Es la semana de la moda en NY. Desde el 9 hasta el 16 de Septiembre se celebra aquí uno de los mayores eventos a nivel mundial en lo que a moda se refiere. Es la presentación de las colecciones de primavera y verano para el año venidero.
No se puede negar que la moda llama mucho la atención del público. Tanto para alabarla como para denostar de ella por su mundo de artificialidad, de culto exagerado a la apariencia física y externa.
Este año la celebración principal se muda a los espacios del Lincoln Center, The Metropolitan Opera y sus alrededores y todas las preguntas que uno puede hacerse con relación a eventos de esta naturaleza ya Slate las ha contestado en este artículo que aunque del 2005 conserva todavía toda su frescura (en inglés lamentablemente). No tiene caso repetirlas aquí.
De todas maneras y en contraposición a la celebración de un evento en el que se enaltece exageradamente lo externo del ser humano (no es que haya tampoco que menospreciar del todo la apariencia física) he pensado que sería bueno también si se celebrara otro evento en el que se destacara no lo exterior sino lo interior de la humanidad, como por ejemplo un desfile en el que se valoren los mejores sentimientos, las mayores bondades, los mayores altruismos y así sucesivamente.
Creo que no es difícil imaginarse en qué dirección voy...
Veo un mayor inconveniente sin embargo: carecemos de los órganos apropiados con los que podríamos apreciar tales cualidades. Con los que contamos hasta ahora sólo podemos ver lo que ya estamos viendo... ¡Qué pena!
5 comments:
Me gusta lo que planteas, aunque en un mero desfile tipo de moda no veo la manera de ver lo que tú propones. De hecho, tampoco hay discurso que valga puesto que los puedes llevar preparados. Yo quiero pensar que en tu vida diaria, con la gente que conoces o vas conociendo tienes ese desfile. Pienso que tan sólo hay que fijarse más.
Imagínate Pichiplayas, sólo son pensamientos locos míos. Esas cualidades de las que hablo no se ven a simple vista y no creo que quien las posea se preste a presentarse en un evento ni remotamente parecido...
Tendremos que fijarnos más, es cierto, pero no será con los ojos..; tendremos que crear algunos otros instrumentos para poder evaluar aunque sólo sea por el puro placer de hacerlo. :)
Bueno... Según vas conociendo a una persona, vas "viendo" esas cualidades. No es un desfile ni mucho menos, pero oye, si uno quiere hacer de ello una competeción... alla él o ella.
Quizá necesitemos un detector de mentiras muy sofisticado de manera que haces hablar a esa persona y sabes si realmente piensa lo que está diciendo o si es una mentira :P
No sé, pero podría resultar interesante si de repente lo que haga destacar a las personas no sea lo que se ve a simple vista..., o tal vez no, y las cosas sean mejor así como están y todo tenga que merecer un esfuerzo para descubrirse, que nada que valga la pena esté expuesto a la simple observación...
Entiendo que nos exponemos al juego de la decepción y ello en sí nos podría traer grandes sufrimientos pero a la vez nos ofrece la posibilidad de encontrar grandes recompensas, eh?
Es posible encontrarse con grandes recompensas, pero a no ser que uno se fije más bien en el lenguaje corporal de la persona que "desfila" no veo cómo podríamos distinguir grandes sufrimientos de grandes recompensas :)
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