Tuesday, December 26, 2023

Ojo a la manipulación propagandística

 Hasta hace unos pocos años había creído que era muy acertada y encomiable la estrategia publicitaria aquella de prevenir el consumo excesivo de alcohol añadiendo en los anuncios un cintillo o frase que invitaba al público a beber responsablemente o de manera moderada. Hoy en día no pienso lo mismo. Cambíe de idea cuando alguien me hizo ver que esa campaña fue creada por las propias compañías productoras y comercializadoras de bebidas alcohólicas con el fin de transferir la responsabilidad de su consumo (y sus efectos colaterales) a los clientes. No importaba que promocionarlas podría provocar addicción y otra serie de problemas adicionales tanto a la sociedad como al organismo consumidor. Era como lavarse las manos: no tengo la culpa de los problemas que te genera consumir esta sustancia pero al mismo tiempo inundo la radio, la televisión, billboards, periódicos y revistas con anuncios que incentivan la ingesta de estas bebidas.

De manera más reciente veo que lo mismo ha estado ocurriendo en el sector ambiental, la conservación de los recursos naturales y el consumo de hidrocarburos. La propaganda de las grandes compañías productoras de petróleo quienes de manera indiscutible son responsables de los cambios climáticos y el calentamiento global, han estado tratando desde hace años de transferir la responsabilidad de estos cambios al público en general y al individuo de manera particular. Esas compañías han sido las que se han inventado el concepto de la huella de carbono o carbon footprint en inglés, que intentan poner un número, un valor relativo en las actividades que realizamos en cuanto a la emisión de los gases que producen el efecto invernadero.

La idea es tratar de  desviar la atención de quiénes serían los verdaderos responsables de los cambios climáticos y al mismo tiempo tratar de hacernos sentir culpables por las actividades que realizamos pues a todo lo que hacemos y todo lo que consumimos podemos ponerle un valor en cuanto a la cantidad de CO2 que está asociada con hacer algo o comprar cada cosa con las que nos ponemos en contacto. Es una idea muy ingeniosa, no creen?

La verdad es que es muy poco lo que podemos hacer de manera individual para mitigar las consecuencias del cambio climático. Eso no quiere decir que no podemos hacer algo pero en realidad las decisiones que realmente ejercen un gran impacto en la reducción de la emisión de los gases de carbono, esas son decisiones políticas que corresponden a los gobiernos y sobretodo a los grandes emisores de esas particulas quienes tienen el poder de reglamentarlas y/o dejar de emitirlas de una vez por todas. Ambas entidades deberían trabajar en conjunto para buscar alternativas. De hecho, esas alternativas existen pero se necesita la voluntad gubernamental y corporativa para ponerlas en ejecución.

Darnos cuenta de todas estas manipulaciones nos hace sentir menos culpables de nuestras actos personales y a la vez nos hace más concientes hacia la dirección en la que debemos dirigir nuestros esfuerzos para poner un verdadero freno que contrarreste los efectos nefastos derivados del calentamiento del planeta. 

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