A veces yo me comporto muy mal y debería recibir uno que otro castigo. A veces eso no sucede y no recibo lo merecido quizás porque los dioses se apiadan de mí y me perdonan una que otra travesura. Tal vez en el fondo yo les caigo bien o ellos -los dioses- están tan ocupados que ni cuenta se dan de las cosas malas que hago, ¿quién sabe?
Lo mejor que puedo hacer en esos casos es exponerme públicamente y hacer lo que se llama un Mea Culpa o admitir mi culpabilidad para que los demás decidan el castigo apropiado que me merezco. Pero por favor, nada de Avemarías ni rezar Padrenuestros no porque no sean un verdadero castigo sino porque no me llevarían a ningún arrepentimiento verdadero.
Les cuento que el viernes pasado, pasado el mediodía estaba dentro del vehículo y en frente de un cliente que acababa de visitar. Escuchaba música como de costumbre y decidía de antemano lo que iba a ser mi próximo movimiento cuando un vendedor de esos que pululan por las calles se me acercó por la ventana y me sugirió que bajara el cristal para decirme algo. La música si me gusta me pone generalmente de un humor excelente y además para no ser descortés accedí casi de inmediato. Es una forma mía también de ser condescendiente con la clase y me motiva siempre escuchar la estrategia que alguien tiene para tratar de convencerme a comprar un producto que yo no necesariamente ando buscando.
Este vendedor de referencia no desaprovechó la oportunidad que le fue dada e inmediatamente se hizo a la carga abriendo los brazos llenos de CDs con los que andaba y no perdió tiempo para desplegar todos sus recursos oratorios con el fin de hacerme comprar uno de sus CD. Me dijo que él era un DJ y que había grabado los clásicos del Mambo, de la Salsa y de no sé cuantas cosas más.
Y entonces ahí fue que yo metí la pata hasta el fondo. Le señalé el radio y agarrando el botón del volumen lo subí un poco y le dije: "esto es lo que a mí me gusta y escucho"...
El se calló de repente y luego de pensar unos segundos me dijo: "mis respetos para usted". Y sin decir más se marchó por ahí mismo.
Y yo me sentí terriblemente mal. Todavía cuando lo pienso me siento así. Sin proponérmelo fue como una especie de humillación y a estas alturas no sé cual se siente más humillado por haber actuado así, si el vendedor o yo...Para redimirme si es que acaso existe la redención en este mundo, debo decir que eso fue una tentación de los demonios y que generalmente no soy así y lucho y critico constantemente el que se hagan cosas como esa en este mundo...etc, etc.
Para los curiosos, la música que estaba escuchando era una como esta del compositor Franz Krommer.
Y felicidades para la Carolina por los nuevos peldaños alcanzados. Tu éxito es mío también y lo disfruto no sólo con orgullo sino con muchísimo placer y entusiasmo (con decirte que hasta mis penas por los pecados cometidos también se alivian). Muchos besos!!!
4 comments:
Fernando, creo que hiciste lo que sentías, y lo que era real. Fuiste sincero, y le dijiste lo que te gusta oir. No le hiciste perder su tiempo, ni le compraste por complacerlo, pues eso es más dañino. Dirás que la forma que usaste para hacérselo saber es lo que te duele, pero es una realidad, no le mentiste.
Cuando a mi puerta tocan testigos de Jehová con la intención de "predicarme" yo los repajilo inmediatamente, diciéndoles: "soy atea, no me interesa lo que tiene que decirme", y no hablo más. No me voy a martirizar escuchando algo que no me gusta y en lo que no creo.
Quizá te pareció que te trató con más respeto de lo que lo hiciste tú? (da igual el gesto, porque tú si tienes la valoración hacia el -o lo que hacía- por dentro). Igual simplemente supuso que era tan diferente a lo que te ofrecía que no tenía nada que hacer y lo dejó, eso sí con digna "elegancia".
En cualquier caso es probable que te sorprendiera la forma de contestarte y que lo dejara en seco. Es eso?
En realidad sin haber estado presente es muy difícil calibrar lo que realmente transmitimos por el lenguaje no verbal y como se lo toma cada cual no?.
Yo suelo caer en que me da pena que me ofrezcan algo y no estar por comprarlo si me da por pensar que necesita que se lo compren (si no es una cosa abusiva ni completamente inecesaria), pero ahora mismo no está el horno para muchos bollos por acá -ni puedo andar comprando aunque sea en pequeñas cantidades a diestro y siniestro-. Así mismo la pena quita fuerza por el que se siente tal cosa, en vez de simple respeto y aceptar que no siempre dos necesidades pueden encontrar el intercambio preciso. Cachis.
Recuerdo un día estar en el metro y encontrarme con un señor extranjero que tocaba el violín (no era playback) de manera que "tocaba mi fibra sensible" de verdad además de técnicamente brillante. Era un hombre mayor vestido como antes, con corbata y traje, aunque se notaba que el traje tenía sus años. Le acompañaba su mujer. Miré cuánto costaba el cd y me resultaba carillo. También se le podía echar unas monedas por su actuación in situ.Así que así lo hice, intercambiando algunas palabras. Me dijo que era de polonia y le dije que tocaba realmente bien pero que no podía comprarle el cd, me devolvió una sonrisa maravillosa y muy tierna y me dijo dignamente que no importaba que le daba una gran satisfacción que me hubiera alegrado el rato. Me fui.... y después de repensármelo... volví a comprarle el cd rebuscando entre mi cartera y haciendo mis cálculos de a qué tendría que renunciar.
Además de clásicos resultó que tenía unas canciones versioneadas de música jazz-blues'era.:-)) chupiii. Creo que hice una compra divina, porque además hoy me acuerdo de ellos y me gustó el intercambio de ... lo que fuera.
No siempre sucede y muchas veces renuncio a comprar ya digo... o echar monedas a cada paso, porque me quedaría tontamente para ese día sin lo que necesito... y también a veces me quedo con una mala sensación...de que podía haber ayudado a alguien más. Lo jodido es que aún no cogiendo nada, quedarse con la sensación de que las maneras pueden herir, que es lo que te pasó no?. También trato de ser cuidadosa, porque la conciencia reclama...
Si a la Carolina que te refieres es a múa, ¡muchas gracias!! (recuerda que tienes más amigas con ese nombre y no sería la primera vez que hubiera equívocos jajajaj).
Un abrazooo
El punto Sheila no es sólo decir la verdad sino también que hay que saber decirla. Si decir la verdad significa hacer sentir al otro por debajo y colocarme yo en una posición superior entonces prefiero decir una mentira... Ese hombre estaba tratando de ganarse su vida de una manera más o menos honrada (aunque probablemente los discos que vendía fueran pirateados, pero ese ya es otro asunto).
Yo pude haber descorazonado a ese vendedor de tal manera que no quisiera acercarse a otro cliente en todo el día y pensar eso es lo que me hace sentir incómodo...
Y Carolina me interpretas correctamente y me alegra saber tu posición al respecto. No me costaría mucho trabajo actuar de la manera como lo haces más a menudo si la prisa por ir a alguna parte no siempre se interpusiese con los buenos deseos.
Pero creo recordar haber actuado así alguna que otra vez...
Y evidentemente que la Carolina a que me refiero eres tú .... Parte del encanto es precisamente saber que se trata de tí y tú bien sabes el porqué...
... con un poco de suerte lo que pasó es que estaba tan enfocado a su quehacer que decidió no perder más tiempo e ir a ofrecer su producto a otros... quí lo sá? no puedes estar completamente seguro de cómo se lo tomó de verdad si no es por más indicios no?
(y a tí te valió para bajar a tierra y enfocarte más en cómo te gustaría que te trataran y tratar) :-)). A veces tengo la sensación de que muchos que escuchan tal música (oooh los clásicos de los clásicos...) "devaloran" la popular y los gustos de escuchadores... como me pasa con el reggatón pero al revés... que digo sho que cómo puede gustar esso que poca culturancia y "naricilla pa arriba" jajajajajj
Entonces gracias Fer por tu felicitación!
y un besoooouu de licenciada jejejeej (creo que saben igual)
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