Pasarle las manos a los muertos, tocarlos parece ser una especie de ritual. No sé si surge de manera espontánea o si se transmite por observación. Lo que sí sé es que parece ser como una especie de adiós, algo así como un último contacto con la persona muerta o lo que queda de ella.
Quizás vi hacer eso muchas veces pero comencé a prestarle atención cuando murió la madre de
Simón. Salvador Tavárez un amigo común al observar esta especie de ritual hizo una especie de comentario filosófico dirigido a hacer resaltar que lo que veíamos ahí en la caja tenía muy poco que ver con la persona por la que estábamos allí. Esos restos no eran la persona, o muy poco de ella podíamos atribuírle a esa presencia ya muerta.
Vi a mi hermana mayor pasarle las manos con mucha devoción a lo quedó de nuestro padre y vi a mi hermanita menor hacer lo mismo en días pasados ante el cuerpo de lo que fue nuestra tía. Sin quitarle mérito al significado que hacer esto podría tener, a mí en lo particular me resulta difícil hacer cosas como ésas. No creo que tenga ningún miedo en hacerlo pero no le veo ningún sentido sabiendo ya que muy poco de la persona venerada ya no está ahí.
Lo que quiero resaltar al recontar estas historias es la dificultad de ubicar donde reside la personalidad de alguien. Y pienso en la mía y en las de las personas a mi alrededor.
No somos y somos nuestros cuerpos y ahora que está de moda Facebook, somos algo más que nuestras caras y sin embargo mucha de la evaluación que hacemos de nosotros y de los demás está basada en nuestra apariencia y la de los otros/as.
¿Quién soy yo? ¿Quién eres tú? ¿Quiénes somos todos nosotros y hacia dónde vamos cuando morimos?
Pienso que tal vez el cuerpo sea un medio de expresión que nos es entregado para que nos transportemos, lo disfrutemos, lo utilicemos sabiamente pero ni remotamente somos su equivalencia ni podemos reducirnos ni reducir a los demás a lo que aparentamos a través de él..., aunque esta sea una tarea difícil de ejecutar como Daniel y yo pudimos constatar al ver un chromo de mujer (Dolce Gabana desde la cabeza hasta los pies) que desde una mesa de al lado coqueteaba con nosotros en la capital dominicana...