es la única manera también de ser un agente de cambio y de tratar de llegar hacia un destino: hay que mover el timón del barco para llegar a algún lugar o sacarlo de uno. Para alcanzar una meta, un objetivo, hasta para conseguir un trabajo no se puede ser totalmente neutral. El barco no puede ir exclusivamente en la dirección que el viento quiera llevarlo. Hay que tratar de moverlo en alguna dirección o en contra de alguna.

El temor de quitarle la libertad de decidir a un tercero y el miedo de atentar hacia su derecho de ser totalmente libre, no debe llegar hasta el extremo de que parezca el que no se tengan sus propias preferencias y de que en consecuencia se corra el riesgo de que las mismas pasen totalmente inadvertidas. Independientemente del conflicto de intereses que pudiera crearse, una vez el mismo se ha presentado es prácticamente imposible no tomar algún partido y en una situación así es mejor subir a cubierta y empuñar el timón o abandonar el barco para que otros puedan dirigirlo.

Si alguien ha comprendido lo que he escrito por favor que me lo explique... No estoy seguro de qué se trata todo esto. Yo mismo no me entiendo y mucho menos pretendo que alguien me pueda entender....
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