Thursday, February 27, 2025

Hay que ser justos

 Estoy reevaluando esa norma o propensión nuestra que se extiende tanto a nivel personal como también social e institucional, de juzgar a los demás por su peor conducta o sus peores errores sin tener en consideración los elementos atenuantes en su favor.

La historia de las personas es muy compleja y está matizada por muchas circunstancias en las cuales ellas desempeñan tanto roles positivos como negativos. Lo justo sería no juzgar los individuos no sólo por las características adversas que poseen sino también por los aspectos positivos con los cuales han contribuido y se han destacado en su relación con los demás.

Dicho de otro modo, las personas no son ni buenas ni malas del todo. Hay que ser justos y decir que todo el mundo tiene sus momentos buenos y también sus malos. Juzgar a los demás únicamente por los sinsabores que nos hicieron pasar sin tener en consideración sus aportaciones y los buenos ratos es talvez un tanto injusto.

Ciertamente pasar balance de la vida de una persona es más fácil cuando ya no existe. Mirando hacia atrás, en retrospectiva, se pueden ver más claros los puntos salientes que la caracterizaron tanto en su favor como en contra.

Hacer esas reevaluaciones no significa necesariamente que hay que ir a correr a restablecer relaciones con las personas que por una razón u otra ya no forman parte de nuestras vidas. Aunque nuestras susceptibilidades con el tiempo cambian, hay que dejar la vida correr su curso sin detenerse y no se puede volver atrás a tratar de arreglar situaciones o corregir cosas que uno cree podrían estar ya superadas.

En fin, tampoco hay que olvidarse que las fricciones y desacuerdos que inevitablemente produce la interrelación de las personas son también catalizadores que ayudan a las personas a ponerse en movimiento, permiten el que no se queden estáticas y ayudan a buscar nuevas alternativas más favorables en otras direcciones y en ese sentido se justifican en sí mismas.

Friday, January 31, 2025

Siendo uno mismo

 He estado pensando sobre lo bien que se siente cuando se llega a cierta etapa de la vida en la que sin hacerle daño a nadie, uno deja de preocuparse de vivir para guardar las apariencias y se puede dar el lujo de ser uno mismo sin temor al qué dirán. Es genuinamente agradable llegar a ese punto en nuestro recorrido donde sin sobrepasar los límites racionales, lo que piensen los demás no nos produce muchas cosquillas ni llega a importarnos demasiado como para quitarnos el sueño.

Creo que ahora mismo estoy en ese estado o estoy muy cerca de conseguirlo. La liberación ha tomado su tiempo y creo que los beneficios superan los inconvenientes. Me siento más libre de expresar mi forma de ser y pensar y puedo evitar aquellas interacciones que no me producen el mínimo de placer.

Puedo decir entonces que soy un ser humano más libre pues ya no siento la necesidad de ocultar la insatisfacción que me producen ciertas compañías humanas y trato de evitar hacer muchas otras cosas que no producen un mínimo de alegría y bienestar.

Soy más consciente de lo que ocurre a mi alrededor y creo que es una pérdida de tiempo enfrascarse en la lucha inútil de aclarar todo para quedar bien o tratar de explicarlo todo con el fin de satisfacer costumbres sociales.

En fin quería decir esto aquí para que quede constancia en alguna parte de mi situación emocional y mental en este primer mes que termina del año 2025. 

Hallelujah!


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