Me pareció curiosa y llamativa la forma como cargaba a su niño de meses. Lo llevaba en una especie de arse colocado en frente de su pecho lo que permitía que tanto ella como el/la bebé tuvieran completa mobilidad. Estaban colocados de frente, bien apretaditos pero el pequeño con las manos y los pies sueltos.
Ella aprovechaba para jugar y agarrarle las manitas y mirándose a los ojos se podía intuir una especie de diálogo inaudible entre ellos. No sé si lo estoy imaginando pero creo haber distinguido una sonrisa dibujada en ambos rostros y creo haber oído algún sonido gutural que se escapó de la garganta del bebé.
Lo cual me hace pensar en aquéllo de que a veces las palabras son innecesarias. Es más, salen sobrando. Me atrevo a filosofar y decir que cuando existe una verdadera conexión las emociones resultantes son más que suficientes para hacer verdadero el intercambio.
Lo cierto es que me perdí un poco y en mi ensimismamiento olvidé que puede ser un poco invasivo quedarse mirando a alguien de manera fija por mucho tiempo. 5 o 10 segundos.
Por suerte existen otros códigos que modulan la interrelación cotidiana. Códigos no expresables fácilmente con palabras, inefables si se quiere pero igualmente poderosos.
Al pasar por mi lado -comprendiendo quizás la naturaleza inofensiva de mis expresiones- ella dijo: Hi!
Y yo como volviendo en mí le contesté: Hi!!!!
Yo continúe parado en la acera mientras observaba como ella se alejaba dándome la espalda y rápidamente reanudaba la interrumpida interacción/conversación/sincronía muda con su bebé...
11 comments:
Creo que la verdadera conexiòn de la que hablas es la intuición, intuimos lo que el otro piensa o siente.
La intuiciòn es en muchos casos mas fuerte que las palabras, como cuando alguien nos miente, las palabras nos pueden decir si, pero sabemos que NO.
Como sea...
La ùnica manera de dejar las cosas claras es hablando.
El amor tiene ese poder: el poder expresarse sin mediar palabras. Sólo tiene que existir, y lo demás sobra.
A veces es mejor no correr el riesgo de que nos mientan. Cuando las cosas llegan a ese punto no hay vuelta para atrás.
Pero bueno, de lo que se trata es de interpretar o dejarse llevar de esas formas de comunicación sutiles que no necesitan de las palabras para encontrar eco en sus participantes. ¿Verdad Sheila? Tu ejemplo es uno de ellos.
El sólo hecho de vivir es un riesgo. Temer que nos mientan quienes amamos nos hace vivir en un estado de incertidumbres y dudas, que nos impide ser felices y disfrutar a plenitud de lo que tenemos frente a nosotr@s.
Esas formas sutiles de comunicación, como les llamas, son las más genuinas, pues no pueden fingirse con palabras.
Parece que mi comentario fue un poco ambiguo Sheila. Y podría interpretarse de cualquier modo: cuando me refería a que a veces es mejor no correr el riesgo a que nos mientan, lo decía en respuesta a la frase de Andresen "la única manera de dejar las cosas claras es hablando", lo cual en realidad, cuando uno presiente que alguien le está mintiendo generalmente no nos equivocamos. Las personas pueden negarlo, lo cual es una mentira y ese riesgo era el que tomaba en cuenta.
Yo puedo vivir aceptando que algo existe, pero si me dicen que es falso y luego descubro que sí tenía la razón, para mí no hay perdón...
^_^ ^_^ -_O .... ^_^ ^_^ ^_^
vamos que en la edición los supuestos emoticóns que quise ponel no se ven muy allá, con uno también bastaría, y así entramos los 4 y todos los contertulios
^_^
Tantas palabras y tal vez lo que pasa es que tu quieras un nene para jugar con el. No?
Seguro que no hay un chin de envidia ahi?
Quizás hay envidia pero no en la forma como la planteas. Podría envidiar al bebé por estar jugando con la nena.
Talvez hubiera querido estar en su lugar y dadas las circunstancias probablemente tu tambien, de eso no me cabe dudas!!!!
xD xD xD
Eso que describes en el texto se llama empatía.
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