Jorge Luis Borges parecio tener una gran fascinacion por las peleas callejeras y los cuchillos. Los cuentos de Horacio Quiroga son insufribles describiendo realidades de horror y pesadilla. En dias pasados tuve que presenciar la muerte de Ciceron en la serie "Rome" de HBO. Fue una muerte tan espectacular que aun mi hermano que disfruta las escenas violentas no quiso verla de nuevo cuando estaba repasando el capitulo. Sabiendo Ciceron que su muerte era inevitable, el y su verdugo escogieron la mejor posicion para que la espada le atravesara el corazon en el menor tiempo posible. Los borbotones de sangre que brotaron de esa herida nos salpicaron a ambos.
No me es dificil imaginarme las peleas modernas a tiros o las guerras con aviones, bombas y proyectiles; lo que si me aterrorizan son las guerras antiguas. Dos ejercitos que se citan en un lugar para matarse a cuchilladas. El sonido del acero traspasando la carne es una imagen que me da trabajo procesar. En los deportes, la violencia que se genera aun en las situaciones mas extremas no es algo dificil de manejar. Todo el que ha jugado en el patio de su casa o se ha tirado en una yagua lomas abajo sabe que los golpes y los "estrallones" no duelen en medio del calor del juego. No podria decir lo mismo de los duelos o las citas clandestinas para matarse a golpes. Hay algo de barbarie implicito en esta clase de actos. Se necesita cierto tipo de determinacion que parece yo no tengo. Por eso quizas a mi nunca se me olvida "La paja". Este fue el sitio en el que muchos Cuevanos dirimieron sus asuntos personales. Eran los tiempos en el que la siembra de Mani se habia hecho popular y a alguien se le ocurrio hacer un "Ring de Boxeo" con la cascara del Mani (la paja) detras del almacen donde este se descascaraba. Un par de guantes de Boxeo hicieron el resto. La escuela primaria de aquellos tiempos, llena de estudiantes pasados de edad para sus grados, era la fuente principal donde se generaban los conflictos e hicieron popular la frase: Nos vemos en la Paja.
1 comment:
Nos vemos en la paja, aunque con la paja en el ojo no se pueda ver.
Tuve la oportunidad de leerme una biografía muy bien escrita sobre Borges en la cual hablaba el autor de la fascinación de Borges por este tipo de peleas.
Borges decía que para pelear con cuchillos había que tener mucho valor y agilidad, ya que el arma es bien corta y la destreza que se requiere para manipularla tiene que ser mucha.
Borges además decía que una muerte a cuchillos es infinita, ya que se revivirá cada vez que alguien muera acuchillado.
El tiene un cuento llamado Juan Muraña, en el cual se ve esta teoría de que el cuchillo es el protagonista y no los cuchilleros, ya que este es el que ejecuta, sin importar en que mano está.
La vida de los barrios de mala muerte de buenos Aires le fascinó mucho a Borges, la mayoría de sus historias fueron inspiradas en mitos de barrio, que un buen amigo de su papá le solía contar además de enseñarle un poco acerca del lunfardo, el dialecto de los malevos.
La pelea sobre la paja me hizo recordar a las peleas sobre el acerrín que tenía con mis amigos de infancia.
Te cuidas.
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