Que todo tiempo pasado parece ser mejor es algo que repiten todas las generaciones. Las personas vivimos con un pie en el pasado, el cual nos da trabajo o no queremos sacar. De manera inconsciente e involuntaria, la referencia a eventos ocurridos en nuestra niñez, nuestros años adolescentes y hasta hace unos cuantos lustros o décadas atrás permean nuestra realidad de hoy e invaden nuestro diario vivir.
En unos individuos más que en otros, como en todas las cosas, el rasgo podría estar mucho más acentuado que en el resto de los demás mortales. Para los primeros no es raro llegar hasta el extremo de negar la existencia de las cosas buenas del presente y éste no serviría para otra cosa que no fuera para exaltar los valores y las virtudes de otros tiempos (siempre pasados). No es inusual escuchar entonces a esa gente cuando dice y repite: ahora no se hace música, antes sí se hacía música o ésta, la música de hoy no sirve, antes sí se hacía buena letra.
Me parece a mí que en todos los tiempos siempre va a existir esa tensión entre lo que fue el pasado y lo que es el presente, el hoy. Y en todos los tiempos coexistirán cosas buenas y cosas malas, cosas que nos gustan y cosas que no lo harán y no necesariamente porque no nos gusten tendrán que ser intrínsecamente malas.
Es natural y fácil que apreciemos mucho más lo que sin proponérnoslo le hemos dedicado mucho más tiempo y la premisa se convierte en una profesía de autocumplimiento, una profesía que se cumple a sí misma cuando cerramos las puertas a otras opciones y no hacemos el esfuerzo -que en esta etapa tiene que ser ejercido ya de manera consciente- de abrirnos en tiempo y espacio a las realidades del hoy.
La situación adquiere ribetes un tanto surrealistas cuando sin advertirlo vivimos y construímos un nuevo presente cargado con las experiencias del pasado; presente que en unos años más será recordado como experiencia del pasado, pero que en su momento no pudo ser apreciado adecuadamente porque se estuvo ocupado recordando otras experiencias de un pasado más lejano.
¿Será que nuestra tarea a lo largo de la vida es construir y acumular experiencias que luego recrearemos en un presente futuro hasta el punto de hacer un presente del pasado matizado ahora con nuevas vivencias y con una mejor perspectiva de lo que fueron esos tiempos anteriores?
Para no complicar más las cosas, debo decir que este tema surgió a consecuencia de la diversión gratuita que nos proporcionó a mi cuñada y a mí, Daniel y un grupo de sus ex-compañeros del bachillerato agrícola cuando se reunieron hace unos pocos días en el Bronx.
Hay que decir que el alcohol ayuda y al final de la jornada creo que no faltó un solo ex-compañero que ellos no llamaran o despertaran sin importar si estaba del otro lado del mar o no para recrear todas esas historias y el hecho de que una parte de ellos estaban ese día reunidos..
Tal vez el único con quién no pudieron hablar fue con Vicente quien murió a destiempo en el accidente aéreo que ocurrió un mes despues de la caída de las torres gemelas en el 2001. Pero quién sabe si con los adelantos de la tecnología o algunos poderes ocultos secretos que alguien del grupo pudiera poseer, encontraron alguna manera de comunicarse con él tambien...
7 comments:
Los amigos cuando se juntan generalmente llaman a los otros para darles un poco de envidia y comentar algunas de las nuevas cosas que ocurren entre ellos, no siempre para recordar el pasado, aunque, de paso, eso se hace tambien. Se usa mucho el "supiste lo ultimo de fulano..." , "Sabes con quien estoy aqui?..." , etc., etc. Hay un proceso de actualizacion entre las partes, que forma parte del goce de compartir porque generalmente esto va acompañado de las ultimas anecdotas, de los cambios mas recientes, etc.
En un grupo que crece junto siempre hay personajes estelares cuya presencia hay que disfrutar y es de ahi que viene la euforia de los encuentros y ocurre mucho aquello de "echarle vainas" a los que no pueden estar alli. Recordar es solo una parte de esa celebracion.
Perdón, se me olvidaba el que los humanos somos pecadores por naturaleza. Creo que la envidia es uno de esos pecados y si no me equivoco es uno de los siete pecados capitales (pecado mortal en boca de mi mamá).
¿Debería entonces actualizar el post y decir que un grupo de ustedes se junta para hacer pecar a sus demás ex-companeros? En ese caso como debería llamarse ese pecado de hacer pecar a terceros. ¿Será un pecado mortal tambien?
Me pones a pensar, extrapolando entonces, que mucho del goce de la vida tiene que ver con hacer sufrir a los otros, o pretender que se los hacer sufrir poseyendo cosas que en realidad no nos producen tanta satisfacción pero el que los otros no la tengan sí, ¿o no?
Hey, ganas de joder... jaj a ja
Ja ja ja
Sin relajos, parece que si. Hay un goce en la exhibicion. Por lo menos entre dominicanos. Hay un cuento famoso de un tipo que persigue por años a una joven y finalmente, harta del asedio, ella acuerda salir con el pero le advierte que no debera contar nada al respecto. El tipo inicialmente acepta, pero luego de una pausa, le dice a la joven: "mejor no salgamos nada, que si yo no lo puedo decir prefiero no hacerlo".
La gente goza haciendole saber al otro su bienestar, real o ficticio. Ejemplos sobran, no?
Personalmente me importa poco. Es mas, disfruto el anonimato (a pesar de las fotos). je
Creo que uno de los primeros deleites de un niño-siendo conscientes de que existe ahí fuera un "otro" distinto-
es cuando vuelve los ojos a su mamá
lleno de ilusión y le dice...
¡mamá mira lo que hago! ;)
Después
buscamos otros interlocutores, otras miradas, otros cómplices... y seguimos preguntando ¿viste pibe?? ;). A veces serán personas que "ya no están"? pero las hemos incorporado dentro
formando parte de
... ese coro de acompañantes internos que siempre llevamos dentro, y
¡que tampoco nos falten! no?
Besotes interpeladores
Aaah!, muy chisposo el chaskarrillo que cuenta Dani sobre el joven pretendiente
Upps, y una txikicosita más:
En el Libro de los Abrazos de Galeano aprendí que Recordar, viene de re-cordis: volver a pasar por el corazón. :) (me suele encantar re-cordarlo)
Carol, en una nota que me envió Daniel él me aclara que lo que se recuerda puede ser tanto agradable como desagradable y en este último caso no se siente tan bien volver a pasar por el corazón esas cosas que uno prefier olvidar...
Revivir lo que nos ha hecho sufrir parece ser bueno para la terapia, pero para todo lo demás es bastante doloroso... ja ja
Así vamos a volver a pasar por el corazón sólo aquéllas cosas que nos han hecho felices (por ahora).
Besos tranquilizantes y para el recuerdo!
Post a Comment