La nota más sobresaliente del mes de Octubre del 2017 es el descubrimiento de que me he vuelto más sabio, más juicioso en ciertos aspectos del vivir.
A principios de este mes terminó la culminación de ciertas aventuras financieras especulativas con mi cuenta de Wall Street. Las había iniciado a mediados de Julio de este año y aunque no salí mal parado de la experiencia (todo lo contrario), quedé sumamente agotado, extenuado mentalmente y sufriendo de hasta dolor y cansancio en los ojos.
Primeramente, debo decir que no se necesitan grandes habilidades para conseguir dinero. Lo que sí se necesita es contar con cierta cantidad a tu disposición; se necesita una cierta cantidad de capital del que puedas disponer por un tiempo determinado. No tiene que ser muchísimo dinero pero tampoco puede ser muy poco. Porque uno puede tener suerte y ganar dinero de una vez pero también, uno puede equivocarse haciendo malos negocios y lo más común es que se pierda dinero al principio, en lo que se aprenden las reglas del juego, pero sin llegar a perderlo todo, lo que le permitiría a uno ganar tiempo y poder recuperarse más adelante o en un futuro un poco más lejano.
Luego que uno aprende a ganar dinero, entonces hay que evaluar el costo de ese dinero: ¿a qué precio se consigue? Si para conseguirlo se deja de gozar de las bondades de la vida y/o uno se envicia y deja de disfrutar de otras cosas y se vuelve esclavo de los negocios, entonces no vale la pena.
Aunque no era precisamente un novato en estos menesteres, esa fue la otra gran enseñanza que obtuve en esta ocasión de mis incursiones en las actividades financieras y era algo que quizás me había eludido las veces anteriores. No esta vez: me pasé más de dos meses 24/7 pegado a las pantallas del celular, la computadora y el Ipad y es cierto que logré la meta que me propuse en ese período, pero terminé muy estresado y hasta cierto punto decepcionado.
Por fin he podido cuestionar el valor del dinero... Fue un experimento: sé que puedo volver a hacerlo, si quisiera y me lo propusiera, y con lo aprendido podría hasta irme mejor, mas creo que talvez no valga tanto la pena el sacrificio....
A principios de este mes terminó la culminación de ciertas aventuras financieras especulativas con mi cuenta de Wall Street. Las había iniciado a mediados de Julio de este año y aunque no salí mal parado de la experiencia (todo lo contrario), quedé sumamente agotado, extenuado mentalmente y sufriendo de hasta dolor y cansancio en los ojos.
Primeramente, debo decir que no se necesitan grandes habilidades para conseguir dinero. Lo que sí se necesita es contar con cierta cantidad a tu disposición; se necesita una cierta cantidad de capital del que puedas disponer por un tiempo determinado. No tiene que ser muchísimo dinero pero tampoco puede ser muy poco. Porque uno puede tener suerte y ganar dinero de una vez pero también, uno puede equivocarse haciendo malos negocios y lo más común es que se pierda dinero al principio, en lo que se aprenden las reglas del juego, pero sin llegar a perderlo todo, lo que le permitiría a uno ganar tiempo y poder recuperarse más adelante o en un futuro un poco más lejano.
Luego que uno aprende a ganar dinero, entonces hay que evaluar el costo de ese dinero: ¿a qué precio se consigue? Si para conseguirlo se deja de gozar de las bondades de la vida y/o uno se envicia y deja de disfrutar de otras cosas y se vuelve esclavo de los negocios, entonces no vale la pena.
Aunque no era precisamente un novato en estos menesteres, esa fue la otra gran enseñanza que obtuve en esta ocasión de mis incursiones en las actividades financieras y era algo que quizás me había eludido las veces anteriores. No esta vez: me pasé más de dos meses 24/7 pegado a las pantallas del celular, la computadora y el Ipad y es cierto que logré la meta que me propuse en ese período, pero terminé muy estresado y hasta cierto punto decepcionado.
Por fin he podido cuestionar el valor del dinero... Fue un experimento: sé que puedo volver a hacerlo, si quisiera y me lo propusiera, y con lo aprendido podría hasta irme mejor, mas creo que talvez no valga tanto la pena el sacrificio....
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