Creo que por varias razones ya se está definiendo la dirección de mis futuros viajes. La probabilidad más alta es que me quede viajando a lo interno de los Estados Unidos. Una de los motivos principales ahora mismo es el Corona Virus, una epidemia que se ha desatado en China pero que amenaza con extenderse al mundo entero. Me da pavor pensar que viajo a Europa y de regreso se me niegue la entrada o tenga que ser puesto en cuarentena porque el país o los países visitados hayan sido afectados por esta plaga.
También me preocupa el ambiente y me parece más apropiado debido a la menor emisión de CO2 el hacer viajes cortos de unas pocas horas en avión en contraste con los viajes largos de muchas horas a Europa o quizás Asia que me atrae enormemente también y ambos destinos han estado dentro de mis planes futuros.
En fin, para no abundar más, recibí de paso unas ofertas tentadoras para viajar a diferentes ciudades dentro de los Estados Unidos. Imagínense pagar menos de 75 dólares por un pasaje de ida y vuelta a Orlando y además contando allí con un lugar donde quedarme fue algo que me pareció irresistible el dejar pasar por alto.
Aproveché también la oportunidad de comprar otro pasaje de ida y vuelta hacia la ciudad de Chicago, un sitio que desde hace unos años estoy muy interesado en visitar. Este último viaje me va a salir en total por algo más de 100 dólares. La reservación quedó hecha para finales de Marzo. Espero que para ese entonces se haya aclarado un poco más la situación con el Corona Virus.
Estoy a la espera también de algunas ofertas hacia otras ciudades. Me interesa sobremanera ir a Las Vegas, New Mexico, Colorado, Winsconsin y alguien en el avión me entusiasmó en que visitara Savannah, Georgia.
El viaje hacia Orlando comenzó sin muchas expectativas. Las cosas por las que Orlando es más conocida a nivel general, a mí particularmente no me llaman mucho a la atención. Disney o Sea World (delfines amaestrados) no son santos de mi devoción. Talvez cambie de opinión si algún día me decido a visitarlos.
No obstante, una vez allá mi impresión cambió bastante para quedar maravillado por la organización, la seguridad y la tranquilidad de las comunidades internas; la amplitud, el orden y la señalización de las autopistas que comunican sin dificultad los diferentes sectores. Me pareció también que el precio de las cosas es más barato que en NY.
Hice un pequeño recorrido por Downtown Orlando y lo que vi me dejó con las ganas de volver con más tiempo para explorar la arquitectura, los bares y darle una vuelta completa al lago Eola que en su centro tiene una fuente lindísima.
Finalmente, ya en mi última noche me llevaron a conocer los alrededores del Convention Center, un lugar de imponente arquitectura e inmensamente grande (aunque no entramos: sólo le pasamos por el frente) rodeado de hoteles de lujo y que aparentemente es uno de los lugares preferidos en todo Estados Unidos para realizar convenciones importantes.
En los susodichos alrededores encontramos una colorida rueda, una casa/edificio construida al revés, un campo de minigolf bellísimo con un tema de islas, puentes y barcos piratas. Restaurantes y otros sitios de entretenimiento completan el panorama.
En general y dejando de lado la pequeña visita a Downtown Orlando y los alrededores del Convention Center, debo decir que lo que más se disfruta es el contraste del mundo del que vengo y una sensación indescriptible de sentirse en contacto con la naturaleza salvaje y al mismo tiempo gozar de todos los beneficios que la modernidad y la tecnología ofrecen.
También me preocupa el ambiente y me parece más apropiado debido a la menor emisión de CO2 el hacer viajes cortos de unas pocas horas en avión en contraste con los viajes largos de muchas horas a Europa o quizás Asia que me atrae enormemente también y ambos destinos han estado dentro de mis planes futuros.
En fin, para no abundar más, recibí de paso unas ofertas tentadoras para viajar a diferentes ciudades dentro de los Estados Unidos. Imagínense pagar menos de 75 dólares por un pasaje de ida y vuelta a Orlando y además contando allí con un lugar donde quedarme fue algo que me pareció irresistible el dejar pasar por alto.
Aproveché también la oportunidad de comprar otro pasaje de ida y vuelta hacia la ciudad de Chicago, un sitio que desde hace unos años estoy muy interesado en visitar. Este último viaje me va a salir en total por algo más de 100 dólares. La reservación quedó hecha para finales de Marzo. Espero que para ese entonces se haya aclarado un poco más la situación con el Corona Virus.
Estoy a la espera también de algunas ofertas hacia otras ciudades. Me interesa sobremanera ir a Las Vegas, New Mexico, Colorado, Winsconsin y alguien en el avión me entusiasmó en que visitara Savannah, Georgia.
El viaje hacia Orlando comenzó sin muchas expectativas. Las cosas por las que Orlando es más conocida a nivel general, a mí particularmente no me llaman mucho a la atención. Disney o Sea World (delfines amaestrados) no son santos de mi devoción. Talvez cambie de opinión si algún día me decido a visitarlos.
No obstante, una vez allá mi impresión cambió bastante para quedar maravillado por la organización, la seguridad y la tranquilidad de las comunidades internas; la amplitud, el orden y la señalización de las autopistas que comunican sin dificultad los diferentes sectores. Me pareció también que el precio de las cosas es más barato que en NY.
Hice un pequeño recorrido por Downtown Orlando y lo que vi me dejó con las ganas de volver con más tiempo para explorar la arquitectura, los bares y darle una vuelta completa al lago Eola que en su centro tiene una fuente lindísima.
Finalmente, ya en mi última noche me llevaron a conocer los alrededores del Convention Center, un lugar de imponente arquitectura e inmensamente grande (aunque no entramos: sólo le pasamos por el frente) rodeado de hoteles de lujo y que aparentemente es uno de los lugares preferidos en todo Estados Unidos para realizar convenciones importantes.
En los susodichos alrededores encontramos una colorida rueda, una casa/edificio construida al revés, un campo de minigolf bellísimo con un tema de islas, puentes y barcos piratas. Restaurantes y otros sitios de entretenimiento completan el panorama.
En general y dejando de lado la pequeña visita a Downtown Orlando y los alrededores del Convention Center, debo decir que lo que más se disfruta es el contraste del mundo del que vengo y una sensación indescriptible de sentirse en contacto con la naturaleza salvaje y al mismo tiempo gozar de todos los beneficios que la modernidad y la tecnología ofrecen.