Armas de fuego en manos de hombres que están envueltos en problemas sentimentales y/o maritales y uno que otro antecedente en el que algunos de ellos se suicidan con la misma arma con la que le han quitado la vida a sus parejas parecen ser los elementos básicos que componen una especie de cóctel trágico cuya recurrencia ha motivado el que uno de mis hermanos me haya llamado desde Santo Domingo para pedir mi opinión al respecto.
"Ni contigo ni sin ti" parece ser el lema que resume la manera de proceder de estos individuos que como si no fuera poco acabar con la existencia de otro ser humano acaban con la de ellos mismos añadiendo más dramatismo y horror para aquellos que quedan y tienen que presenciar con pena e impotencia la desaparición a destiempo y al mismo tiempo de dos seres queridos.
Al parecer los crímenes pasionales han aumentado desproporcionadamente en 'Dominican Republic' los últimos años siendo siempre las mujeres las que llevan la peor parte y según una reseña de EFE que me envía Alexis (no tengo link), supera incluso la cantidad de muertes que por esta causa ocurre en países que como España tiene una población 4 veces mayor. Y en la misma fuente la procuradora adjunta para asuntos de la mujer, Roxana Reyes dice que República Dominicana ocupa el sexto lugar en el mundo en el que más hombres se suicidan luego de matar a sus parejas. Para ser un país tan pequeño esa estadística es escalofriante.
¿A qué podrían atribuirse esos fenómenos? La situación es compleja y quizás sea bueno verla por partes. En primer lugar está el problema de las armas y la facilidad con la que cualquier persona allí puede adquirir y portar una. A eso se añaden las sanciones no muy fuertes con que se castiga a quienquiera que sea sorprendido portando una arma de manera ilegal; en general las consecuencias no son graves y si el acusado tiene algo de dinero pues puedes salirse con la suya sobornando a cualquier empleado, policía o juez corrupto (de esos hay muchos en el país).
Independientemente de la naturaleza de los conflictos y de quiénes sean los participantes, el porte de un arma de fuego es lo que en inglés se podría llamar como un "game changer" o un elemento determinante que cambia el equilibrio del juego... Una pelea de cualquier tipo, verbal, a trompadas y hasta a pedradas termina cuando los que pelean se cansan o alguien viene a separarlos. Nadie quiere separar a nadie cuando uno de los contendientes está armado. Hay que destacar que en cualquier tipo de disputa la carga de adrenalina puede ser la misma pero con un arma de fuego (un cuchillo puede ser también una arma muy peligrosa) una persona se convierte en asesino que no lo sería si no poseyera ninguna. Tener una arma hace la diferencia y la facilidad para obtenerlas y portarlas -aún a escondidas, agrava el problema.
Otro aspecto a considerar tiene que ver con el sentido de posesión o el sentido de propiedad que está arraigado en ciertas culturas y se extiende hacia las personas con las que se mantiene una relación. ¿Qué tanto se creen dueños de ellas?; ¿qué tanto se creen que les pertenecen las personas con las que se involucran?; ¿se piensa que son suyas hasta el punto de decidir por ellas mismas o por el contrario ellos-as sí pueden tomar sus propias decisiones y en eso va incluido el poder dejarlos-las si así lo quisiesen y cuando lo quisiesen? Y asociado con esto se podría hablar de lo pobre que es la educación (formal e informal) en cuanto a enseñar a manejarse adecuadamente desde un punto de vista relacional y no sólo de contenidos. El sentido de propiedad crea jerarquías, un tipo de relación vertical donde una parte da las órdenes y la otra debe obedecerlas. Los roles que se le atribuyen a uno u otro sexo y que pueden ser asumidos por ambas partes reafirmarían el entramaje de los intercambios.
Creo que es en tiempos de crisis (moral, corrupción, pobreza, drogas), sobretodo económicas cuando se revelan los problemas, los roles se confunden y hasta pudieran revertirse y las partes podrían no estar cumpliendo con las reglas que gobiernan la dinámica social y que no por no haber estado escritas no dejan de ser menos válidas y entonces vienen los conflictos y los malentendidos. La falta de experiencia para manejarse en terrenos desconocidos donde los papeles atribuídos a unos y a otros pueden estar invertidos pueden producir mucha frustración que genera casi siempre violencia tanto física como verbal y esta no es otra cosa más que una respuesta inadecuada para resolver las fricciones interpersonales.
No hay que olvidar que aprendemos por observación y no hace mucho tiempo era casi normal que los padres se creyeran propietarios y dueños de sus hijos e hijas, que les pegaran cuando les daba la gana y por la más mínima cosa o cuando ellos no obedecían a sus mandatos (de eso queda mucho todavía). Por extensión eso mismo ocurre en algunas parejas: creerse dueño del otro parece dar derecho al maltrato y al castigo de ese otro cuando supuestamente el o ella no actúa como debería hacerlo. Pero a diferencia de un niño que no tiene capacidad para responder de igual a igual, un cónyuge no siempre está dispuesto a soportar ningún maltrato y como consecuencia el resultado es una pelea que escala, se le va de las manos a los contrincantes y en el peor de los casos es causa de la muerte de quién es más débil físicamente hablando.
Creo que es en tiempos de crisis (moral, corrupción, pobreza, drogas), sobretodo económicas cuando se revelan los problemas, los roles se confunden y hasta pudieran revertirse y las partes podrían no estar cumpliendo con las reglas que gobiernan la dinámica social y que no por no haber estado escritas no dejan de ser menos válidas y entonces vienen los conflictos y los malentendidos. La falta de experiencia para manejarse en terrenos desconocidos donde los papeles atribuídos a unos y a otros pueden estar invertidos pueden producir mucha frustración que genera casi siempre violencia tanto física como verbal y esta no es otra cosa más que una respuesta inadecuada para resolver las fricciones interpersonales.
No hay que olvidar que aprendemos por observación y no hace mucho tiempo era casi normal que los padres se creyeran propietarios y dueños de sus hijos e hijas, que les pegaran cuando les daba la gana y por la más mínima cosa o cuando ellos no obedecían a sus mandatos (de eso queda mucho todavía). Por extensión eso mismo ocurre en algunas parejas: creerse dueño del otro parece dar derecho al maltrato y al castigo de ese otro cuando supuestamente el o ella no actúa como debería hacerlo. Pero a diferencia de un niño que no tiene capacidad para responder de igual a igual, un cónyuge no siempre está dispuesto a soportar ningún maltrato y como consecuencia el resultado es una pelea que escala, se le va de las manos a los contrincantes y en el peor de los casos es causa de la muerte de quién es más débil físicamente hablando.
Y el fenómeno del suicidio posterior a la muerte de la compañera no es tan difícil de explicar. Está en la literatura por todas partes y no necesariamente quien se suicida tiene que ser el autor o la persona responsable del fallecimiento de la otra. ¡Cuánta gente no sufre de depresión cuando se acaba una relación! La vida deja de tener sentido cuando existe el apego hacia un tercero y ese o esa deja de estar para siempre, desaparece de por vida. Sólo hay que agregar un poco de culpa por haber sido el o la causante de la muerte de ese tercero y ya completamos el cuadro.... Y no hay que olvidar lo dicho anteriormente. Aprendemos por observación y sólo basta que hayamos leído, visto en la literatura, el cine y la TV o presenciado a alguien hacer algo semejante para que eso forme parte de nuestro repertorio de respuestas al que acudiremos sin demora cuando se nos presente una situación similar o parecida.
11 comments:
Buen artículo, Fernando. Como dices, es un tema complejo, muy complejo.
Por circunstancias familiares y de amistad, estoy observando desde tiempo la crianza de madres solteras a sus hijos varones. Es increíble la sobreprotección, la poca disciplina y el egoísmo que siembra en la educación de esos niños muchas de sus madres, no todas claro.
Por igual, también veo a los padres de estos niños, su ausencia o su intermitente presencia. A veces estos niños quedan en medio de los confilctos de estos padres, que lo manejan como un objeto para afectarse mutuamente. Creo que es tan dañino como cuando un niño o niña crece en medio de un ambiente familiar hostil, en donde la relación de pareja es una guerra constante.
¿Resultado? Adultos que asumen sus relaciones como propiedades, que manipulan a los demás, que ven al otro como un objeto de satisfacción.
Esta es una arista.
Mientras, lo que describes es algo que se agrava y, de verdad, llama a buscar una salida a ello.
Me gusta lo que dices Argénida! Tu modo de ver las cosas, la(s) arista(s) que agregas son ciertamente dignas de observación y de tener en cuenta para enriquecer la discusión.
Hago mucho énfasis sin embargo en el asunto de la facilidad con que en Santo Domingo se porta armas y los resultados a que eso conlleva porque creo que independientemente de la relación propiedad-objeto que se desarrolla en muchas relaciones las consecuencias no serían tan dramáticas si no existieran ellas de por medio.
Todos de alguna manera u otra y en algún momento de nuestra existencia y sin importar la razón que ha habido detrás, hemos sido víctimas de algún momento de exaltación, prisioneros de nuestra furia, rabia e impotencia. Hemos sido capaces de matar o ser víctimas de alguien con una arma si estuviera en nuestras (sus) manos. Ello no ocurre porque felizmente no la hemos tenido... Mantenerlas fuera del alcance y nunca portarlas salva vidas.. Parece simple pero en realidad lo es...
(Parafraseo a R.D. Laing: Todos somos asesinos y prostitutas, y no importa a qué cultura, sociedad, clase o nación pertenezcamos".
Acabo de leer esta noticia (http://www.listin.com.do/la-republica/2010/12/24/171364/La-tension-se-apodera-del-barrio-Capotillo) y duele constatar que una parte de la sociedad dominicana sí que está en crisis: no tiene que envidiarle nada a zonas del mundo donde la violencia, el malestar y la inseguridad en que se vive son rampantes.
¿Qué hacen las autoridades para devolver la dignidad a una parte importante de la población?
Las autoridades: nada.
Por ejemplo, el presidente entrega "cajas navideñas" con un pollo, un vino Caballo Blanco, varios paquetes de harina de maiz...o sea, le quita al pobre la dignidad que tiene. Así que estamos mal.
Pienso ¿por qué no es en el orden inverso?
¿por qué primero matar y después suicidarse?
¿por qué no primero suicidarse?
Si las cosas fueran en el sentido inverso Maribel el post no tendría razón de ser... Y el último párrafo te da una posible respuesta.
Argénida, el problema le queda grande a las autoridades. Ellos ya se dieron por vencidos y sencillamente han decidido mantenerse a como dé lugar, continuando con la demagogia y aplicando curitas al enfermo cuando lo que se necesita de verdad es una cirugía mayor para extirpar el mal.
Si las cosas fueran en sentido inverso tendría más razón de ser que un post sobre el tema en un blog. Muerto el perro se acabó la rabia, las autoridades tendrían solucionado el tema si primero se optara por el suicidio antes que por el asesinato.
Maribel el mundo es.... el mundo no es una hipótesis del tipo si... entonces... ¿comprendes?
Argénida y yo mencionamos "las autoridades" por la noticia que se menciona en el comentario #3 y que tiene que ver con la situación de degradación que vive el país... e indirectamente es un reflejo de la crisis que se vive allí.
Yo menciono las autoridades policiales y judiciales en el caso que tu expones sobre el delito de asesinato y posterior suicidio del asesino de tu post. Estoy segura que las autoridades también piensan lo mismo que yo ¿por qué no suicidarse primero antes de matar ?
He visto el caso de hombres que se han suicidado para que a la mujer le quede el remordimiento de que ellos se mataron. También he oído comentarios en ese sentido en boca de algunos que ni se han suicidado ni la han matado. El problema está mucho antes del desenlace. Y con qué se mate es irrelevante, antes era a puñaladas, pedradas o al puño limpio.
Bueno Daniel, no te olvides de cuál es o era la ecuación original. Sin importar la razón los hombres se matan luego de matar a la compañera. Y para mí el hecho de que existen armas de fuego es lo que hace todo más fácil y más probable... Es duro suicidarse con un cuchillo, con una piedra, etc., aún después de haber matado a la esposa, novia, amante o ex.
Todo eso que tu dices se da y se da de ambos lados pero necesita de otros análisis.
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