- Eso que piensas, que sientes en estos momentos, ahora mismo, mientras caminamos con dificultad sobre la nieve y que luego vamos a recordar con nostalgia dentro de cinco o seis años como si estuviéramos experimentando un gran momento, eso es la vida. Y ella está llena de momentos como estos que con el transcurso del tiempo reeditamos, los rehacemos en esa máquina sofisticada y elusiva que llamamos "mente" para convencernos y hacernos creer que sí fueron eventos memorables.
- Pero no es ni ha sido la gran cosa. Tu y yo sabemos que en estos instantes nada especial está realmente ocurriendo. Nada relevante que nos llene de emoción, ninguna chispa que conmocione nuestro ser y nos haga saltar de alegría ni ningún dolor agudo que nos traspase el alma o nos haga llorar de rabia, impotencia o frustración. Sin embargo, con los años hacemos de estas pequeñas cosas, hacemos de estas vivencias grandes aventuras dignas de recordación y añoranza.
- En realidad si soy fiel a lo que está ocurriendo conmigo y a mi alrededor, aquí y ahora, debo decir que tengo mucho frío y que me produce mucha desilusión el pensar la manera como me engañaré y sin darme cuenta haré el truco de transformar estas experiencias insípidas e irrelevantes en recuerdos vívidos, grandiosos y por demás agradables.
- Por lo menos es lo que la mayoría de las personas hacen. No tengo razón para pensar que soy diferente a ellas.
1 comment:
Es verdad, lo hacemos. No sé con cuánta frecuencia, pero trasmutamos unos recuerdos más bien insípidos en algo memorable - ¿cuál es la razón de que este cambio se opere con ciertos hehcos y no con otros?
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