Una de las razones por la que escuchamos música popular no es sólo porque ayuda a relajarnos y/o distraernos, sino tambien porque nos identificamos con las letras que la acompañan, las que vienen a ser un reflejo de situaciones que comprendemos y forman parte de nuestras propias vivencias o las ajenas. La lírica de algunas canciones, pienso yo, sirve como válido instrumento para analizar cómo el público expresa o siente la fuerza de algunos fenómenos psicológicos y que son el objeto de estudio de los expertos tanto en el campo como en el laboratorio.
Todas las expresiones de música popular reflejan de alguna manera u otra la manera como el público experimenta esos fenómenos. Tomemos como ejemplo una bachata, género con el cual me siento parcializado últimamente, y digánme si no expresa mejor que nadie la dualidad que existe en nuestra mente entre lo que son nuestros sentimientos y lo que nos dicta la razón: entre lo que se quiere y lo que se puede (contrariamente a lo que dice el refrán:cuando se quiere se puede).
Oigamos esta canción de Frank Reyes:
No sería mala idea el que los departamentos de Psicología de nuestras universidades se dedicaran a hacer un análisis exhaustivo del contenido de estas canciones y se estudiara la posible relación que podrían tener con una población específica y los rasgos que la definen.
Voy a hacer mi parte y desde hoy, me declaro un fiel estudioso de la bachata, creyendo que ella puede ser una buena herramienta para identificar la psicología de tantas y tantas personas que sin importar barreras de idiomas y países se identifican con ese género musical.
5 comments:
Lo que planteas suena interesante Ferdinand, empieza el estudio, me parece excelente idea para un libro, bilingue o trilingue.
Esa música además nos hace sentirnos debajo de la piel de esa gente humilde y trabajadora de nuestra tierra.
saludos.
Bueno el problema es que los sentimientos son un lío (¿leíste bien?, que complicada la vida ¿no?), cuanto más uno quiere controlarlo hay una fuerza mayor que no los deja. Pero seguro que no se quedan en uno toda la vida, sería un daño horrible a nuestro corazón... hay un dicho que reza “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”, ¿Será verdad? Yo creo que si...
Sin dudas la bachata puede ser un buen tema de estudio. ¿Empiezas tú?
Lo que demuestra que Baakanit y Carolin son unos verdaderos bachateros.
Pues si, tengo que oir unas cuantas bachaticas y voy a aprovechar y perderme en esos bares de mala muerte pues me esta haciendo falta un poquito de calle...
Y hay otros que estan tapados por ahi y no quieren reconocer que en el fondo les encanta (inconscientemente les gusta pero la conciencia no los deja).
Baakanit, creo que tu sabes quienes son....no?
No la hagas venir a defenderse!
Es cierto lo que dices, yo hasta he bailado mi bachatita con una bachatera undercover que anda por ahí.
Saludos
Yo oigo bachata desde chiquito (Jose Manuel Calderon, Luisito Segura, etc,) y veia como la gente que le gustaba la bachata tambien vivia parecido a las historias que estas cuentan.
En realidad parece que la musica que cuenta anecdotas, desgracias, desamores, etc., pega en el alma de los pueblos: el tango, la salsa, el corrido mexicano...
Y por supuesto que como producto popular refleja lo que somos...
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