Los meses recién transcurridos han sido muy turbulentos. En medio de la pandemia y el consiguiente encerramiento que la misma ha provocado, hemos sido testigos del agudizamiento e intensificación de las luchas sociales en contra de la discriminación racial y eso hace que a nivel general y personal uno cuestione la vida y la dirección hacia donde nos dirigimos.
El futuro no está muy claro que digamos. Al contrario, creo que pinta bastante oscuro e incierto. Los problemas generados por la pandemia están ahí presentes; problemas no sólo de tipo económico sino también de tipo ideológico y político. La pandemia ha expuesto de manera muy clara el sistema de injusticias y desigualdades de todos los tipos en que vivimos.
A ello se suma también la amenaza latente del cambio climático que a manera de cuenta regresiva se cierne como espada de Damocles sobre nuestras cabezas y nuestro futuro.
Todo ello me ha dejado un poco descorazonado y desanimado por tratar de describirlo con palabras. Es también una sensación de vacío y falta de objetivos que he experimentado los últimos días. Me siento un poco aprisionado en esta coyuntura de la historia y de la vida.
¿Qué hago? ¿Hacia dónde me dirijo para darle sentido y coherencia a mi existencia en estos tiempos de crisis? Ahora mismo no tengo buenas respuestas y de último minuto se me ha ocurrido que mientras dura esta incómoda sensación voy a tratar de evadirme no con alcohol sino con historias de fácil consumo de las que pululan en Netflix , Hulu y Amazon por poner unos cuantos ejemplos.
El futuro no está muy claro que digamos. Al contrario, creo que pinta bastante oscuro e incierto. Los problemas generados por la pandemia están ahí presentes; problemas no sólo de tipo económico sino también de tipo ideológico y político. La pandemia ha expuesto de manera muy clara el sistema de injusticias y desigualdades de todos los tipos en que vivimos.
A ello se suma también la amenaza latente del cambio climático que a manera de cuenta regresiva se cierne como espada de Damocles sobre nuestras cabezas y nuestro futuro.
Todo ello me ha dejado un poco descorazonado y desanimado por tratar de describirlo con palabras. Es también una sensación de vacío y falta de objetivos que he experimentado los últimos días. Me siento un poco aprisionado en esta coyuntura de la historia y de la vida.
¿Qué hago? ¿Hacia dónde me dirijo para darle sentido y coherencia a mi existencia en estos tiempos de crisis? Ahora mismo no tengo buenas respuestas y de último minuto se me ha ocurrido que mientras dura esta incómoda sensación voy a tratar de evadirme no con alcohol sino con historias de fácil consumo de las que pululan en Netflix , Hulu y Amazon por poner unos cuantos ejemplos.
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