Por fin se me dio el viaje a Paris, Francia... Después de incontables e incansables horas estudiando Francés por mi cuenta en los tiempos de mi juventud y sobretodo escuchando y viviendo al mismo tiempo lo que era la vida parisina a través del único medio accesible para mí en aquellos tiempos: la radio. Después de muchísimos años de postergación, pude hacer mi viaje, vale decir.., una vez que llegué a Nueva york.
Antes de llegar a Nueva York era prácticamente imposible para mí lograr algo semejante, sencillamente por la escasez de recursos materiales y logísticos (experiencia). Una vez me establecí en la gran urbe pues parece que me desconecté. Cuando no era una razón era la otra lo que supuestamente me impedía emprender la travesía. Era como si yo mismo estuviera creando las razones, me inventara los obstáculos para no hacer ese viaje soñado desde mis tiempos de estudiante de secundaria. Luego las cosas realmente se complicaron y cuando yo realmente quería entonces realmente no podía (léase crisis monetaria).
Por suerte las cosas no se quedan estáticas. Ellas cambian por sí solas o uno las hace cambiar a la fuerza también. Las circunstancias, la vida, todo da vueltas y como consecuencia lo que parecía difícil antes, de pronto se hizo fácil... Un proceso muy largo que ahora que miro retrospectivamente ha valido bastante la pena. La desconexión con todo lo francés no fue absoluta ni definitiva.
Mi Francés estuvo casi impecable. Me faltaron un poco las palabras por el desuso; podía reconocer y entender perfectamente lo que me decían pero al hacer la contraparte reconozco que me faltaba la fluidez que un tiempo tuve. No obstante pude desenvolverme con normalidad como si no fuese extraño en ese país que visitaba por primera vez. Paris, es un sueño, Una ciudad encantadora, hermosa, sublime. No tengo idea de cómo sería la realidad si viviera allí pero pude observar a la gente común que vive bastante relajada, mucho menos estresada que en donde vivo.
Las palabras no serán suficientes para expresar mis emociones allí, No me es fácil describirla porque París, más que todo, es una ciudad que se vive y se siente. Montmartre, El Sena, Los Campos Eliseos, El Arco de Triunfo, La Plaza de la Concordia, El Louvre, El Museo De Orsay, el Barrio Latino, etc.,, en fin, muchos sitios recorridos y la esperanza de volver muy pronto a recorrerlos de nuevo y los que no tuve tiempo y aún faltan por recorrer y que desde ya esperan por mí...
Antes de llegar a Nueva York era prácticamente imposible para mí lograr algo semejante, sencillamente por la escasez de recursos materiales y logísticos (experiencia). Una vez me establecí en la gran urbe pues parece que me desconecté. Cuando no era una razón era la otra lo que supuestamente me impedía emprender la travesía. Era como si yo mismo estuviera creando las razones, me inventara los obstáculos para no hacer ese viaje soñado desde mis tiempos de estudiante de secundaria. Luego las cosas realmente se complicaron y cuando yo realmente quería entonces realmente no podía (léase crisis monetaria).
Por suerte las cosas no se quedan estáticas. Ellas cambian por sí solas o uno las hace cambiar a la fuerza también. Las circunstancias, la vida, todo da vueltas y como consecuencia lo que parecía difícil antes, de pronto se hizo fácil... Un proceso muy largo que ahora que miro retrospectivamente ha valido bastante la pena. La desconexión con todo lo francés no fue absoluta ni definitiva.
Mi Francés estuvo casi impecable. Me faltaron un poco las palabras por el desuso; podía reconocer y entender perfectamente lo que me decían pero al hacer la contraparte reconozco que me faltaba la fluidez que un tiempo tuve. No obstante pude desenvolverme con normalidad como si no fuese extraño en ese país que visitaba por primera vez. Paris, es un sueño, Una ciudad encantadora, hermosa, sublime. No tengo idea de cómo sería la realidad si viviera allí pero pude observar a la gente común que vive bastante relajada, mucho menos estresada que en donde vivo.
Las palabras no serán suficientes para expresar mis emociones allí, No me es fácil describirla porque París, más que todo, es una ciudad que se vive y se siente. Montmartre, El Sena, Los Campos Eliseos, El Arco de Triunfo, La Plaza de la Concordia, El Louvre, El Museo De Orsay, el Barrio Latino, etc.,, en fin, muchos sitios recorridos y la esperanza de volver muy pronto a recorrerlos de nuevo y los que no tuve tiempo y aún faltan por recorrer y que desde ya esperan por mí...
3 comments:
Que hermoso que estas cumpliendo tus sueños, que disfrutaste de ese viaje y te enfrentaste con tus barreras del idioma.
Ya estoy de regreso!!!
My god, cuánto tiempo mi querida Luna! Mucho placer que me da tu comentario y la visita tuya por estos territorios.
Pues sí, las experiencias que se viven a través de estos viajes son grandiosas. Ojalá que en uno de esos me pueda tomar un café contigo.
Contento de que estés de vuelta. Para allá voy y así nos volvemos a leer.
Qué bueno volver a pasar un rato por aquí, y palpar un poquito París a través de tu café... y yo que aún no he estado! aunque he hecho escala. Cualquier día... Besos!!
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