El 2011 va a quedar inscrito en la historia como un año memorable en el desarrollo de los movimientos sociales y políticos del mundo. Ha sido casi como un retorno a las cruzadas (en el sentido del involucramiento general de una gran parte de la población en favor de una causa común), los movimientos hippies de los años 60, la lucha por los derechos civiles y de igualdad social (razas, género) de otros tiempos, por poner unos cuantos ejemplos. Y todo no se ha dicho aún: la historia continúa, es algo que se sigue escribiendo día a día pues es mucho lo que queda por ver y hacer todavía.
Más fotos y la fuente al hacer click en la imagen.
Todo comenzó en el Túnez con lo que ha pasado a llamarse la revuelta árabe de primavera y se destaca el papel clave que ha desempeñado la tecnología y las redes sociales en cuanto a la difusión del sentir general, léase twitter, facebook, etc. Es de notar lo difícil que es contener a las multitudes cuando de repente descubren que todos o una gran mayoría de las personas sienten las mismas cosas, esas que por miedo se han mantenido en hermético secreto, a puertas cerradas o compartidas sólo con unos pocos.
No hubo que esperar mucho para que las manifestaciones y demostraciones ocurridas en el Túnez y que culminaron con la renuncia del gobierno, se esparcieran por otros países árabes gobernados por férreas dictaduras y el resultado ya todos lo conocen: igual que una hilera de dominós que caen uno detrás del otro luego que cede el primero, así han caído esos gobiernos (algunos como en el caso de Libia han contado con ayuda y asistencia externa). Y a esa lista de naciones se siguen sumando otras donde la gente ha perdido el miedo y se une para protestar de manera abierta los regímenes que los han dominado por generaciones.
Pero no sólo los países árabes han conocido o sido protagonistas directos de tales demostraciones. En meses pasados vimos a España con un movimiento bautizado con el nombre de "los indignados". Y ha habido su cuota de indignados en muchos otros países. En República Dominicana se ha aprovechado la nueva plataforma de lucha para impulsar el que se destine a la educación lo que la constitución prevee, un 4 por ciento del producto interno bruto. También en Chile se producen protestas de grupos indígenas que hasta este año no se conocía muy bien los problemas por los que atraviesan en ese país, situaciones que denuncian un estado de cosas opresivo y que antes eran mal difundidas y se le daba poca publicidad.
Y en las últimas semanas le ha tocado a New York con su famoso eslogan de Ocupar Wall Street o por sus siglas OWS, donde miles de personas prácticamente han tomado un parque en el bajo Manhattan y han abierto tiendas de campaña para entre muchas otras cosas denunciar la increíble desproporción en la que se reparten los ingresos entre los súper-ricos que representan el 1% de la población del país y el restante 99 por ciento. Copias de esas protestas no han tardado en propagarse como reguero de pólvora a la que se le prende fuego y ya existen distintas versiones a nivel de todo USA llamando la atención hacia lo que es un estado de cosas muy injusto y que trabaja muy a favor de los muy ricos y en contra de la gran mayoría de la población.
Hacer click en la imagen para ver más.
Sin lugar a dudas que todas esas manifestaciones, tanto las de nivel local como internacional, cuentan con mi más ferviente apoyo. Aún así, una reciente entrada en el blog de Paul Krugman me ha hecho reflexionar sobre la diferencia entre ser un defensor y/o partidario de movimientos como estos o ir un poco más lejos y ser un activista. No es lo mismo ni es igual.
Ese día en la tarde estaba lloviendo y vi un reportaje de la ocupación y me he quedado pensando lo que significa realmente integrarse a un movimiento de esta naturaleza. En otras palabras, lo que significa ser un verdadero activista ¡No es un picnic! No, no.Hay días muy fríos, se está casi a la intemperie, a merced de los elementos y debe ser una tarea muy difícil hacer todas esas cosas que hacemos y damos por sentado en la comodidad de nuestras casas. Me imagino el descansar, dormir, asearse, cepillarse los dientes y otras que los que han comido demasiado o tomado muchos líquidos (cerveza) podrán saber de qué estoy hablando. Ellos no son muy bien recibidos por los dueños de negocios en el área.
Me quito el sombrero (si lo tuviera) y gozan de todo mi respeto todas esas personas que no sólo apoyan una causa justa sino que con su presencia y sus acciones están dispuestas a llegar todo lo lejos que sea necesario en la defensa de eso que creen.
Aquí se intercambian ideas. La administración se esfuerza en garantizar a todos los mismos derechos y privilegios.
Friday, October 14, 2011
Wednesday, October 12, 2011
Los sonidos de la mañana
El día de hoy me ha dado con prestarle atención a detalles que en otros momentos no se me hubiera ocurrido tenerlos en cuenta. Son tan banales, casi intrascendentes. Me fui a cepillar los dientes pero no dejé el café haciéndose como en otros días.
He querido oír el sonido que hace el agua caliente cuando a borbotones sube apresurada a mezclarse con el polvo ese que espera paciente para entintarla de su negro marrón.
Me parece atractivo el vapor que emana de esta operación simple, las formas que toma hasta desaparecer. ¿Hacia donde se dirigirán esas gotitas de agua casi invisibles?
Y al fregar las pocas cosas sucias del día anterior, que a mí nunca me parecen pocas, he reparado en el silbido que produce el agua al salir precipitada de la boquilla del grifo. ¿Cómo no me había dado cuenta antes?
También he pelado unos plátanos y los he puesto al fuego en una olla-sartén. Curioso el glu-glu-glu o qué se yo cómo se puede reproducir eso al escribirlo; ese sonido que produce el agua unos minutos más tarde cuando empieza a hervir.
Me pongo a pensar que esos mismos sonidos son los que uno identifica y también echa de menos cuando deja de vivir con otras personas en la casa y en las mañanas cuando estábamos acostados y medio dormidos percibíamos el ajetreo en la cocina, el ruido que producen los platos, las cucharas y los cubiertos al chocar.
Asimismo el trajín con las pailas y los calderos y así una infinidad de pequeños ruiditos que resuenan en el tiempo y que a mí en este momento me parece escucharlos como si hubieran sido preciosas melodías.
He querido oír el sonido que hace el agua caliente cuando a borbotones sube apresurada a mezclarse con el polvo ese que espera paciente para entintarla de su negro marrón.
Me parece atractivo el vapor que emana de esta operación simple, las formas que toma hasta desaparecer. ¿Hacia donde se dirigirán esas gotitas de agua casi invisibles?
Y al fregar las pocas cosas sucias del día anterior, que a mí nunca me parecen pocas, he reparado en el silbido que produce el agua al salir precipitada de la boquilla del grifo. ¿Cómo no me había dado cuenta antes?
También he pelado unos plátanos y los he puesto al fuego en una olla-sartén. Curioso el glu-glu-glu o qué se yo cómo se puede reproducir eso al escribirlo; ese sonido que produce el agua unos minutos más tarde cuando empieza a hervir.
Me pongo a pensar que esos mismos sonidos son los que uno identifica y también echa de menos cuando deja de vivir con otras personas en la casa y en las mañanas cuando estábamos acostados y medio dormidos percibíamos el ajetreo en la cocina, el ruido que producen los platos, las cucharas y los cubiertos al chocar.
Asimismo el trajín con las pailas y los calderos y así una infinidad de pequeños ruiditos que resuenan en el tiempo y que a mí en este momento me parece escucharlos como si hubieran sido preciosas melodías.
Saturday, October 8, 2011
Defensas
No es tan fuerte como parece. Por el contrario, es tan frágil como un molusco que se oculta en su caracol. Y eso mismo ha hecho él. Construirse un gran caparazón alrededor de sí mismo para cubrirse todo el tiempo. Ha sido muy hábil en erigir defensas tan altas que lo protegen de casi cualquier ataque de sus enemigos.
¿Qué enemigos? No veo ninguno.
Y quizás nunca lo hubieron. Si existieron se han ido y los pocos que pudieran quedar, si acaso quedasen, no parecen ensañarse más con él. Todos han quedado en el pasado o quién sabe si en la imaginación.
Si realmente existieron o no, el efecto sin embargo, es el mismo. Los muros altos e inexpugnables persisten, las defensas siguen protegiéndolo sin darse cuenta de que afuera nadie osa derrumbarlos.
¿Acaso lo sabe? Talvez sí pero ya es muy tarde, ya no tiene fuerzas para derribar y romper esas barreras que al paso del tiempo fue creando y que sin querer en vez de darle la libertad terminaron aprisionándolo.
¿Qué enemigos? No veo ninguno.
Y quizás nunca lo hubieron. Si existieron se han ido y los pocos que pudieran quedar, si acaso quedasen, no parecen ensañarse más con él. Todos han quedado en el pasado o quién sabe si en la imaginación.
Si realmente existieron o no, el efecto sin embargo, es el mismo. Los muros altos e inexpugnables persisten, las defensas siguen protegiéndolo sin darse cuenta de que afuera nadie osa derrumbarlos.
¿Acaso lo sabe? Talvez sí pero ya es muy tarde, ya no tiene fuerzas para derribar y romper esas barreras que al paso del tiempo fue creando y que sin querer en vez de darle la libertad terminaron aprisionándolo.
Tuesday, October 4, 2011
Lecciones de física: los precursores del movimiento
Vivir en un mundo de ideas donde las personas se expresan libremente y tienen opiniones sobre las cosas que pueden ser distintas de las de los demás me parece de lo más normal. El que esas opiniones difieran y generen discusiones, controversias y debates de manera civilizada entre los que sostienen puntos de vista diferentes me parece muy normal también.
Parece, sin embargo, que hay mucha gente también que no se siente cómoda en un ambiente de esta naturaleza. Esa gente prefiere otro tipo de sistema en el que las personas no opinan, no dicen nada, sólo ejecutan. En ese orden de cosas para ellos es más fácil el recibir o dar órdenes que deben ser cumplidas al pie de la letra sin importar si las mismas entran en contradicción entre sí o no toman en cuenta los conflictos que generan y que deben ser resueltos antes de poder efectivamente llevarse a cabo.
Cuando una persona del primer grupo entra en contacto prolongado con otra u otras del segundo se genera tensión y mucha, la cual es proporcional al tiempo de exposición a la misma y la particularidad que la origina. Aparentemente esto puede ser algo negativo, pero sí se sabe usar de manera inteligente la misma puede generar efectos muy beneficiosos para quién la sufre.
No hay que olvidar que cuando la tensión esa de la que hablamos llega a un punto crítico va a necesitar una salida, un punto de escape la cual puede usarse de manera positiva para generar movimiento, provocar acción, de la misma manera que el agua en una caldera alimentada por un intenso fuego genera una presión tal en forma de vapor que éste para salir hace cualquier cosa sin importar si en el proceso tiene que mover toneladas de acero en forma de una locomotora.
Hoy mismo, ahora mismo yo siento que soy como el agua dentro de aquella caldera y que ya está alcanzando su punto de ebullición.
Parece, sin embargo, que hay mucha gente también que no se siente cómoda en un ambiente de esta naturaleza. Esa gente prefiere otro tipo de sistema en el que las personas no opinan, no dicen nada, sólo ejecutan. En ese orden de cosas para ellos es más fácil el recibir o dar órdenes que deben ser cumplidas al pie de la letra sin importar si las mismas entran en contradicción entre sí o no toman en cuenta los conflictos que generan y que deben ser resueltos antes de poder efectivamente llevarse a cabo.
Cuando una persona del primer grupo entra en contacto prolongado con otra u otras del segundo se genera tensión y mucha, la cual es proporcional al tiempo de exposición a la misma y la particularidad que la origina. Aparentemente esto puede ser algo negativo, pero sí se sabe usar de manera inteligente la misma puede generar efectos muy beneficiosos para quién la sufre.
No hay que olvidar que cuando la tensión esa de la que hablamos llega a un punto crítico va a necesitar una salida, un punto de escape la cual puede usarse de manera positiva para generar movimiento, provocar acción, de la misma manera que el agua en una caldera alimentada por un intenso fuego genera una presión tal en forma de vapor que éste para salir hace cualquier cosa sin importar si en el proceso tiene que mover toneladas de acero en forma de una locomotora.
Hoy mismo, ahora mismo yo siento que soy como el agua dentro de aquella caldera y que ya está alcanzando su punto de ebullición.
Sunday, October 2, 2011
Ella dice que está feliz: ¿lo está?
"Estoy felizzzzzz" pone A en su estado de Facebook.
¿Lo notan? ¿El énfasis con que lo escribe? Lo que me hace dudar. Igual que ella, mucha gente pone estados que parecen más bien carteles llamativos de esos que uno encuentra por doquier en las tiendas de artículos para regalos: son mensajes sugestivos, provocativos, que lo que hacen es tratar de atraer a los clientes para que se los lleven. Parecen decir en voz alta: "cómprenme, cómprame, soy una ganga, me vendo a precios de descuento".
Hagamos unas cuantas permutaciones de algunos posibles porqués, ella hace eso, yo haría eso, ellos-as ponen estados así en su red social.
1. Se me ocurre que ella realmente está feliz y simplemente quiere que sus amigos y relacionados lo sepan.. ¿Creen eso?
2. Ni está feliz ni lo contrario, diríamos que está neutra. Su estado es de tranquilidad pero estar tranquilo no llama mucho a la atención y prefiere decir, hacer creer que está mejor de lo que lo está. Estar en un estado de euforia siempre es visto como algo que te da puntos a favor y de eso se trata todo esto. Estamos en competencia por mostrar quien puede exhibirse, estar mejor que los demás.
3. Está aburrida, pero ella no puede decir eso. Sus amigos no la van a ver como una gran cosa y no le van a hacer caso. ¿Quién quiere estar al lado de una persona que está aburrida? No ella por supuesto y eso hace que nunca diga nada por el estilo.
4. Se siente fatal...Claro que no va a poner eso. Eso daría mucha pena, ella no quiere que le cojan / le tengan pena. Eso sería humillante. No podría "mirarle la cara" a nadie.
5. Ni ella misma sabe cómo está. Difícilmente se preocupa por saber cómo están sus estados interiores. No obstante sí sabe lo mal que se siente cuando ve a alguien mostrando lo bien que le está yendo en la vida, lo radiante y feliz que se ve. ¿Será eso envidia? No lo sabe pero prefiere y quiere que los demás sientan eso que ella está sintiendo ahora, ese malestar..., qué no daría ella por provocar eso. sííííí....
De seguro deben existir más posibilidades.., pero hoy es Domingo y hay que coger las cosas con calma (no se pueden quemar/utilizar todas las neuronas en analizar un estúpido status de FB).
¿Lo notan? ¿El énfasis con que lo escribe? Lo que me hace dudar. Igual que ella, mucha gente pone estados que parecen más bien carteles llamativos de esos que uno encuentra por doquier en las tiendas de artículos para regalos: son mensajes sugestivos, provocativos, que lo que hacen es tratar de atraer a los clientes para que se los lleven. Parecen decir en voz alta: "cómprenme, cómprame, soy una ganga, me vendo a precios de descuento".
Hagamos unas cuantas permutaciones de algunos posibles porqués, ella hace eso, yo haría eso, ellos-as ponen estados así en su red social.
1. Se me ocurre que ella realmente está feliz y simplemente quiere que sus amigos y relacionados lo sepan.. ¿Creen eso?
2. Ni está feliz ni lo contrario, diríamos que está neutra. Su estado es de tranquilidad pero estar tranquilo no llama mucho a la atención y prefiere decir, hacer creer que está mejor de lo que lo está. Estar en un estado de euforia siempre es visto como algo que te da puntos a favor y de eso se trata todo esto. Estamos en competencia por mostrar quien puede exhibirse, estar mejor que los demás.
3. Está aburrida, pero ella no puede decir eso. Sus amigos no la van a ver como una gran cosa y no le van a hacer caso. ¿Quién quiere estar al lado de una persona que está aburrida? No ella por supuesto y eso hace que nunca diga nada por el estilo.
4. Se siente fatal...Claro que no va a poner eso. Eso daría mucha pena, ella no quiere que le cojan / le tengan pena. Eso sería humillante. No podría "mirarle la cara" a nadie.
5. Ni ella misma sabe cómo está. Difícilmente se preocupa por saber cómo están sus estados interiores. No obstante sí sabe lo mal que se siente cuando ve a alguien mostrando lo bien que le está yendo en la vida, lo radiante y feliz que se ve. ¿Será eso envidia? No lo sabe pero prefiere y quiere que los demás sientan eso que ella está sintiendo ahora, ese malestar..., qué no daría ella por provocar eso. sííííí....
De seguro deben existir más posibilidades.., pero hoy es Domingo y hay que coger las cosas con calma (no se pueden quemar/utilizar todas las neuronas en analizar un estúpido status de FB).
Saturday, October 1, 2011
El poder de las palabras
Lo que produce escuchar unas cuantas palabras dulces y agradables: nostalgia, sí, mucha nostalgia.
Eso fue lo que la señorita sintió momentos antes de partir de ese lugar para siempre; una sensación difusa pero inconfundible, la pena de que extrañaría ese sitio que había sido su ubicación de trabajo por casi tres años; pero también el lugar en el que experimentó el suplicio y el martirio resultantes del indeseable encuentro con la parte desagradable de la convivencia humana.
Así me lo manifestó ella en dos mensajes de texto que mi teléfono recibió a las 12:08 de la mañana del otro día. Yo vine a enterarme alrededor de las 3:00 AM cuando la luz titilante e intermitente del teléfono debe haberme despertado.
Debió haber sido el último huésped del hotel que ella atendió, un señor entrado en años que le dijo con emotiva dulzura que se parecía a Dios porque estaba en todas partes, en especial cuando se la necesitaba. Ella le respondió que el sólo le decía eso porque le había llevado su desayuno temprano y el estaba muy hambriento. A lo que él simplemente asintió.
Ella no pudo menos que sonreírse porque "probablemente esas hayan sido las últimas palabras que yo oiría en ese lugar, y eran bellas palabras".
- "Y sospecho que soy capaz de sentir nostalgia justamente por estos últimos minutos que he pasado con este agradable anciano", continuó ella.
- "Soy débil, tonta e insoportablemente blanda", fue todo el contenido de su último mensaje.
Y por contarme todo esto, no pude evitar el sentirme irremediablemente nostálgico yo también!
Eso fue lo que la señorita sintió momentos antes de partir de ese lugar para siempre; una sensación difusa pero inconfundible, la pena de que extrañaría ese sitio que había sido su ubicación de trabajo por casi tres años; pero también el lugar en el que experimentó el suplicio y el martirio resultantes del indeseable encuentro con la parte desagradable de la convivencia humana.
Así me lo manifestó ella en dos mensajes de texto que mi teléfono recibió a las 12:08 de la mañana del otro día. Yo vine a enterarme alrededor de las 3:00 AM cuando la luz titilante e intermitente del teléfono debe haberme despertado.
Debió haber sido el último huésped del hotel que ella atendió, un señor entrado en años que le dijo con emotiva dulzura que se parecía a Dios porque estaba en todas partes, en especial cuando se la necesitaba. Ella le respondió que el sólo le decía eso porque le había llevado su desayuno temprano y el estaba muy hambriento. A lo que él simplemente asintió.
Ella no pudo menos que sonreírse porque "probablemente esas hayan sido las últimas palabras que yo oiría en ese lugar, y eran bellas palabras".
- "Y sospecho que soy capaz de sentir nostalgia justamente por estos últimos minutos que he pasado con este agradable anciano", continuó ella.
- "Soy débil, tonta e insoportablemente blanda", fue todo el contenido de su último mensaje.
Y por contarme todo esto, no pude evitar el sentirme irremediablemente nostálgico yo también!
Monday, September 26, 2011
Con ese abrazo
Con un abrazo de buenas noches nos despedimos anoche por teléfono luego de finalizar la conversación que puso punto final al recuento habitual de las actividades del día. No es que crea mucho en eso de los abrazos por teléfono ni tampoco en esos que llaman virtuales pero no tenía una mejor alternativa. Cuando fue necesario y pudo haber tenido un efecto real y significativo no pude dárselo, me quedé congelado, sentado a su lado sin saber qué decir ni hacer.
Ella no sabe que al enviarle ese abrazo de despedida, esa fue mi manera de tratar de resarcir el sentimiento de culpa que sentía y no me abandonaba desde la tarde del día anterior, cuando me quedé con los brazos cruzados, inmóvil, sin saber dónde poner los pies o dónde estaba mi cabeza, nada, mientras con sus manos ella trataba en vano de ocultar los sollozos que a borbotones se escapaban de sus ojos y su garganta.
Hay algo en el llanto de una mujer que conmueve y vuelve vulnerable al más osado y valiente de todos los hombres. Yo no soy la excepción y por eso no me quedó más remedio que esperar a que se calmara. Por suerte no le había hecho nada, no me sentía directamente responsable de su estallido repentino pero aún así sentía la necesidad de que debía hacer algo y sin embargo en ese momento no pude.
Me quedé estancado, paralizado por ese desenlace inesperado que siguió a un intercambio de frases aparentemente sin mayor sentido. Fueron unos cuantos minutos los que transcurrieron pero por la tensión reinante sí que parecieron horas.
¿Qué fue lo que me detuvo? Ni yo mismo lo sé. Creo que en el fondo fue ese temor que siempre acecha dentro de nosotros mismos a que la expresión de apoyo y solidaridad pueda no ser apreciada como tal y en cambio sea rechazada o interpretada de manera totalmente inapropiada.. Pero esa es una suposicíon. No lo sé a ciencia cierta y probablemente nunca lo sepa. Parece un esfuerzo en vano, inútil, ese que hacemos por tratar de ponerle palabras a las cosas que ocurren en nuestro interior... Aún así vale la pena tratar de intentarlo cada vez que podamos.
Creo que algo se aclara hurgando en todo ese mar de confusión en el que se convierten los recuerdos cuando tratamos de interpretarlos. De seguro algunas pistas aparecerán y no nos importará mucho el que las mismas sean falsas o no, (con tal de que sean pistas) o bien nos lleven hacia destinos remotos e insospechados . Algo aprenderemos durante el recorrido...
Ella no sabe que al enviarle ese abrazo de despedida, esa fue mi manera de tratar de resarcir el sentimiento de culpa que sentía y no me abandonaba desde la tarde del día anterior, cuando me quedé con los brazos cruzados, inmóvil, sin saber dónde poner los pies o dónde estaba mi cabeza, nada, mientras con sus manos ella trataba en vano de ocultar los sollozos que a borbotones se escapaban de sus ojos y su garganta.
Hay algo en el llanto de una mujer que conmueve y vuelve vulnerable al más osado y valiente de todos los hombres. Yo no soy la excepción y por eso no me quedó más remedio que esperar a que se calmara. Por suerte no le había hecho nada, no me sentía directamente responsable de su estallido repentino pero aún así sentía la necesidad de que debía hacer algo y sin embargo en ese momento no pude.
Me quedé estancado, paralizado por ese desenlace inesperado que siguió a un intercambio de frases aparentemente sin mayor sentido. Fueron unos cuantos minutos los que transcurrieron pero por la tensión reinante sí que parecieron horas.
¿Qué fue lo que me detuvo? Ni yo mismo lo sé. Creo que en el fondo fue ese temor que siempre acecha dentro de nosotros mismos a que la expresión de apoyo y solidaridad pueda no ser apreciada como tal y en cambio sea rechazada o interpretada de manera totalmente inapropiada.. Pero esa es una suposicíon. No lo sé a ciencia cierta y probablemente nunca lo sepa. Parece un esfuerzo en vano, inútil, ese que hacemos por tratar de ponerle palabras a las cosas que ocurren en nuestro interior... Aún así vale la pena tratar de intentarlo cada vez que podamos.
Creo que algo se aclara hurgando en todo ese mar de confusión en el que se convierten los recuerdos cuando tratamos de interpretarlos. De seguro algunas pistas aparecerán y no nos importará mucho el que las mismas sean falsas o no, (con tal de que sean pistas) o bien nos lleven hacia destinos remotos e insospechados . Algo aprenderemos durante el recorrido...
Sunday, September 25, 2011
En dos segundos
Caminamos por las aceras de las calles apretujadas de gente de todas las formas, colores y tamaños imaginables y sin proponérnoslo los ojos no son órganos que nos sirven únicamente para ver. Se convierten en radares y escáners; o talvez son filtros de cristal acuoso por los que atraviesan y se escurren las personas. No sé hacia dónde van pero ellas desaparecen por las hendiduras y los entrelazados de lo que parece ser una red invisible de luces y sombras que se mueven de manera constante y continua en todas direcciones
De vez en cuando, sin embargo, nuestra red parece atrapar una forma, una silueta y por unos pocos segundos y talvez hasta más, parece retenerla en los hilos de un embeleso, de una mirada que se prolonga más allá de lo usual aprovechando el mismo tipo de impunidad que da el observar a través de unos cristales ahumados.
Son cabellos rizados movidos por el viento, piernas torneadas por un magnífico escultor o delicadas figuras que desafían las leyes físicas del equilibrio, no sé, no podría enumerarlas todas pero sí sé que es algo que ocurre de manera automática, sin pensarlo, sin importar qué tan distraído podamos estar por otras cosas.
Sólo bastan unos pocos segundos. En esa brevedad de tiempo suponemos que también nosotros nos deslizamos a través de otras redes, otros cedazos se encargarían de darnos el espacio necesario para diluirnos y escaparnos para siempre, aunque no siempre.
Si tenemos suerte -y quién no la tiene por lo menos una vez en su vida-, podemos pensar que alguna que otra mirada nos deberá retener algún instante más de la cuenta, aunque sea uno muy breve. Y nos consuela mucho el imaginar que por haber estado detenidos ahí en ese lugar inescrutable, casi irreal e indescriptible, podamos producir el mismo placer fugaz que sentimos cuando algo se queda en las mallas transparentes de esa red vista desde este lado del cristal.
De vez en cuando, sin embargo, nuestra red parece atrapar una forma, una silueta y por unos pocos segundos y talvez hasta más, parece retenerla en los hilos de un embeleso, de una mirada que se prolonga más allá de lo usual aprovechando el mismo tipo de impunidad que da el observar a través de unos cristales ahumados.
Son cabellos rizados movidos por el viento, piernas torneadas por un magnífico escultor o delicadas figuras que desafían las leyes físicas del equilibrio, no sé, no podría enumerarlas todas pero sí sé que es algo que ocurre de manera automática, sin pensarlo, sin importar qué tan distraído podamos estar por otras cosas.
Sólo bastan unos pocos segundos. En esa brevedad de tiempo suponemos que también nosotros nos deslizamos a través de otras redes, otros cedazos se encargarían de darnos el espacio necesario para diluirnos y escaparnos para siempre, aunque no siempre.
Si tenemos suerte -y quién no la tiene por lo menos una vez en su vida-, podemos pensar que alguna que otra mirada nos deberá retener algún instante más de la cuenta, aunque sea uno muy breve. Y nos consuela mucho el imaginar que por haber estado detenidos ahí en ese lugar inescrutable, casi irreal e indescriptible, podamos producir el mismo placer fugaz que sentimos cuando algo se queda en las mallas transparentes de esa red vista desde este lado del cristal.
Saturday, September 24, 2011
Pobres de espíritu
Hablábamos de la riqueza el otro día, esa cuyo propósito sirve hacia los fines de la elevación del ego más que a los objetivos primarios de satisfacer necesidades elementales y concretas.
¿Y qué hay que decir acerca de la pobreza? Esa que marca y deja sus huellas por siempre, la que nos persigue toda la vida, mucho más allá de cuando ya no ejerce su influencia nefasta y directa sobre nosotros.
Sí, es triste constatar que ser pobres es una condición que muchas veces no nos abandona nunca aunque hayamos dejado de serlo, aunque por el contrario ya tengamos dinero. No hay cosa peor, más petulante y pretenciosa que esos ricos que antes fueron pobres. La condición de haber vivido de manera miserable deja una huella indeleble o al menos casi imposible de borrar que se manifiesta por las ínfulas de poder, la vanidad exagerada y la ostentación superflua de los bienes materiales acumulados.
Es como si algunas personas nos hubiéramos detenido en el tiempo y hoy al igual que ayer estuviéramos viviendo para responder al dolor que no tener cosas representaba para nosotros. Pero más doloroso aún es creer que los demás comparten nuestro dolor, se identifican con nuestra situación.
Hacer el ridículo, eso es lo que hacemos, pues ni cuenta nos damos que los demás no están interesados en nuestro nuevo estatus, ni en enterarse de los artículos de marca que hemos adquirido, ni cuánto hemos pagado por ellos y si nos hacen algún reconocimiento es sólo para hacernos creer, seguirnos la corriente y así poder continuar con este juego que nos vuelve tontos, ciegos y sordos.
¿Y qué hay que decir acerca de la pobreza? Esa que marca y deja sus huellas por siempre, la que nos persigue toda la vida, mucho más allá de cuando ya no ejerce su influencia nefasta y directa sobre nosotros.
Sí, es triste constatar que ser pobres es una condición que muchas veces no nos abandona nunca aunque hayamos dejado de serlo, aunque por el contrario ya tengamos dinero. No hay cosa peor, más petulante y pretenciosa que esos ricos que antes fueron pobres. La condición de haber vivido de manera miserable deja una huella indeleble o al menos casi imposible de borrar que se manifiesta por las ínfulas de poder, la vanidad exagerada y la ostentación superflua de los bienes materiales acumulados.
Es como si algunas personas nos hubiéramos detenido en el tiempo y hoy al igual que ayer estuviéramos viviendo para responder al dolor que no tener cosas representaba para nosotros. Pero más doloroso aún es creer que los demás comparten nuestro dolor, se identifican con nuestra situación.
Hacer el ridículo, eso es lo que hacemos, pues ni cuenta nos damos que los demás no están interesados en nuestro nuevo estatus, ni en enterarse de los artículos de marca que hemos adquirido, ni cuánto hemos pagado por ellos y si nos hacen algún reconocimiento es sólo para hacernos creer, seguirnos la corriente y así poder continuar con este juego que nos vuelve tontos, ciegos y sordos.
Sunday, September 18, 2011
Escepticismo
En ocasiones me entran muchas dudas del mensaje real que está detrás de lo que las personas expresamos. ¿Queremos decir lo que realmente decimos o las palabras tienen poco que ver con lo que realmente sentimos, con el significado que está implícito en ellas?
Es un verdadero dilema, pues si no estamos seguros del mensaje real que está oculto, ¿cómo podemos responder de manera apropiada al mismo?
¿Y quién alguna vez en su vida no ha sido culpable de haber cometido el pecado de decir una cosa cuando en realidad siente otra totalmente distinta? Y si juzgamos por nuestra condición, ¿cuántas veces hemos sido víctimas de lo mismo? De que nos expresen algo sólo para hacernos sentir bien pero de hecho quién nos dice eso piensa y siente de manera completamente diferente.
Con razón somos tan escépticos!
Es un verdadero dilema, pues si no estamos seguros del mensaje real que está oculto, ¿cómo podemos responder de manera apropiada al mismo?
¿Y quién alguna vez en su vida no ha sido culpable de haber cometido el pecado de decir una cosa cuando en realidad siente otra totalmente distinta? Y si juzgamos por nuestra condición, ¿cuántas veces hemos sido víctimas de lo mismo? De que nos expresen algo sólo para hacernos sentir bien pero de hecho quién nos dice eso piensa y siente de manera completamente diferente.
Con razón somos tan escépticos!
Saturday, September 17, 2011
Sácame de tu listado
Quiero compartirles la experiencia que tuve en días pasados con una persona que apareció de improviso enviándome emails a mi cuenta de Gmail. A diferencia de otros, que los filtros de 'spam' detectan fácilmente, este se coló de manera directa a mi buzón...
Antes, ya me había enviado otro (no recuerdo si fue más de uno) pero lo dejé pasar. En el último que recibí, mi nivel de tolerancia para tonterías parece que andaba muy bajo y para evitar que siguiera mandándome cosas o exáltandome con la alerta del teléfono haciéndome creer que era algo bueno, decidí pedirle que parara de seguir haciendo eso.
Antes, por si las moscas hice un poco de investigación en FB. Los resultados dieron negativos lamentablemente. Voy a omitir el nombre de la persona y parte del correo que revosó mi paciencia por ser irrelevante a los propósitos de esta entrega. Juzguen por ustedes mismos-as.
Spammer:
La universidad iberoamericana UNIBE realizará la conferencia
“REGIMEN ECONÓMICO CONSTITUCIONAL EN REPÚBLICA DOMINICANA”
Dictada por el destacado abogado Eduardo Jorge Pratz, autor del manual “Derecho Constitucional”, volúmenes I y II.
En el Marco del inicio del diplomado en Derecho de la Competencia, Competencia Desleal y Dumping.
Esperamos contar con el apoyo de sus medios.
Fernando:
¿Quién eres tu? Porqué me mandas spam? No te conozco y ni siquiera vivo en la República Dominicana..Por favor sácame de tu lista ..
Spammer:
(manda otro email dando instrucciones -otra cuenta de email- dónde quiere recibir las respuestas a su mensaje de Spam).
Por favor escribirme mejor a: ......
Fernando: (dirigido esta vez a la cuenta que con preferencia quiere que le respondan)
Te decía en otro email que por favor pararas de mandarme Spam. No te conozco, creo que tu tampoco a mí, asi que no le veo ningún sentido a que me escribas sin yo haberlo solicitado y mucho menos de cosas que no me interesan. Gracias!
Spammer:
Lamento mucho que le lleguen estos correos que son de interés para medios de comunicación y personas vinculadas a los mismos. Lamento los inconvenientes, procederé a buscarlo e eliminarlo de mi lista.
Sea feliz, bendiciones.
Fernando:
No sé si seré feliz o no cuando deje de escribirme pero de dos cosas estoy seguro. Primero, que no necesito de sus bendiciones (ahora todo el mundo se cree un enviado del Señor y con derecho a andar bendiciendo a diestra y siniestra) y segundo que me voy a sentir muuuuucho mejor!
Spammer:
jajjajaja. Listo. Deje de responder mis mensajes entonces, Dios.
Un beso para ud.
Antes, ya me había enviado otro (no recuerdo si fue más de uno) pero lo dejé pasar. En el último que recibí, mi nivel de tolerancia para tonterías parece que andaba muy bajo y para evitar que siguiera mandándome cosas o exáltandome con la alerta del teléfono haciéndome creer que era algo bueno, decidí pedirle que parara de seguir haciendo eso.
Antes, por si las moscas hice un poco de investigación en FB. Los resultados dieron negativos lamentablemente. Voy a omitir el nombre de la persona y parte del correo que revosó mi paciencia por ser irrelevante a los propósitos de esta entrega. Juzguen por ustedes mismos-as.
Spammer:
La universidad iberoamericana UNIBE realizará la conferencia
“REGIMEN ECONÓMICO CONSTITUCIONAL EN REPÚBLICA DOMINICANA”
Dictada por el destacado abogado Eduardo Jorge Pratz, autor del manual “Derecho Constitucional”, volúmenes I y II.
En el Marco del inicio del diplomado en Derecho de la Competencia, Competencia Desleal y Dumping.
Esperamos contar con el apoyo de sus medios.
Fernando:
¿Quién eres tu? Porqué me mandas spam? No te conozco y ni siquiera vivo en la República Dominicana..Por favor sácame de tu lista ..
Spammer:
(manda otro email dando instrucciones -otra cuenta de email- dónde quiere recibir las respuestas a su mensaje de Spam).
Por favor escribirme mejor a: ......
Fernando: (dirigido esta vez a la cuenta que con preferencia quiere que le respondan)
Te decía en otro email que por favor pararas de mandarme Spam. No te conozco, creo que tu tampoco a mí, asi que no le veo ningún sentido a que me escribas sin yo haberlo solicitado y mucho menos de cosas que no me interesan. Gracias!
Spammer:
Lamento mucho que le lleguen estos correos que son de interés para medios de comunicación y personas vinculadas a los mismos. Lamento los inconvenientes, procederé a buscarlo e eliminarlo de mi lista.
Sea feliz, bendiciones.
Fernando:
No sé si seré feliz o no cuando deje de escribirme pero de dos cosas estoy seguro. Primero, que no necesito de sus bendiciones (ahora todo el mundo se cree un enviado del Señor y con derecho a andar bendiciendo a diestra y siniestra) y segundo que me voy a sentir muuuuucho mejor!
Spammer:
jajjajaja. Listo. Deje de responder mis mensajes entonces, Dios.
Un beso para ud.
Monday, September 5, 2011
I want money
Warren Buffett es uno de los hombres más ricos del mundo. Si no lo es en estos momentos es porque hace unos años donó la mitad de su fortuna a la fundación que dirige Bill Gates y su esposa Melinda.
Hago la observación porque la vida de Buffett ha sido escudriñada completamente desde todos los ángulos y casi en todos sus más mínimos e íntimos detalles. Deben haber muy pocos de esos ángulos que no hayan sido tomados en consideración.. De todos esos uno que destaca es el de su frugalidad, la simpleza de sus hábitos de vida.
Este hombre que es y ha sido una máquina de hacer dinero, sin embargo, es muy parco para gastarlo. Él no es un gran consumidor, no lleva, ni nunca ha llevado un estilo de vida lujoso, ostentoso ni extravagante.
Y entonces yo me hago la pregunta: ¿cuál es el punto? ¿para qué tener tanto dinero? ¿cuál es el propósito de acumular tanta fortuna? ¿Para qué sirve tener tanta riqueza si en el propósito de conseguirla se va toda la vida y al final no se disfruta como debería disfrutarse? Porque me da trabajo creer que producir dinero por el gusto, por el simple hecho de producirlo pueda convertirse en un placer en sí mismo comparable a aquellos que el cuerpo y los sentidos llegan a proporcionarnos.
A veces las cosas no son tan simples como parecen. Los motivos humanos no siempre les son claros ni a sus propios protagonistas... El dinero significa poder..y este es embriagante. Está también la lucha de los egos, de quién es quién...
Pero al final y con un poco de suerte, cuando nos llega la hora o cuando analizamos el sentido de la existencia, nos damos cuenta de que nada es nada en la vida y que mucho de esto por lo que hemos luchado incansablemente es pura vanidad y entonces, entonces....
Monday, August 29, 2011
Un fiasco
Algo que supuestamente se aprende desde muy temprano en la vida es que las cosas casi nunca salen como uno quiere. Como el Viernes que jugué la Lotto y pude acertar escasamente a uno de los números.
¡Hmmm! ¿Creo que he traído un mal ejemplo? Lo sé, pero suena más divertido utilizando éste que quizás otro. ¡Qué mejor ejemplo de cosas que no salen "como uno quiere" aún haciendo el mejor esfuerzo o el mínimo (en el caso de sacarse la lotería)! No obstante, el que no se dé aquello que queremos, generalmente no provoca un problema mayor. Es esperable hasta cierto punto y quizás por eso no produce la mayor frustración en el común de la gente.
Pero vayamos a ejemplos más concretos. Del tipo que parezcan y suenen reales, como cuando el tren no llega a tiempo por una causa desconocida, o la estación está sucia y parece que quisiéramos que estuviera limpia, obviamente (¿pero de quién es la culpa? No mía). Talvez hasta hasta hace mucho frío y añoramos el calorcito que hace en la casa (tampoco es mía la culpa). Y que tal si me equivoco y doy una dirección mal a un amigo(a) de mi amigo(a) (es mi culpa, lo sé, pero ¿quién no se equivoca de vez en cuando?: no hay que hacer mucho alboroto por ello si el problema puede resolverse -como de hecho se resolvió- con mucha facilidad). Pues ocurre que, como en todo, hay gente que reacciona de manera muy diferente a estos eventos. Pero muy diferente. Como estos ejemplos, hubieron bastantes otros, y hasta pena me daría enumerarlos a todos. Estos sólo fueron la punta del iceberg.
El que existan diferentes maneras de percibir la realidad no es algo que debe producir nada de asombro. Lo que sí produce asombro es la manera de reaccionar de alguna gente. Tan educada que parece, pero no. Hay gente que no digiere, no procesa, le cae muy mal el mundo tal y como es, porque no es de la manera como ellos quieren. Y lo lamentable de todo es que es casi imposible detener la reacción en cadena que provocan. Se hace muy difícil no reaccionar a la reacción. Las emociones son contagiosas.
Sin embargo hay gente como Woody Allen que se da cuenta de que en la vida la perfección no existe -Grace tiene la cita muy bien seleccionada en un apartado de su blog- y por eso personas como Allen recurren al arte para asegurarse de que al menos ahí las cosas salgan con el grado de perfección que ameritan.
Existe otro tipo de gente que no sabe reconocer la diferencia entre lo que es el arte y lo que es la realidad... La confunden, la utilizan como escape y en esa huida estrepitosa confunden también a todos aquellos que se encuentran a su alrededor. Porque he de decir que yo he sido uno de los confundidos y sin darme cuenta he confundido la obra con el autor(a), he creído que lo que hacía interesante la obra podría extrapolarse a quién la producía y a más de 8 meses de la experiencia todavía no logro recuperarme del fiasco que para mí ha sido caer en tal estado de confusión.
¡Hmmm! ¿Creo que he traído un mal ejemplo? Lo sé, pero suena más divertido utilizando éste que quizás otro. ¡Qué mejor ejemplo de cosas que no salen "como uno quiere" aún haciendo el mejor esfuerzo o el mínimo (en el caso de sacarse la lotería)! No obstante, el que no se dé aquello que queremos, generalmente no provoca un problema mayor. Es esperable hasta cierto punto y quizás por eso no produce la mayor frustración en el común de la gente.
El que existan diferentes maneras de percibir la realidad no es algo que debe producir nada de asombro. Lo que sí produce asombro es la manera de reaccionar de alguna gente. Tan educada que parece, pero no. Hay gente que no digiere, no procesa, le cae muy mal el mundo tal y como es, porque no es de la manera como ellos quieren. Y lo lamentable de todo es que es casi imposible detener la reacción en cadena que provocan. Se hace muy difícil no reaccionar a la reacción. Las emociones son contagiosas.
Sin embargo hay gente como Woody Allen que se da cuenta de que en la vida la perfección no existe -Grace tiene la cita muy bien seleccionada en un apartado de su blog- y por eso personas como Allen recurren al arte para asegurarse de que al menos ahí las cosas salgan con el grado de perfección que ameritan.
Existe otro tipo de gente que no sabe reconocer la diferencia entre lo que es el arte y lo que es la realidad... La confunden, la utilizan como escape y en esa huida estrepitosa confunden también a todos aquellos que se encuentran a su alrededor. Porque he de decir que yo he sido uno de los confundidos y sin darme cuenta he confundido la obra con el autor(a), he creído que lo que hacía interesante la obra podría extrapolarse a quién la producía y a más de 8 meses de la experiencia todavía no logro recuperarme del fiasco que para mí ha sido caer en tal estado de confusión.
Sunday, August 14, 2011
Mary Poppins y otras divagaciones
Ayer en la mañana cogí el tren para ir a Downtown. Claudia, mi sobrina de 16 años pero a quién también la hacemos pasar como hija postiza (cuando me conviene y para ver lo que se siente) se ha pasado las vacaciones con nosotros, hmmm!, más con mi hermana Clara que conmigo (Am I a little jealous? Lo negaré), y como éstas se le terminan en pocos días había urgencia por conseguir las entradas para despedirla en grande con una obra de Broadway.
Acordamos ir a ver Mary Poppins pues aunque hay otros musicales en escena que serían más de mi gusto y ella los podría manejar bien (decidimos de antemano que era preferible un musical), esta obra es un clásico y no hay manera de equivocarse seleccionándola pues ya tiene cinco años ininterrumpidos presentándose de manera exitosa y continua. De paso, al ir directo a la ventanilla del teatro, me he ahorrado alrededor de 70 dólares con los descuentos que uno consigue por ahí y los cargos que he evitado pagar a compañías como Ticketmaster por el servicio que cobran por enviar las boletas a nuestras casas, etc.
Todo un éxito el viaje y de vuelta con las entradas debía cambiar del tren 2 al tren 4 en la estación de la 149 y Grand Concourse. Sólo me quedaba alrededor de una o dos paradas más cuando el conductor nos anuncia que debido a reparaciones que se llevan a cabo en la zona, otro tren que también conecta en una de las estaciones estaba fuera de servicio y que un Bus gratis estaría afuera esperando para realizar el transporte entre los segmentos entrecortados.
No sé porqué pero me chocó oír la palabra "gratis". Pensé en su relatividad...sí, era gratis para quién fuera en esa dirección. No aplicaba a mí que iba en otra dirección. Pensé que en ese momento estando debajo de la plataforma todos los trenes eran gratis, miles de destinos hacia los que nos podíamos dirigir, horas y horas moviéndonos de un lugar a otro sin tener que pagar un centavo más por ello.
Tener un destino, un lugar hacia el cual dirigirse era lo que hacía la diferencia, el que fuera gratis era algo secundario e irrelevante... De ahí me llegó la idea de que debe ser lo mismo con la vida.., hacemos un recorrido en ella y con ella, se habla de que lo que importa es el viaje pero parece que debemos tener algún objetivo, alguna meta en particular, un lugar hacia dónde ir porque aunque ella sea gratis, si no se tiene algo claro, algo concreto y definido, una parada específica en la cual debemos quedarnos, es igual que montarse en el Metro sin saber qué hacer ni hacia dónde ir... No, no, eso parece no tener ningún sentido...
Acordamos ir a ver Mary Poppins pues aunque hay otros musicales en escena que serían más de mi gusto y ella los podría manejar bien (decidimos de antemano que era preferible un musical), esta obra es un clásico y no hay manera de equivocarse seleccionándola pues ya tiene cinco años ininterrumpidos presentándose de manera exitosa y continua. De paso, al ir directo a la ventanilla del teatro, me he ahorrado alrededor de 70 dólares con los descuentos que uno consigue por ahí y los cargos que he evitado pagar a compañías como Ticketmaster por el servicio que cobran por enviar las boletas a nuestras casas, etc.
Todo un éxito el viaje y de vuelta con las entradas debía cambiar del tren 2 al tren 4 en la estación de la 149 y Grand Concourse. Sólo me quedaba alrededor de una o dos paradas más cuando el conductor nos anuncia que debido a reparaciones que se llevan a cabo en la zona, otro tren que también conecta en una de las estaciones estaba fuera de servicio y que un Bus gratis estaría afuera esperando para realizar el transporte entre los segmentos entrecortados.
No sé porqué pero me chocó oír la palabra "gratis". Pensé en su relatividad...sí, era gratis para quién fuera en esa dirección. No aplicaba a mí que iba en otra dirección. Pensé que en ese momento estando debajo de la plataforma todos los trenes eran gratis, miles de destinos hacia los que nos podíamos dirigir, horas y horas moviéndonos de un lugar a otro sin tener que pagar un centavo más por ello.
Tener un destino, un lugar hacia el cual dirigirse era lo que hacía la diferencia, el que fuera gratis era algo secundario e irrelevante... De ahí me llegó la idea de que debe ser lo mismo con la vida.., hacemos un recorrido en ella y con ella, se habla de que lo que importa es el viaje pero parece que debemos tener algún objetivo, alguna meta en particular, un lugar hacia dónde ir porque aunque ella sea gratis, si no se tiene algo claro, algo concreto y definido, una parada específica en la cual debemos quedarnos, es igual que montarse en el Metro sin saber qué hacer ni hacia dónde ir... No, no, eso parece no tener ningún sentido...
Sunday, July 31, 2011
Resistencia al cambio
A pesar de todas las dificultades, todos los retos, las desigualdades y los problemas que encontramos en el mundo de hoy, comparado con los otros, el de otras épocas, éste, el que nos ha tocado vivir es el mejor de todos los mundos.
No sé porqué tanta gente se siente tan amenazada, pierde la perspectiva y así lo grita a los cuatro vientos. ¿Será que no le gustan los cambios o les marea la rapidez con que se mueven las cosas?
Aunque siempre hay espacio para mejorar, hoy día vivimos en la mejor de las épocas. A pesar de sus detractores, algunos muy ilustrados por cierto, ellos parecen reeditar la perenne controversia de aquellos que se resisten al cambio y se aferran a sus tiempos de juventud en el que creyeron que fueron felices. No puedo evitar pensar que no es más que otra versión de la nostálgica frase aquella repetida hasta el cansancio de que 'todo tiempo pasado fue mejor' ("la música de ahora no sirve, la de antes, esa sí era música"; "ya no hay letras en las canciones" y así sucesivamente). Bah!
Para no ir más lejos lean el artículo que motiva este post aquí.
Lo cierto es que no hay nada que temer... Con la tecnología es natural que el cerebro cambie. So what? De hecho hasta pensar produce cambios en el mismo. Lo mismo ocurre con la terapia y esa es la idea, producir cambios, hacer nuevas conexiones, crear nuevos circuitos, dónde sean más necesarios dependiendo de las necesidades. Ya no es necesario tener una gran memoria llena con mucho contenido sino el poder recordar dónde se encuentra eso que puede tener relevancia para una actividad o tarea determinada. Por lo menos eso leí yo en esta entrada de Mind Hacks.
Pienso que en algunos casos lo que mucha gente siente es un poco de celos. Si, celos del hecho de que la información ya no es un monopolio de unos pocos y de que como nunca antes es ahora accesible a todo aquél que quiera acceder a ella. Es más difícil el mantener la exclusividad, ser una élite, ser el único portador de la verdad y ahora más que nunca es necesario compartirla. No todo el mundo está preparado para ese tipo de cambios.
No sé porqué tanta gente se siente tan amenazada, pierde la perspectiva y así lo grita a los cuatro vientos. ¿Será que no le gustan los cambios o les marea la rapidez con que se mueven las cosas?
Aunque siempre hay espacio para mejorar, hoy día vivimos en la mejor de las épocas. A pesar de sus detractores, algunos muy ilustrados por cierto, ellos parecen reeditar la perenne controversia de aquellos que se resisten al cambio y se aferran a sus tiempos de juventud en el que creyeron que fueron felices. No puedo evitar pensar que no es más que otra versión de la nostálgica frase aquella repetida hasta el cansancio de que 'todo tiempo pasado fue mejor' ("la música de ahora no sirve, la de antes, esa sí era música"; "ya no hay letras en las canciones" y así sucesivamente). Bah!
Para no ir más lejos lean el artículo que motiva este post aquí.
Lo cierto es que no hay nada que temer... Con la tecnología es natural que el cerebro cambie. So what? De hecho hasta pensar produce cambios en el mismo. Lo mismo ocurre con la terapia y esa es la idea, producir cambios, hacer nuevas conexiones, crear nuevos circuitos, dónde sean más necesarios dependiendo de las necesidades. Ya no es necesario tener una gran memoria llena con mucho contenido sino el poder recordar dónde se encuentra eso que puede tener relevancia para una actividad o tarea determinada. Por lo menos eso leí yo en esta entrada de Mind Hacks.
Pienso que en algunos casos lo que mucha gente siente es un poco de celos. Si, celos del hecho de que la información ya no es un monopolio de unos pocos y de que como nunca antes es ahora accesible a todo aquél que quiera acceder a ella. Es más difícil el mantener la exclusividad, ser una élite, ser el único portador de la verdad y ahora más que nunca es necesario compartirla. No todo el mundo está preparado para ese tipo de cambios.
Friday, July 29, 2011
El valor de las personas
En estos últimos días he estado un tanto ensimismado, muy ocupado en descubrir y extraer esos secretos de la realidad que estando a simple vista nos eluden porque nuestra atención está fragmentada o dirigida hacia otras direcciones. He estado observando y analizando, reexaminando los hechos con nuevos ojos para llegar a la conclusión de qué es lo que es importante en la vida.
De esas observaciones fue fácil el darnos cuenta que las personas y no las cosas son lo más importante. Sin embargo es aquí donde se presenta el primer conflicto. Tenemos la capacidad de convertir todo en cosas. Hasta los seres humanos podemos transformarlos en objetos y hay que hacer entonces grandes esfuerzos para no cosificarlos, sobretodo en verano cuando la poca ropa hace casi imposible el que nos fijemos en otras cualidades que no sean los elementos visibles y aparentes que saltan a la vista sin que hagamos un mínimo de esfuerzo.
¿Se dan cuenta? Es una tarea muy difícil en verdad. Categorizamos a los demás no por sus cualidades intrínsecas y abstractas sino por el contrario, por lo que vemos; convertimos a las personas en cosas y ellas a su vez hacen lo mismo con nosotros basados en detalles superfluos como la altura, el color, el peso, el sexo, la edad, la simetría de los cuerpos y cosas así.
En segundo lugar, fruto de mis investigaciones he podido comprobar que el verdadero valor de las personas está directamente relacionado con la calidad de la interacción que mantienen con el entorno, la manera como se comunican con éste y las emociones y sentimientos que suscitan en sus interlocutores independientemente de otros méritos que las personas en cuestión podamos exhibir y reclamar como pruebas de valía.
La gramática y la ortografía no sirven de nada si la persona no sabe comportarse. Lo mismo los PHDs, los doctorados o haber escrito muchos libros no nos libran de ser considerados como patanes, si no mejoramos, si no logramos mejorar la existencia de las otras personas que existen a nuestro alrededor. Si por el contrario, pues, los demás se sienten miserables y ciudadanos de segunda categoría en nuestra presencia entonces nuestro valor como individuos, nuestro valor como seres humanos se deteriora en la misma proporción y no somos mejores sino peores personas..., aunque creo que todo el mundo ya sabe eso, ¿lo sabemos?
De esas observaciones fue fácil el darnos cuenta que las personas y no las cosas son lo más importante. Sin embargo es aquí donde se presenta el primer conflicto. Tenemos la capacidad de convertir todo en cosas. Hasta los seres humanos podemos transformarlos en objetos y hay que hacer entonces grandes esfuerzos para no cosificarlos, sobretodo en verano cuando la poca ropa hace casi imposible el que nos fijemos en otras cualidades que no sean los elementos visibles y aparentes que saltan a la vista sin que hagamos un mínimo de esfuerzo.
¿Se dan cuenta? Es una tarea muy difícil en verdad. Categorizamos a los demás no por sus cualidades intrínsecas y abstractas sino por el contrario, por lo que vemos; convertimos a las personas en cosas y ellas a su vez hacen lo mismo con nosotros basados en detalles superfluos como la altura, el color, el peso, el sexo, la edad, la simetría de los cuerpos y cosas así.
En segundo lugar, fruto de mis investigaciones he podido comprobar que el verdadero valor de las personas está directamente relacionado con la calidad de la interacción que mantienen con el entorno, la manera como se comunican con éste y las emociones y sentimientos que suscitan en sus interlocutores independientemente de otros méritos que las personas en cuestión podamos exhibir y reclamar como pruebas de valía.
La gramática y la ortografía no sirven de nada si la persona no sabe comportarse. Lo mismo los PHDs, los doctorados o haber escrito muchos libros no nos libran de ser considerados como patanes, si no mejoramos, si no logramos mejorar la existencia de las otras personas que existen a nuestro alrededor. Si por el contrario, pues, los demás se sienten miserables y ciudadanos de segunda categoría en nuestra presencia entonces nuestro valor como individuos, nuestro valor como seres humanos se deteriora en la misma proporción y no somos mejores sino peores personas..., aunque creo que todo el mundo ya sabe eso, ¿lo sabemos?
Sunday, July 10, 2011
El "marco" lo es todo
"Framing" es una palabra que no tiene un equivalente o una traducción fácil, simple y económica del inglés al español. Es la impresión que me da a mí. Siento que no transmite el mismo significado cuando lo llevo de un idioma al otro. Podemos intentar traducirla diciendo que es algo como 'encuadrar', 'encuadramiento' o talvez como "enmarcar" "poner un marco a", etc..
Saber 'enmarcar' las cosas es una de las características relevantes de la inteligencia emocional. Esa habilidad de poder reformular hasta las peores situaciones con el objetivo de verlas bajo una nueva perspectiva, observarlas bajo una nueva luz. Pues bien, ese rasgo del control personal es crucial para poder avanzar en la vida. Ya lo dice Penelope Trunk en un reciente post: succesful people reframe bad situations (la gente exitosa le pone otro marco -reenmarca- las situaciones difíciles). Dicho sea de paso ella es muy buena para analizar cosas, aunque a veces dudo que lo sea tanto para aplicar el fruto de esos análisis hacia sí misma (lo cual desde un punto de vista lógico no le quita ningún mérito).
El otro día me vi en la obligación de tener que hacer uso de la estrategia. No me quedaba de otra a menos que pretendiera buscar trabajo en otra compañía o les señalara a los jefes míos en sus propias caras (no una buena estrategia) las incongruencias de las cosas que me estaban pidiendo que hiciera. Pero no, de repente la claridad vino a mi mente y pude darme cuenta a tiempo de que estaba reaccionando emocionalmente a una situación que desde mi punto de vista estaba fuera de toda lógica... Sin embargo en la vida todo es parte de un juego. No importa lo que yo crea sino lo que ellos crean y ese era el papel que yo debía jugar... En vez de reaccionar a los eventos yo debía adelantarme a ellos.
De estar por debajo me puse por encima... Hacerlos creer, seguirles la corriente, hacer lo que ellos pedían era/es en el fondo lo más recomendable aún cuando a final de cuentas yo tenía (otra idea, pensaba y pienso otra cosa) y todavía tengo la razón. ¿Qué tanto me cuesta darles la satisfacción de hacerles creer que estoy de acuerdo en sus planteamientos? Luego de analizarlo y repensarlo varias veces, pues llegué a la conclusión de que "no mucho" y eso ya fue suficiente. Eso me bastó para continuar hacia adelante y dejar de darle importancia a lo que sólo es un juego, otro, uno más, de los muchos que jugamos...
Saber 'enmarcar' las cosas es una de las características relevantes de la inteligencia emocional. Esa habilidad de poder reformular hasta las peores situaciones con el objetivo de verlas bajo una nueva perspectiva, observarlas bajo una nueva luz. Pues bien, ese rasgo del control personal es crucial para poder avanzar en la vida. Ya lo dice Penelope Trunk en un reciente post: succesful people reframe bad situations (la gente exitosa le pone otro marco -reenmarca- las situaciones difíciles). Dicho sea de paso ella es muy buena para analizar cosas, aunque a veces dudo que lo sea tanto para aplicar el fruto de esos análisis hacia sí misma (lo cual desde un punto de vista lógico no le quita ningún mérito).
El otro día me vi en la obligación de tener que hacer uso de la estrategia. No me quedaba de otra a menos que pretendiera buscar trabajo en otra compañía o les señalara a los jefes míos en sus propias caras (no una buena estrategia) las incongruencias de las cosas que me estaban pidiendo que hiciera. Pero no, de repente la claridad vino a mi mente y pude darme cuenta a tiempo de que estaba reaccionando emocionalmente a una situación que desde mi punto de vista estaba fuera de toda lógica... Sin embargo en la vida todo es parte de un juego. No importa lo que yo crea sino lo que ellos crean y ese era el papel que yo debía jugar... En vez de reaccionar a los eventos yo debía adelantarme a ellos.
De estar por debajo me puse por encima... Hacerlos creer, seguirles la corriente, hacer lo que ellos pedían era/es en el fondo lo más recomendable aún cuando a final de cuentas yo tenía (otra idea, pensaba y pienso otra cosa) y todavía tengo la razón. ¿Qué tanto me cuesta darles la satisfacción de hacerles creer que estoy de acuerdo en sus planteamientos? Luego de analizarlo y repensarlo varias veces, pues llegué a la conclusión de que "no mucho" y eso ya fue suficiente. Eso me bastó para continuar hacia adelante y dejar de darle importancia a lo que sólo es un juego, otro, uno más, de los muchos que jugamos...
Wednesday, July 6, 2011
Introspección
Hacer introspección, eso es lo que hay que hacer para entenderse. Y es mejor tratar de no construir nada hasta que no hayamos hecho algo así por el estilo. No entiendo porqué no la practicamos más a menudo. Generalmente las personas buscamos la solución de los problemas afuera o creemos que son los demás que deben solucionar sus conflictos, sus contradicciones; ellos, siempre ellos, pero nunca nosotros.
Pero qué tal si es de la otra manera, o sea que somos nosotros los que tenemos que cambiar..., somos nosotros los que debemos revisar la legitimidad de esas emociones y de esos sentimientos que nos embargan y nos sobrecogen. ¿Y porqué culpabilizar a los demás de provocar cosas que son sólo nuestras?
Me sorprendo cada día más cuando oígo gente que todavía no ha superado esa etapa infantil de creer que todos estamos conectados y que lo que sentimos es el resultado directo de un esfuerzo deliberado del otro y de los otros para que así sea.
Pero qué tal si es de la otra manera, o sea que somos nosotros los que tenemos que cambiar..., somos nosotros los que debemos revisar la legitimidad de esas emociones y de esos sentimientos que nos embargan y nos sobrecogen. ¿Y porqué culpabilizar a los demás de provocar cosas que son sólo nuestras?
Me sorprendo cada día más cuando oígo gente que todavía no ha superado esa etapa infantil de creer que todos estamos conectados y que lo que sentimos es el resultado directo de un esfuerzo deliberado del otro y de los otros para que así sea.
Sunday, July 3, 2011
Picture imperfect
Wednesday, June 29, 2011.
Hoy hacía mucho calor. Suficiente como para extrañar un poco el invierno o el aire acondicionado de los negocios que visitaba. Es que mi vehículo no tiene refrigeración desde el año pasado. Fui para que le cambiaran la bomba de agua y cuando lo entré al taller el aire funcionaba. Una semana más tarde cuando lo encendí ya no enfriaba sino que tiraba aire caliente. No puedo afirmar de manera rotunda que los mecánicos lo dañaron pero estoy casi seguro que fueron ellos quiénes lo hicieron -aunque se denegaron- pues nada relevante pasó mientras tanto como para que yo pudiera atribuirlo a otra causa. No sólo ocurre con los mecánicos y todas esas personas que reparan cosas y te arreglan algo. Ellos resuelven un problema pero corres siempre el riesgo de que te dañen o te creen otro. Los médicos y los dentistas (que no son médicos, según lo dicho en Seinfeld) también son así.
No tener aire acondicionado en un carro en NY no es un inconveniente tan grave como podría parecer. El calor sólo dura tres meses y el recuerdo del invierno sirve de contrapeso para apreciar un poco el intenso calentón que nos invade por algunos días. Tener un vehículo sí que a veces es una incomodidad mayor en esta ciudad porque es frecuente el que escaseen los espacios libres para estacionar, no tienes un lugar dónde dejarlo y no puedes aunque quisieras, ponértelo en la cabeza. Si no fuera porque lo necesito para trabajar ya hace rato que me hubiera desecho de él. Los fines de semana no lo uso y si salgo en las noches trato de no llevármelo a menos que sea absolutamente necesario pues nunca se sabe si le da deseos a uno de tomarse un trago y no vaya la policía a sorprenderte o que tengas un accidente con algo de alcohol en el sistema, pues te daña tu suerte y tu vida peor que si hubieras roto una docena de espejos: adiós trabajos decentes, adiós seguros y no se diga tu reputación una vez tengas un DWI o DUI en tu récord.
Me alejo del tema y lo que quiero decir con la observación inicial es que necesitamos los contrastes, necesitamos que las cosas no salgan como uno quiere que salgan para poder apreciar cuándo así ocurren. ¿Qué valor podrían tener los eventos, los hechos, cuando todo nos sale como queremos, todo sale como a pedir de boca? Creo que los opuestos deben existir para darle sentido a nuestras elecciones, para justificar las decisiones que tomamos en una dirección o en otra y para poder apreciar las diferencias.
Nadie debería pasar hambre o sed pero es innegable que el agua y el alimento tienen un sabor muy diferente cuando estamos sedientos o nos morimos por un plato de comida. Todo el mundo quisiera que las cosas encajaran de la misma manera como encajan las piezas de un rompecabezas, pero si así fuera no habría lugar para el esfuerzo, para la lucha en conseguir que las cosas sean mejores, no habría lugar para la búsqueda de mejores alternativas a las que tenemos, no habría lugar para el cambio.
Y en cambio se me ocurre que quizás es perfecto el que haya cosas imperfectas, que no todo sea como se quiere, que a cada rato uno se encuentre con cosas absurdas y que haya entonces lugar para la existencia de extravagancias, de los sin sentidos, las faltas ortográficas y todas esas cosas que nos sobresaltan y asaltan nuestros sentidos dentro y fuera de nosotros mismos. No es un trabalenguas, ni es un contrasentido el que quizás sea correcto, que la imagen que vemos del mundo sea imperfecta..., así debe ser, es la perfección el que veamos las cosas de manera incompleta, inacabada para que nos pongamos a trabajar en la dirección que nos parezca más apropiada.
Hoy hacía mucho calor. Suficiente como para extrañar un poco el invierno o el aire acondicionado de los negocios que visitaba. Es que mi vehículo no tiene refrigeración desde el año pasado. Fui para que le cambiaran la bomba de agua y cuando lo entré al taller el aire funcionaba. Una semana más tarde cuando lo encendí ya no enfriaba sino que tiraba aire caliente. No puedo afirmar de manera rotunda que los mecánicos lo dañaron pero estoy casi seguro que fueron ellos quiénes lo hicieron -aunque se denegaron- pues nada relevante pasó mientras tanto como para que yo pudiera atribuirlo a otra causa. No sólo ocurre con los mecánicos y todas esas personas que reparan cosas y te arreglan algo. Ellos resuelven un problema pero corres siempre el riesgo de que te dañen o te creen otro. Los médicos y los dentistas (que no son médicos, según lo dicho en Seinfeld) también son así.
No tener aire acondicionado en un carro en NY no es un inconveniente tan grave como podría parecer. El calor sólo dura tres meses y el recuerdo del invierno sirve de contrapeso para apreciar un poco el intenso calentón que nos invade por algunos días. Tener un vehículo sí que a veces es una incomodidad mayor en esta ciudad porque es frecuente el que escaseen los espacios libres para estacionar, no tienes un lugar dónde dejarlo y no puedes aunque quisieras, ponértelo en la cabeza. Si no fuera porque lo necesito para trabajar ya hace rato que me hubiera desecho de él. Los fines de semana no lo uso y si salgo en las noches trato de no llevármelo a menos que sea absolutamente necesario pues nunca se sabe si le da deseos a uno de tomarse un trago y no vaya la policía a sorprenderte o que tengas un accidente con algo de alcohol en el sistema, pues te daña tu suerte y tu vida peor que si hubieras roto una docena de espejos: adiós trabajos decentes, adiós seguros y no se diga tu reputación una vez tengas un DWI o DUI en tu récord.
Me alejo del tema y lo que quiero decir con la observación inicial es que necesitamos los contrastes, necesitamos que las cosas no salgan como uno quiere que salgan para poder apreciar cuándo así ocurren. ¿Qué valor podrían tener los eventos, los hechos, cuando todo nos sale como queremos, todo sale como a pedir de boca? Creo que los opuestos deben existir para darle sentido a nuestras elecciones, para justificar las decisiones que tomamos en una dirección o en otra y para poder apreciar las diferencias.
Nadie debería pasar hambre o sed pero es innegable que el agua y el alimento tienen un sabor muy diferente cuando estamos sedientos o nos morimos por un plato de comida. Todo el mundo quisiera que las cosas encajaran de la misma manera como encajan las piezas de un rompecabezas, pero si así fuera no habría lugar para el esfuerzo, para la lucha en conseguir que las cosas sean mejores, no habría lugar para la búsqueda de mejores alternativas a las que tenemos, no habría lugar para el cambio.
Y en cambio se me ocurre que quizás es perfecto el que haya cosas imperfectas, que no todo sea como se quiere, que a cada rato uno se encuentre con cosas absurdas y que haya entonces lugar para la existencia de extravagancias, de los sin sentidos, las faltas ortográficas y todas esas cosas que nos sobresaltan y asaltan nuestros sentidos dentro y fuera de nosotros mismos. No es un trabalenguas, ni es un contrasentido el que quizás sea correcto, que la imagen que vemos del mundo sea imperfecta..., así debe ser, es la perfección el que veamos las cosas de manera incompleta, inacabada para que nos pongamos a trabajar en la dirección que nos parezca más apropiada.
Sunday, June 26, 2011
Préstame tu paraguas!
El otro día estaba lloviendo y qué casualidad, estaba yo-viendo-el-agua-caer cuando decido cruzar la calle y entrar ahí donde venden donuts, café y que sé yo cuantas cosas más. No voy a comprar sino a vender porque ellos son clientes. Una vez dentro como casi siempre, me coloqué de espaldas a la pared en el extremo opuesto a la línea imaginaria que se forma frente a la caja registradora. Cuando una de las chicas de detrás del mostrador se desocupa, pues me dice lo que necesita. No tengo que hablar. Sólo hace contacto visual conmigo y en pocos minutos ya está.
¿Y saben qué? Era mi día de suerte. Delante de mí está siendo atendida por una de las muchachas una chica de cuerpo atlético, cabellos rizados y color un tanto trigueño. Qué placer es poder mirarla, contemplarla impunemente mientras está de espaldas. No obstante quiero que se voltee para mirarle la cara. Parece que me escuchó pues al terminar la transacción no se marchó de inmediato y en cambio se volvió y se acercó al área donde yo estaba. Jaja! Belleza normal, muy natural, sin elementos externos visibles para realzarla. Ahí fue que noté que se preparaba a abrir un paraguas y fue el momento que aproveché para con mucho atrevimiento pedirle que me lo prestara.
Y no lo van a creer. Ella sin inmutarse, me lo dio. Yo me quedé sin habla porque no esperaba realmente que se desprendiera de él. Hasta comencé a sentirme culpable y tartamudeando le dije que no, que sólo estaba jugando, que ella lo necesitaba igual o más que yo.
Como respuesta ella comenzó a abrir su bolso y de él extrajo otro paraguas, más chiquito que el que me había dado, abrió la puerta y se lanzó hacia la calle al encuentro con la lluvia que no había dejado de caer dejándome a mí todo confundido y un poco avergonzado. ..Con gusto la hubiera acompañado con o sin paraguas... sí que me hubiera ido con ella...
Las chicas de detrás del mostrador que estuvieron observando todo, comenzaron a reírse y hacer bromas: que debí haberme ido detrás de ella, que yo esto y aquéllo..blah, blah, bla..
¿Y saben qué? Era mi día de suerte. Delante de mí está siendo atendida por una de las muchachas una chica de cuerpo atlético, cabellos rizados y color un tanto trigueño. Qué placer es poder mirarla, contemplarla impunemente mientras está de espaldas. No obstante quiero que se voltee para mirarle la cara. Parece que me escuchó pues al terminar la transacción no se marchó de inmediato y en cambio se volvió y se acercó al área donde yo estaba. Jaja! Belleza normal, muy natural, sin elementos externos visibles para realzarla. Ahí fue que noté que se preparaba a abrir un paraguas y fue el momento que aproveché para con mucho atrevimiento pedirle que me lo prestara.
Y no lo van a creer. Ella sin inmutarse, me lo dio. Yo me quedé sin habla porque no esperaba realmente que se desprendiera de él. Hasta comencé a sentirme culpable y tartamudeando le dije que no, que sólo estaba jugando, que ella lo necesitaba igual o más que yo.
Como respuesta ella comenzó a abrir su bolso y de él extrajo otro paraguas, más chiquito que el que me había dado, abrió la puerta y se lanzó hacia la calle al encuentro con la lluvia que no había dejado de caer dejándome a mí todo confundido y un poco avergonzado. ..Con gusto la hubiera acompañado con o sin paraguas... sí que me hubiera ido con ella...
Las chicas de detrás del mostrador que estuvieron observando todo, comenzaron a reírse y hacer bromas: que debí haberme ido detrás de ella, que yo esto y aquéllo..blah, blah, bla..
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