La poca o mucha inteligencia que nos ha tocado no es inamovible. Y el estado en que se encuentre en cualquier momento depende de lo que hayamos hecho o no para incrementarla o mantenerla. No basta con que hayamos ido a la universidad y nos hayamos graduado de una carrera, si no utilizamos nuestras destrezas y creamos otras nuevas corremos el riesgo de embrutecernos. La expresión esa "if you don't use it you lose it" (si no lo usas lo pierdes), es totalmente cierta. Originalmente utilizada por los ortopedas para referirse a lo que pasa si no utilizamos los músculos, la frase es aplicable tambien al cerebro como el órgano base de dónde todo acto inteligente proviene.
Ahora se sabe con certeza que el cerebro es plástico queriendo decir con eso de que es maleable, flexible y adaptable a cualquier circunstancia y situación. Pero esa flexibilidad trabaja en más de una dirección. De la misma manera que nos permite adaptarnos y acomodarnos para aprender habilidades buenas y útiles, tambien sirve (muchas veces sin darnos cuenta) para la adquisición de otras habilidades no tan buenas y que interfieren con nuestro funcionamiento normal en la sociedad.
Y la plasticidad es sólo buena en la medida en la que uno trata nuevas cosas, en la medida en la que uno aprende nuevas técnicas y nuevas estrategias. Si ello no ocurre entonces la plasticidad se pierde y somos víctimas de la rigidez, el cerebro se pone en automático y la inteligencia sufre, se deteriora. Esto es más fácil de comprender si nos imaginamos el cerebro como una montaña de nieve sobre la cual nos deslizamos y donde todas las opciones son posibles y atractivas. Mas, cuando escogemos una y sólo una el deslizamiento contínuo va a provocar profundos surcos que a la larga determinan la dirección (rigidez) hacia donde el camino nos lleva en vez de ser uno quien dirija hacia donde quiere ir. Asímismo las razones por las que utilizamos ese camino en un primer momento pudieran haber desaparecido ya y sin embargo continuamos recorriéndolo de manera infinita perdiendo la oportunidad de conocer otras veredas.
Obviamente cuando aplicamos estos razonamientos a la sociedad, a la realidad, estas ideas no parecen encajar dentro del marco de lo que parece prudente y aconsejable.
Lo ideal basado en esto sería como en la universidad: 5 y 6 materias nuevas cada semestre. En la vida real para mantener todas nuestras aptitudes y facultades funcionando al nivel más óptimo posible deberíamos cambiar de trabajo cada dos o tres años. Sin embargo el sistema laboral está diseñado para premiar la longevidad y perderíamos muchos de los beneficios considerados en base al tiempo que permanecemos en un mismo trabajo.
Por suerte tambien hay otras alternativas y yo las estoy encontrando todas en el blogroll de Michael Merzenich y a su vez en los blogrolls de sus blogrolls....en una espiral que parece no tener fin.
Algunos de ellos me están quitando hasta la respiración!
3 comments:
Tenías tanto sin postear que yo creía que ibas a perder toda tu inteligencia.
Es bueno intentar caminos nuevos, variar, perderse. Se aprende mucho de esa forma.
Si Borges estuviese vivo diría que los blogrollos son un laberinto circular.
Saludos
Esperemos que solo sea la respiración y no la inteligencia.
Sabias que el cerebro hay que dejarlo descansar, no pienses tanto en hacer maldades.
En muchos casos se aprende tan solo observando.
ahh.. yo he pensado demasiado ultimamente, hno quiero atrofiar mi mente, pero quiza se desgaste ose me funda un fussible jjaja...
debo ser inteligente creo y no necesariamente tiene que ver con pensar mucho
fer. me gusta tu regreso
yo te extraño aunque no te lo pienses demasiado
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