El café está abierto. Podemos quedarnos aquí pasándola divino y degustando uno que otro aperitivo que los visitantes tengan a bien traer.
De todos modos la casa invita y lo que nunca se queda, porque hay en abundancia es un rico café con un tostado al estilo francés que conserva toda el sabor del café sin ser muy amargo.
Los invitados tienen toda la libertad de sugerir otras opciones y mientras tanto podemos enfocarnos en uno que otro tema que podamos discutir. Ah, porque en este negocio nos encantan las discusiones..., al estilo de los clásicos: sin golpes ni empellones. Puras discusiones filosóficas, metafísicas, existenciales. Estas últimas son geniales.
Pero habando de clásicos acabo de descubrir esta señorita que es un producto local (NY) de 22 años que canta como un ángel: Rachel Smyth-Godinger. En lo que calentamos los motores y yo me voy a desayunar con mis amigas, pues se las dejo.
1 comment:
Y que más que dispuestos estamos por repartir dosis medicinales de ronroneo digital...,que luego podrán intercambiarse por otros tipos más contantes y sonantes...¿Se podría?
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