Un día como hoy apareció como de la nada este blog. ¿Acaso tengo complejo de creador? ¡Jajajá! Pues es lo único en que me podría parecer al "hacedor". Dejando de lado el sarcasmo y la ironía, fue un 31 de Mayo pero del 2007, que me inicié en la actividad bloguística. Hace hoy exactamente 8 años de eso.
No vamos a celebrar pues no soy bueno para hacer celebraciones pero sí voy a aprovechar la ocasión para reflexionar un poco de lo que han significado estos años.
En primer lugar he aprendido muchísimo. Obviamente uno aprende de todas maneras porque el tiempo no pasa en vano -dicen que hasta de lo malo se aprende, y es difícil de saber cuánto lo hubiera hecho si no hubiera tenido el blog. No obstante, probablemente no hubiera aprendido a escribir como lo hago ahora.
A escribir, como cualquier otra actividad, se aprende practicando, en este caso a escribir se aprende escribiendo. No basta con tener experiencia de lectura, no basta con saber leer, haber leído mucho. De hecho se lee diferente una vez uno se decide a escribir algo tan modesto como un blog. Ya no se lee de la misma manera y uno va incorporando cosas producto de esa lectura diferente, adopta nuevos estilos, aprende a expresar mejor las ideas. Creo que he aprendido todo eso aquí.
En segundo lugar, el blog surgió de una necesidad de comunicación. Fue y es una respuesta a un vacío existencial. Responde al deseo de interactuar con personas con las que pudiéramos identificarnos, gente con intereses más o menos afines, abiertas a un intercambio de ideas y pensamientos que fuera más allá de los simples intercambios que nos deparaban las relaciones de trabajo y/o las trivialidades cotidianas.
Para comunicarse, acercarnos a la gente que nos interesaba hubo necesidad de crear un espacio como este, utilizando nuestro tiempo libre y una plataforma que nos pareció la más útil y popular. Fue así como se inició nuestra presencia activa en la red y así nació Fernando's Corner, La Esquina de Fernando o El Café de Fernando, un café virtual que ha tenido con seguridad mejores tiempos que los actuales pero que a pesar de todo conservamos con mucho cariño y hasta la fecha desde que comenzamos no hemos pasado un sólo mes sin dejar de actualizarlo.
Es agradable poder decir que muchas de las relaciones adquiridas a través del blog han trascendido los límites impuestos por este mundo virtual y se mantienen hoy día, superando en mucho nuestras expectativas iniciales.
El café ha sido un testigo silente y no tan silente de toda la transición o transformación que hemos experimentado en todos estos años. Talvez ese sea uno de los mejores logros. Un blog se convierte en una especie de diario en el que uno se refleja de manera directa e indirecta. Es un medidor de nuestros estados de ánimo en un momento dado y sorprende la cantidad de cosas en las que uno se involucra, piensa, dedica tiempo, se deja absorver, cosas que de repente uno ya no recuerda o simplemente ha olvidado ya. Es un buena herramienta para evaluar el tipo de vida que hemos llevado o estamos viviendo en la actualidad.
Es interesante descubrir cuánto uno cambia, cuánto evoluciona nuestro pensamiento a través del tiempo desde aquella época a esta parte, y de la misma manera cuánto han cambiado las cosas, la manera vertiginosa cómo ha cambiado el mundo a partir del momento en que creamos este espacio.
El Café de Fernando es un testigo también de la evolución nuestra, del cambio permanente que se opera en todos, es un testigo de la gente que evoluciona junto a nosotros y de la gente que deja de evolucionar o cambia y se mueve en direcciones diferentes.
Como dijimos, hoy día no podemos decir que El café de Fernando esté en sus mejores momentos. Como toda la actividad en el mundo de los blogs, sabemos que aquellos tiempos ya pasaron. Sin embargo por el momento no creemos que este blog esté en vías de extinción. ¡Queda blog para rato! Es cierto que tendremos que reinventarlo y para ello tendremos quizás que reinventarnos nosotros mismos pero mientras tanto vamos por ocho años más.
Nota: Acabo de descubrir que fue 2 días antes, el 29 de Mayo del 2007 cuando se inició este blog y no el 31 de Mayo como dice esta entrega arriba en el primer párrafo.
No vamos a celebrar pues no soy bueno para hacer celebraciones pero sí voy a aprovechar la ocasión para reflexionar un poco de lo que han significado estos años.
En primer lugar he aprendido muchísimo. Obviamente uno aprende de todas maneras porque el tiempo no pasa en vano -dicen que hasta de lo malo se aprende, y es difícil de saber cuánto lo hubiera hecho si no hubiera tenido el blog. No obstante, probablemente no hubiera aprendido a escribir como lo hago ahora.
A escribir, como cualquier otra actividad, se aprende practicando, en este caso a escribir se aprende escribiendo. No basta con tener experiencia de lectura, no basta con saber leer, haber leído mucho. De hecho se lee diferente una vez uno se decide a escribir algo tan modesto como un blog. Ya no se lee de la misma manera y uno va incorporando cosas producto de esa lectura diferente, adopta nuevos estilos, aprende a expresar mejor las ideas. Creo que he aprendido todo eso aquí.
En segundo lugar, el blog surgió de una necesidad de comunicación. Fue y es una respuesta a un vacío existencial. Responde al deseo de interactuar con personas con las que pudiéramos identificarnos, gente con intereses más o menos afines, abiertas a un intercambio de ideas y pensamientos que fuera más allá de los simples intercambios que nos deparaban las relaciones de trabajo y/o las trivialidades cotidianas.
Para comunicarse, acercarnos a la gente que nos interesaba hubo necesidad de crear un espacio como este, utilizando nuestro tiempo libre y una plataforma que nos pareció la más útil y popular. Fue así como se inició nuestra presencia activa en la red y así nació Fernando's Corner, La Esquina de Fernando o El Café de Fernando, un café virtual que ha tenido con seguridad mejores tiempos que los actuales pero que a pesar de todo conservamos con mucho cariño y hasta la fecha desde que comenzamos no hemos pasado un sólo mes sin dejar de actualizarlo.
Es agradable poder decir que muchas de las relaciones adquiridas a través del blog han trascendido los límites impuestos por este mundo virtual y se mantienen hoy día, superando en mucho nuestras expectativas iniciales.
El café ha sido un testigo silente y no tan silente de toda la transición o transformación que hemos experimentado en todos estos años. Talvez ese sea uno de los mejores logros. Un blog se convierte en una especie de diario en el que uno se refleja de manera directa e indirecta. Es un medidor de nuestros estados de ánimo en un momento dado y sorprende la cantidad de cosas en las que uno se involucra, piensa, dedica tiempo, se deja absorver, cosas que de repente uno ya no recuerda o simplemente ha olvidado ya. Es un buena herramienta para evaluar el tipo de vida que hemos llevado o estamos viviendo en la actualidad.
Es interesante descubrir cuánto uno cambia, cuánto evoluciona nuestro pensamiento a través del tiempo desde aquella época a esta parte, y de la misma manera cuánto han cambiado las cosas, la manera vertiginosa cómo ha cambiado el mundo a partir del momento en que creamos este espacio.
El Café de Fernando es un testigo también de la evolución nuestra, del cambio permanente que se opera en todos, es un testigo de la gente que evoluciona junto a nosotros y de la gente que deja de evolucionar o cambia y se mueve en direcciones diferentes.
Como dijimos, hoy día no podemos decir que El café de Fernando esté en sus mejores momentos. Como toda la actividad en el mundo de los blogs, sabemos que aquellos tiempos ya pasaron. Sin embargo por el momento no creemos que este blog esté en vías de extinción. ¡Queda blog para rato! Es cierto que tendremos que reinventarlo y para ello tendremos quizás que reinventarnos nosotros mismos pero mientras tanto vamos por ocho años más.
Nota: Acabo de descubrir que fue 2 días antes, el 29 de Mayo del 2007 cuando se inició este blog y no el 31 de Mayo como dice esta entrega arriba en el primer párrafo.
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