La vida tal y como es parece ser algo tediosa. Todos hemos visto la increíble cantidad de cosas que los humanos inventamos para entretenernos y no morirnos del aburrimiento.
Tener dinero y/o fama no quiere decir estar mejor protegido y darle a nadie mayor ventaja contra el 'mal' que el resto de los mortales. Es más, para algunas personas, poseer estas se convierte en una especie de maldición en vez de una salvación. Un ejemplo reciente lo constituye enterarnos del último incidente en el que se vio envuelto Charlie Sheen ('two and a half men', entre otros).
Guardando las distancias, hace unos años yo me vi en una situación en la que me di cuenta que por el camino en que iban las cosas, ellas no presagiaban nada bueno. No tener muchos compromisos y en cambio tener dinero sobrante para gastar en bares y clubes casi todas las noches no eran cosas que ayudaban mucho a llevar una vida organizada o cultivar el intelecto. Mucho menos a realzar el espíritu.
Algunas señales me estaban indicando y alertando que de no parar la iba a pasar muy mal. Y decidí entonces que la mejor manera de hacerlo, el parar, era haciendo un cambio y limitando la cantidad de dinero de que podía disponer. Y lo hice de tal manera que me sobraba pero no tanto como para vivir de fiesta en fiesta todos los días.
No mucho tiempo después vino la crisis económica de la que todos hemos disfrutado bastante los últimos años y a la larga el resultado ha sido que lo que pareció bueno en aquel tiempo ha sido la peor inversión que yo hubiera podido hacer.
Pero eso no se veía venir ni remotamente, así que hoy no podemos juzgar retrospectivamente esas acciones nuestras en base a información que no poseíamos en aquel entonces, o sea, de la que sí disponemos ahora. La debacle económica que sobrevino y que nos ha arropado nos cogió casi a todos por sorpresa.
No obstante lo menos que hemos hecho ha sido quejarnos. Y por varias razones. Haber canalizado más de una tercera parte de los ingresos en inversiones que lo que nos han dejado es cuantiosas pérdidas a corto y quién sabe si hasta largo plazo, vuelvo y repito, ello pudo, si señor, habernos salvado la vida.
Y la existencia de "la esquina de Fernando" se la debemos también a esas malas inversiones. Con algo debíamos entretenernos luego de que los hábitos hubieran sufrido tan drásticos cambios casi de la noche a la mañana. No hay que ser un genio para con cierta sobriedad y una computadora personal pues terminar haciendo lo que muchos ya habían estado haciendo: escribir blogs.
Las experiencias y contenidos que se generan por vivir en una ciudad como NY nunca faltan...y muchas de esas pueden relatarse. Sólo hacía falta encontrar las palabras adecuadas y claves que sirvieran para igualar la intensidad de los sentimientos que las mismas producían. Con el tiempo y la práctica nos hemos acercado bastante a lograr ese objetivo.
Creo que esta puede relatarse. Decían las leyendas que lo único que servía para curar a las personas que sufrían picadas de arañas era la música.. A mí no me ha picado ninguna pero conozco a alguien que sí le picó una y qué suerte que mañana Viernes voy a ver a Christina Pluhar que sabe mucho de estas cosas y tambíén sabe tocar la música que la cura, ésa y también los otros males del cuerpo y del espíritu.
¡Vaya las cosas que tenemos que hacer por los amigo-as, para entretenernos y para no morir aplastados en medio del tedio y la rutina!
¡Vaya las cosas que tenemos que hacer por los amigo-as, para entretenernos y para no morir aplastados en medio del tedio y la rutina!
4 comments:
A mí hoy por la noche me ha picado un bichejo, no sé cual, entre el ojo izquierdo y la oreja (izquierda también por supuesto). Me he notado esa parte de la cara hinchada sobre las 3am y, efectivamente, ahí estaba la picadura. A partir de ahí, he dormido con un pañuelo en la cara...
Oh! Me gusta mucho el ritmo de la canción que has puesto :)
Mis condolencias para el bicho ese, porque lo habrás matado, me imagino!
Debo condolerme porque de seguro llevaba ya tu sangre, no? :D
Sí... ahora compartimos sangre... Espero que esté muerto! Más le vale! Porque si no... lo pienso torturar! A mi propia sangre, sí! Y sin piedad!
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