Este fue el punto saliente de la conversación que sostuve con una de mis entrañables amigas.
- Es mejor no complicarse la vida demasiado, digo yo.
Mi amiga no está de acuerdo:
- Fernando, la vida hay que complicársela.
- Ok, estoy de acuerdo, pero uno debe complicársela con alguien que esté dispuesto
a complicarse de igual manera.
- Me gustó esa, Fernando!
Y por ahí nos fuímos con nuestras elucubraciones...
2 comments:
Yo apuesto por la simplicidad. Mientras menos complicada la situación más feliz me hace :).
¿Y quién no apostaría a eso? Pero la realidad no siempre le presenta a uno soluciones fáciles! Y escoger, oh Dios, escoger es complicado...
El truco es que a falta de simplicidad ambas partes estén dispuestas a recorrer, compartir y enfrentar las complicaciones que invariablemente van a surgir en el camino.
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