De vez en cuando y de cuando en vez, todo debe calibrarse. Los autómoviles, los aparatos eléctricos, el software, uno mismo y eso incluye las relaciones que sostenemos con las demás personas.
Porque todo cambia, los tornillos se aflojan y hay que apretarlos, hacer reparaciones aquí y allá y hasta cambiar piezas si es necesario para extender la vida útil de los utensilios, los enlaces y las conexiones que forman parte de nuestro diario vivir.
Porque no siempre puede darse uno el lujo de cambiar las cosas o sustituirlas por otras mejores. Hacerlo, en el caso de que se pudiera, no garantiza que las mismas funcionarán mejor que las anteriores o que encajarán perfectamente en el lugar donde las queremos colocar..., o a la inversa.
Hasta la vida hay que replanteársela en nuevos términos de vez en cuando y de cuando en vez.
Porque todo cambia, los tornillos se aflojan y hay que apretarlos, hacer reparaciones aquí y allá y hasta cambiar piezas si es necesario para extender la vida útil de los utensilios, los enlaces y las conexiones que forman parte de nuestro diario vivir.
Porque no siempre puede darse uno el lujo de cambiar las cosas o sustituirlas por otras mejores. Hacerlo, en el caso de que se pudiera, no garantiza que las mismas funcionarán mejor que las anteriores o que encajarán perfectamente en el lugar donde las queremos colocar..., o a la inversa.
Hasta la vida hay que replanteársela en nuevos términos de vez en cuando y de cuando en vez.
2 comments:
Cierto. Aunque no está de más andar con una tuerca medio floja :P Mira que la locura tiene su gracia... Es broma. Saludos!
Muy divertida Sonia Tejada. "Ciertas" locuras tienen su gracia: muy de acuerdo.
Broma bien recibida! Gracias, por pasar por aquí. El café se honra con su visita :)
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