Hay un hilo conductor que nos conecta con todos los tiempos de nuestras vidas. Querámoslo o no. Sepámoslo o no.
Intuir ese hilo, conocerlo o aproximarnos a él es lo que permite tener cierto control de cómo vivimos y cómo son o serán nuestras experiencias presentes y futuras.
La clave para llegar a esa intuición nos la da el ahora, nuestro tiempo presente que nos dice que si no estamos satisfechos con lo que sentimos o estamos haciendo hoy debimos haber hecho determinadas cosas u otras cosas en el pasado.
De ahí que el control del presente, la manera como lo experimentamos hoy es cosa pretérita, es cosa de lo que hemos hecho o dejado de hacer en el pasado o lo que en su momento fue también nuestro presente.
Obviamente lo pasado no podemos controlarlo. Lo hecho hecho está y lo que se dejó de hacer también. Los viajes en el tiempo son viajes de la imaginación... Hasta ahora es imposible cambiar lo que hicimos, excepto en las creaciones artísticas. Y claro, a través del arte todo es posible. Pero no es así en el mundo real.
Dónde sí existe una posibilidad de control es en el futuro. El futuro que viene a ser presente en una fecha posterior.
La única forma posible de controlar mi futuro presente (sólo existe el presente en un estado futuro) es controlando mi presente actual, el ahora, el ya.
Lo que hago o dejo de hacer hoy tiene repercusiones en mi futuro inmediato y lejano. Dicho de otro modo, de lo que haga o deje de hacer hoy dependerá lo que estaré haciendo mañana, dentro de un mes, un año o varios lustros.
Algunos ejemplos son necesarios. Me he despertado a las cuatro de la mañana sin sueño. Este es mi presente. Me pongo a pensar que la razón por la que estoy despierto ha sido el café que me tomé a las 5:00 de la tarde del día anterior. En ese momento tomarme el café parecía ser lo más agradable y apropiado del momento. La conexión con la falta de sueño que experimento a las 4:00 AM, no estaba hecha o debido a que en aquellos momentos era algo futuro no me importó demasiado el dejar de satisfacer mis deseos de café... Mas, sin embargo, no pienso de igual manera al estar desvelado.
Las consecuencias son esas y ahora me toca decidir qué valió la pena más, si el disfrute del café o la pérdida de sueño que he experimentado luego. Es un análisis de costo versus recompensa.
Esto prueba la línea que une a todos los presentes... y por tanto mi presente es mi futuro (creo que escribí
aquí sobre eso). Es una forma de elección. Las cosas que elijo hoy, ahora, en este momento ya están impactando lo que experimentaré más tarde, próximamente...
En la noche sin embargo, me moría por un trago de Tequila o por una copa de vino. Pensando en los posibles resultados que mi acción conllevaría, resistí la tentación. No quería pasarme el día resacado o con un nivel de energía por debajo o peor, con un tremendo dolor de cabeza...
De esa manera el día siguiente que viene a ser hoy, no tengo dolor de cabeza ni resaca y mis niveles de energía están muy altos. Puedo, sin ningún problema, dedicarme a conquistar el mundo.
Las permutaciones e implicaciones que a continuación de estos razonamientos se extraen, son infinitas y por demás muy valiosas.