¿Hasta qué punto debemos involucrarnos en situaciones que afectan a terceros?
Dos caminos parecen abrirse en frente de uno.Y ambos caminos se bifurcan. Se tiene la tentación de dejar las aguas correr, dejar que las cosas ocurran. Sólo ver y mirar. Sin intervenir. Actuar como un observador, de la manera que actúa un antropológo o un científico cuando observa una tribu o una cultura ajena.
El otro camino es el de inmiscuirse, adentrarse en la realidad circundante, participar activamente. Dar recomendaciones, consejos y sugerencias. A veces no nos lo piden, pero no podemos controlar nuestras reacciones cuando nos enteramos de lo que está pasando a nuestro alrededor. En otras ocasiones, las personas en nuestro entorno son las que demandan que tomemos un rol activo, de consulta y terminamos tomando posiciones y sugiriendo caminos de acción que afectan la vida y el orden de las cosas.
Debo decir que por tiempos me he alternado en mi inclinación hacia una u otra dirección. Con la familia he sentido que es mi deber inmiscuirme de manera más profunda en alterar los cursos de acción. Con las personas con las que no poseo lazos familiares he actuado de una manera y de la otra. Sin embargo siempre he tenido la duda ya sea con familiares o no, si debo ser un actor, si debo jugar un papel protagonístico en sus vidas o debería dejar que las cosas sucedan y pase lo que tenga que pasar actuando solamente como espectador o cronista de lo que ocurre a mi alrededor.
¿Es una posición moralmente más aceptable que la otra?
6 comments:
Mi querido Fer,
Eso es tambalearse sobre la cuerda floja. Todo depende de que tan bien conozcas a la persona, y que tipo de persona es a la que le das tu recomendación. Yo aconsejo prudencia, e ir hasta donde sea cómodo para la otra persona; debes estar al tanto de como reacciona la persona afectada, por sus gestos o palabras puedes saber si te estas metiendo en camisas de once varas (se escribe así?, no lo sé) .
A mí puedes decirme lo que quieras, porque en el momento que te pases, yo no tengo ningún problema en pararte en seco, y no por ello vamos a tener un altercado; sin embargo, hay gente súper sensible, y difícil de tratar porque no está clara ni siquiera ella misma de qué es lo que quiere o debe hacer.
¿En qué rollo andas metido ahora?
Abrazos,
Sonia
¿Podemos ser indiferentes a la realidad, a cualquier realidad que se nos cruce en el camino? Confío que no. Se puede ser más o menos elegante, distante, aséptico, respetuoso o vehemente, pero todos ellos son calificativos de un comportamiento activo que debe implicar cercanía, compromiso y participación. Todo lo que ocurra en nuestro entorno nos esta remodelando interiormente, no afecta más o menos; nos obliga a tenerlo en consideración aún incluso sin darnos totalmente cuenta de ello, nos genera sensaciones, sentimientos, opiniones; nos reafirma o nos desestabiliza. ¿Tendríamos que permanecer siempre a la distancia necesaria para que no nos salpique algo? ¿Podemos pensar que el respeto a los demás nos convierte en inútiles seres humanos insolidarios, simples espantapájaros preocupados únicamente en ahuyentar los problemas sobre la propia parcela sin importar lo que pueda ocurrir con la del vecino?
Seguramente acertar o no es otra cosa, pero me temo que la historia está demasiado salpicada de neutralidades interesadas; también, es verdad, de implicaciones aún menos generosas. Pero, ¿qué le vamos a hacer? ¿Es razón suficiente para justificar nuestra indiferencia?
La verdad es que tanto Sonia como Argamenon me han dejado con mas inquietudes que las que tenia cuando termine de enunciar mis dilemas.
Ciertamente como dice Sonia la prudencia nunca es mala consejera y aunque uno quiera a veces uno no puede hacer mas de lo que se puede.
Y Argamenon me las tira duras cuando me plantea todas esas interrogantes y deja entredicho que la neutralidad es una posicion de comodidad o de conveniencia.
Debo decir que a veces eso puede ser cierto, pero no siempre. No hacer nada en algunos casos podria ser lo mejor que podriamos hacer en algunas circunstancias independientemente de que creamos que haciendo algo especifico produciria mejores resultados. No hacer nada tambien podria ser algo mas dificil de hacer que actuar impulsivamente sin estudiar bien las consecuencias. De todas maneras estoy muy de acuerdo en que todo nos afecta..., todo.
La pregunta es: Como lo hacemos mejor y no peor? Con solo tener buenas intenciones no es suficiente.
Siempre he oído algo parecido a que "el que da lo que tiene no está obligado a más" y a ello me refería. Si observo que alguien se está ahogando tengo tres posibles soluciones: mirar a otra parte; entretenerme en pensar que a lo peor es un suicida potencial y podría, con mi comportamiento, atentar contra su libertad personal; o intentar ayudarle en lo posible.
Quiero pensar que la última sería mi decisión, incluso a todo riesgo.
Por lo que respecta a mis elucubraciones, le puedo asegurar que hay mucho de baile de salón, y un poco, sólo un poco, de pretender encontrar respuestas, que por otra parte, en caso de conseguirlo, ya sería el colmo de la buena suerte.
Le agradezco su visita. Un abrazo.
Posicion moralmente aceptable?
Tal parece que la naturaleza humana nos impulsa a ser participativos, a ser criticos y delinear posiciones ante los demas. La supervivencia misma de la especie humana, seres debiles en comparacion con las demas criaturas y condiciones circundantes confieren un papel importantisimo a este ejercicio a fines de que el grupo sobreviva.En un clan familiar, fruto de ese ejercicio regular, todo el mundo sabe el criterio de la matriarca o patriarca sobre las acciones de sus miembros, y se actua en consecuencia. Las distintas religiones del mundo promueven la participacion del individuo en la salvacion de sus semejantes y para ello hay que ser, en cierta forma, un sensor, un critico. Por otro lado el ejercicio politico sano esta basado en estas premisas (te cito): "inmiscuirse, adentrarse en la realidad circundante, participar activamente. Dar recomendaciones, consejos y sugerencias."
El tema es largo y profundo, pero me parece que las respuestas son claras: tienes que dar de ti mismo, quedarse de brazos cruzados no es etico.
A veces uno cree que perdio su tiempo, pero puede ser que, sencillamente, los resultados tarden en llegar.
Pues la verdad es que a mi no me gusta quedarme de brazos cruzadas, más cuando el afectado es alguien cercano a mi. Pero yo creo que las mismas situaciones nos "dicen" si podemos inmiscuirnos o no.
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