A pesar de lo raro del encabezado de esta entrega, así fue como bautizó su última producción un grupo que me gusta muchísimo y que se hace llamar por el mismo nombre, "Civil Wars" o lo que en español se traduciría como guerras civiles.
Y esta denominación no es inapropiada porque el grupo que está (o estaba) integrado por una pareja está en una especie de guerra. No se hablan entre sí y una gira que el año pasado desarrollaban por toda Europa tuvieron que suspenderla en Noviembre, a mitad de camino, de manera imprevista e intempestiva debido a diferencias irreconciliables según la declaración que ellos mismos dieron.
Mas, esas diferencias no impidieron el que sacaran tiempo este año para reunirse y finalizar en estudio el disco que lleva su nombre y que recién acaba de salir. No giras, no presentación de los cortes en conjunto. Uno de los miembros, Joy Williams, está hablando pero el otro no (Aquí está el audio y la interesantísima transcripción que hizo NPR). John Paul White, quién es el compañero en escena de Joy, ha enmudecido, se ha auto-silenciado y lo que leí, es que anda recluido con su familia por las "montañas".
Lo interesante de todo esto es que el grupo es o era una pareja y la impresión que daba en el escenario es que estaban comprometidos o casados entre sí. Ellos lo están, pero cada cual por su lado, con otras personas. De hecho el manejador del conjunto es el esposo de "ella".
Es probable que eso pudiera ser parte de la trama, dar esa idea, la imagen de que andaban juntos, enredados entre sí como un truco publicitario para vender el dúo. Sin embargo, no estoy tan seguro de que así fuera. Hay cosas que se escapan, que nos delatan a pesar de lo buenos actores que podamos ser y había algo en ellos, una especie de química que iba más allá de la simple actuación que los hacía parecer realmente involucrados, sincronizados, en sintonía, como pudiera esperarse de un matrimonio real, no sólo de un proyecto musical.
La actuación de ellos en escena confunde. Parece tan real y auténtica que uno llega hasta sentir una especie de envidia subrepticia, oculta, como la que se siente cuando otra gente tiene algo que se quiere tener, un sentimiento inefable de los del tipo que no nos hacen sentir muy orgullosos de nosotros mismos. Para colmo ella queda embarazada y uno piensa que es de él, es lo más natural. Nada hace pensar qué no sea así, no sus presentaciones, actuaciones en vivo, sus vídeos, nada.
Todo puede ser sólo una teoría mía, una simple especulación. No obstante, creo adivinar cosas, ver cosas en las caras, las expresiones, las miradas, sentimientos que por la situación particular en la que ellos se encontraban haría todo muy difícil y complicado si de hecho había algo más que una relación musical o de negocios entre estas personas. Para contrarrestar la creencia de la posible relación que existe o existía en la pareja, en nada ayuda el hecho que él no quiera hablar. ¿A qué le tiene miedo? ¿A delatarse? Y a ella esta situación le duele mucho. Así lo manifiesta en la entrevista que pusimos arriba.
Las relaciones entre los seres humanos son difíciles y complicadas y no sólo envuelven a segundos sino también a terceros y cuartos. Si la relación entre dos personas nunca es fácil, imaginémonos lo que puede significar un triángulo o un cuadrado de personas y hasta más (hay que incluir la familia, hijos, hijas y amigos).
De todos modos, ¿quién soy yo para juzgar? Mejor que cada quién se forme su propia opinión con esta presentación que ellos hicieron en New Orleans. Pero hay más . . .
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