Monday, January 11, 2010

Lo que nos cuesta...

Nunca me olvido, debido a la profunda impresión que me dejó, de aquella idea (aunque si olvidé la fuente de donde la extraje) de lo que significa ser valiente. Hacer algo que consideramos apropiado, algo que es nuestro deber hacer a pesar del miedo que sentimos al hacerlo.

Con el tiempo he descubierto más cosas que se han agregado a aquella idea original. No sólo tiene mérito hacer eso que a pesar del miedo consideramos justo y necesario, sino también todo aquello que nos molesta y nos saca de nuestra zona de confort pero cuya ejecución produce un beneficio duradero, un beneficio que va más allá del placer simple, inmediato y efímero que conseguimos al hacer lo que nos place y no nos cuesta ningún esfuerzo realizar.

Y creo que ahí es que se resume todo en la vida si queremos llenarla de algún significado. En hacer cosas que no queremos hacer, dedicarnos a actividades que nos resultan incómodas y que nos hacen sentir a veces que vamos cuesta arriba pero cuya realización al final le dan sentido a nuestro paso por este mundo de azares, mundo de laberintos y acertijos como dirían algunas gentes más sabias que yo.

3 comments:

Carol, Lur, o llámame algo bonito xD said...

va en la línea y por completar... y también esas cosas que sí queremmos hacer porque así nos lo dicta nuestra conciencia, a pesar de las consecuencias de "ser castigado" o rechazado, excluído, o como poco disgustar, aunque sea lo que en el fondo pensemos que es lo que nos toca hacer, no ya para dormir tranquilos -porque igual tampoco- sino para saber, que aún fallando pudimos cumplir el lema de: "al menos lo intenté, por mí que no quede" (Lema del también queridisimo por mis bichines Jose Antonio Marina).

Hay una cita -que valdría para muchas buenas causas- en un blog muy chulo sobre acogida a "peluditos" abandonados que me gustó (la recordaba vagamente) que dice:

Hay hombres que luchan un día
y son buenos,
hay otros que luchan un año
y son mejores,
hay quienes luchan muchos años
y son muy buenos,
pero hay los que luchan toda la vida,
esos son los imprescindibles"
Bertolt Brecht…


Besabrazo pelúo

Sheila said...

Lo ideal siempre seria hacer lo que nos gusta, cuando nos plazca. El detalle está en que la vida no es tan perfecta, y debemos hacer mil cosas que no nos agradan para poder sobrevivir y vivir en sociedad. La vida es eso, una serie de pequeños y diarios actos heroicos.

Fernando said...

Me gusta tu adición Carolina. Hacer lo que creemos correcto y va de acuerdo con nuestra conciencia pero no está acorde con la de nuestros pares y/o semejantes, genera muchísima tensión y tratar de encontrar el punto medio de equilibrio que alivie la incomodidad es muy difícil. Y de ahí el costo. Cuesta mucho mantener un buen balance sin perder la cabeza.

Y Sheila: hacer lo que nos gusta siempre y cuando nos place tampoco es la panacea. Como ejemplo Casey Johnson que murió recientemente. Heredera billonaria (johnson & johnson), una pobre niña rica que le quitaron todo (ni siquiera tenía con que pagar los servicios de renta, electricidad, etc) por su adicción a las drogas- su estilo de vida. A los 17 le regalaron un Rolex de 17,000.00 y tener tanto la llevó en un momento de amargura a decir: no queda más nada por desear.

Lo que ocurre es un fenómeno conocido: el de la habituación. Después de un tiempo poseyendo/o anhelando eso que queríamos, el cerebro deja de producir las endorfinas que inicialmente nos permitían sentir esa sensación de placer que siempre buscamos, pero lamentablemente luego de un tiempo, nos rehuye. Todo entonces se reduce a una búsqueda interminable y circular por conseguir eso que nos haga sentir bien y ojalá que sea a manera de una espiral para que nuestros gustos puedan evolucionar y ser más refinados y sofisticados que los anteriores, sin caer en alguno que otro conocido círculo vicioso...

Pero en todo caso siempre hay trucos para hacer esas cosas que no queremos hacer y debemos... Luego pues se podrá hablar de eso y cada quién probablemente conoce uno que otro.

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